2 de marzo de 2011

UNA DAÑINA FUNDACIÓN

 
          
              
                 O la balada triste de una historiadora:
                 Margarita Torres

           El ente, engendro más bien, llamado en origen, y con toda alevosía, Castillaleón, nunca, repito, ¡nunca!, ha actuado con limpieza. Nos ha vilipendiado a los leoneses en todo cuanto ha podido. Duele decirlo y puede hasta costar creerlo, pero para ello crearon la Fundación Villalar. A la que en su día llamé en un escrito: “un cadalso” para los leoneses erigido en Villalar; ellos sabrán el porqué de ese lugar, si acaso por extrañas connotaciones; a nosotros si nos consta el para qué, el dañino para qué.
Gracias Margarita por la sinceridad de tu  artículo: La Fundación Villalar,  recordando tu paso por el “cadalso”, y la aclaración  final. Qué se puede esperar de quien se enmascara, o de quienes enmascaran la historia a su conveniencia. Pues eso, ¡nada!, y mucho menos si no les hinchas las velas con el soplido, para navegar en la dirección  que ellos desean.
Nada bueno se puede esperar de aquellos que  no anhelan otra cosa que fundir y confundir dos pueblos, para el regocijo político de unos autonomistas jugando a semidioses, creando, para esto  que llaman comunidad, uno que  osaron  llamar en origen castellanoleonés. En la que, además, a los leoneses nos quieres tener, pero despersonalizados.
Y perdona que discrepe respecto a lo del Cómic. Sí tiene culpa, por omisión, o por intromisión, el autor; como todos aquellos que se pliegan a sus insanos deseos. No es distraída la actuación de la Fundación, es estudiada con perversa intencionalidad hacia León. Puede que me pase un poco al señalar esto, o que tal vez me quede corto, pero así lo percibo.
Nos manejaron en 1988, cuando nos desorganizaron el programa de actos para celebrar lo de las Cortes de León de 1188. Y nos han vuelto a llevar por el camino que a ellos les interesa, para orquestarnos con música castellana la celebración del 1.100 aniversario del Reino de León, en 2010.
En cuanto a culpables, y lo de la tolerancia popular leonesa, para estas significadas tropelías del ente en orden a los sentimientos, lo dejaremos para otra ocasión.    

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