20 de agosto de 2017

Las Diputaciones y lo políticamente especulativo

A propósito de un acto que pasó casi desapercibido.
Con más pena que gloria.

La ensoñación de lo leonés  necesita poco más que un buen deseo de sicoanálisis para comprenderlo. Al sencillo interés de querer seguir siendo leoneses, parece que no le faltan quienes tratan de colocárnoslo, a los persistentes, como una meta que permanece en la distancia  cual conocido engaño de la zanahoria. ¡Seguir!, ¡seguir!, ya os cansaréis; es algo que, mediante el comportamiento político dominante, nos muestran desde el autonomismo centralista que, tiempo ha, habla por nosotros.

Si digo que hay tres Diputaciones leonesas, como es obvio en igual número que provincias, ya sé que no descubro nada; y si añado que incluso la coordinación sentimental entre ellas (las provincias) está en marcado declive, tampoco; por ello quedará muy bien añadir que, el alejamiento de la ciudadanía haciendo caso omiso de su heredad del  Reino de León, Región Leonesa o País Leonés, no confraternizando, se asemeja a un doloso proceder triprovincial de pasar por alto un gran legado; sí, sí, lo sé, enmascarado por lo castellano, ejerciente de infiltrado o dañino catalizador.

Puede que en la región leonesa, innominada por el ente autonómico, se desconociera el papel de Ana Muñoz Merino, de Valencia de don Juan,  entre otras cosas Catedrática de Derecho Financiero y Tributario, y que iba a estar entre nosotros, en León, capital provincial, los días 6 y 7 de julio. 

 Así lo hizo en su mejor versión de especialista en temas relacionados con la financiación de los entes locales y su sistema de recursos tributarios. Con tal actuación se estrenaría como presidenta de la Comisión de Expertos sobre Financiación Local, once personas, mix municipios y Estado.

He dicho actuación, sin connotación especial teatral conocida, en todo caso podría ser en cuanto a puesta en escena por Martínez Majo y Silván, anfitriones, muy del ente autonómico ambos; se trataba de escuchar (dijeron) a los representantes de las diputaciones provinciales... 
Ayuntamientos y cabildos insulares,  reunidos en León.

Era un primer paso, un arranque de los trabajos. Si deducimos que este desembarco en nuestra ciudad era debido a la consideración de leonesa de la presidenta citada, puede que no estemos desencaminados y es de agradecer. Al igual que si nos inclinamos por el grado de paisanaje existente entre ella y Majo.

Claro, con los mimbres citados no se iba a molestar al ente ni tan siquiera para destacar lo cicatero presupuestario de su proceder con la región leonesa. Corrobora esto Luis Mariano, el procurador autonómico por UPL, que días atrás nos “regaló” unos apuntes de su trabajo de conseguidor, “arañando” dineros autonómicos para los leoneses.
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¡Y de la Región Leonesa qué? Durante la jornada ni una alusión a la diferenciación leonesa, ¡ah! que no tocaba. Para un leonés comprometido con su tierra ¡toca siempre!

En número que apenas doblaba al de “oyentes” del citado Consejo, unos veinte, vinieron representando a Diputaciones y Ayuntamientos. No estuvieron las mayores, ni las más importantes instituciones administrativas de la España autonómica. Por ejemplo los  vascos, con diputaciones forales. Instituciones que gozan de gran autonomía y recaudan sus propios impuestos. Los catalanes desde 1980 vienen tratando de eliminarlas, para retomar o no el tema de las veguerías.

Sí estuvo Abel Caballero, presidente de FEMP, dando cierta relevancia a los ayuntamientos. De la innominada Región leonesa, faltaba representación le la diputación de Salamanca, ¡y mira que jugábamos en casa!

Y se hace, en voz política,  un canto a la conveniencia del papel de las diputaciones como pilares provinciales, al menos en servicios básicos. Claro, en el caso leonés, absorbidos por el ente,  sin ellas desapareceremos dentro del  plan variable, según el político que este en cada momento encargado del Plan (¡unificador!) de Ordenación del Territorio.

Ciudadanos, en su papel político de implantación nacional, durante su juego de apoyos gubernamentales, viene diciendo tiempo atrás,  que sobran las diputaciones. Alto coste, escasa utilidad, duplicidad de funciones en muchos casos; se deben eliminar. Pero su postura apoyando al gobierno Rajoy o al autonómico de Herrera, es de empuje o silencio, según convenga, el caso es estar en el candelero político. Incluso llegó a conseguir la asunción del estudio de tal decisión por el PSOE de Pedro Sánchez, cuando éste amagaba con gobernar.

Sin interés especialmente peyorativo, diré que transcurrió el encuentro como  un somero ensayo, ni siquiera alcanzó el de mayor rango de “ensayo general con todo”, fácil de comprender dadas las ausencias y sus connotaciones. Cuando pasen a papel oficial lo hablado y lo propuesto llegue al Parlamento, veremos el aprovechamiento.  De momento creo que la región leonesa perdió una gran ocasión reivindicativa. Los políticos, ¿leoneses?, allí presentes (¡a quienes votamos!) seguro que lucieron sus mejores galas de castellanoleoneses  y posibilitadores del ente que nos absorbe.   ¡Su nefasto proceder lo refrendan los votos que les otorgamos!