30 de noviembre de 2012

Vienen a por nuestro patrimonio comunal

http://www.diariodeleon.es/noticias/provincia/los-pedaneos-de-riello-van-senado-en-defensa-de-los-pueblos_747477.html


Moverse en defensa de nuestro patrimonio está bien, muy bien.  Acudir a  la cosa política para dialogar, imprescindible; tratando de llevar siempre la sonrisa de la calma en el semblante, que pueda abrir puertas, oídos a nuestra firmeza de convicción interior ante una injusticia. En este caso oponiéndonos a la anulación de las pedanías, las juntas vecinales.  


Pero en los movimientos para defender lo nuestro, el gran patrimonio sustentado en el pueblo, ante quien pretende cambiar el rumbo de las cosas leonesas, hay que mostrar la firmeza imprescindible que nos debe afianzar en la razón que nos asiste.

El dato de que sean los pedáneos de una “zona” leonesa, los asistentes, pienso que en representación propia y de sus propios lugares,  no sólo no nos debe de tranquilizar al común leonés, sino añadir un punto de flojedad a nuestra posición defensiva. Más aún ante los interlocutores que se buscaron. De éstos personalmente desconfío sin paliativos, desde luego en su papel político. 

Luis Aznar, en el tema del carbón leonés, dejó bien a las claras su inoperancia por lo propio nuestro, y sí una obediencia ciega  al partido que le ha dado cobijo, lo del pueblo es secundario. ¿Qué podemos espera ahora de él?

El señor Lucas, antaño presidente del ente autonómico que nos tiene abducidos, fiel a su puesto actual será la voz de su jefe en el gobierno. Este señor nos tenía atragantados a los leonesistas, le éramos incómodos, y se decía más leonés que nadie en tanto llamaba bercianos a los bañezanos…    

Desgraciadamente no vale siempre lo de “algo es mejor que nada”.  A la vista de los interlocutores buscados, como una simple muestra, he dicho lo que he dicho, y añado: Por libre, con iniciativas sin coordinación general en el tema, y a golpe de propaganda, olemos a fracaso. Es poderoso el “enemigo”, está temeroso por la crisis que no sabe como vencer, echar mano de un vasto y rico patrimonio es  una tentación adornada con la dulzura de la facilidad, aunque al pueblo leonés le rompa su estructura, su libertad, y le desprovea de sus bienes comunales.

 La unión hace la fuerza, no lo olvidemos, es mi sencilla moraleja…     



21 de noviembre de 2012

Morano, senador. Mas, honorable


En Diario de León he dicho:
http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/morano-senador-mas-honorable_744824.html

Artur Mas, el catalán de Convergencia, molt honorable president de la Comunidad de Cataluña, es hoy sobradamente conocido por todos dado su último papel, político, que le ha llevado a alentar el independentismo, disfrazado en el derecho de Cataluña a ser un nuevo país en la UE; posibilidad que no vamos a analizar. Desempeñando muy bien el papel aludido, con cierto aire de superioridad de quien se ve respaldado por gran mayoría de catalanes, está jugando sus bazas de preeminente valor, por lo que se muestra molestamente altanero. La fuerza independentista que ha ido creciendo en los catalanes de a pie, ha estado instigada largamente por los partidos de la izquierda catalana, objetivable desde lo simbólico como la senyera que ha ido dando paso a l’estelada del independentismo, colocada en los balcones, y con profusión.
Juan Morano, senador del PP por León, actualmente fuera del partido y en un Grupo Mixto senatorial, antes fue diputado, de cuya lista en las pasadas elecciones fue apartado por la cúpula provincial, léase Isabel Carrasco. En León todos saben que años antes ejerció en la política local, precisamente durante los momentos álgidos autonómicos. Y justo en este punto es donde fijaremos nuestra atención.
También jugó con destreza sus bazas, interpretó muy bien su papel con aire de suficiencia, tenía capacidad para ello y tirón personal. Se movió con autoridad en su papel personalista, acaudillando, o mejor deba decir recolectando el voto del leonesismo. Siendo a éstos, los leonesistas, sufridores de un especializado amor por su tierra, a quienes un tiempo trató de guiar con la flauta mágica de su rechazo a la autonomía con Castilla. No pretendo comparar los valores y actuaciones de ambos personajes, simplemente destaco con sencillez coincidencias. Mas, con el «som una nació», alienta a los ciudadanos, y nuestro político lo hizo con el «solos podemos».
Tal vez dejándome llevar de cierta candidez en la interpretación de algunos hechos, pude haber pensado entonces, en los prolegómenos autonómicos, y valorado como posible después, que, Morano, de haber tenido un mínimo de elemental sinceridad en su supuesto «caudillaje» leonesista, y su «rechazo frontal» a la Junta autonómica le hubiera salido del corazón, y no de la especulación del voto para escalar en el partido conservador, con facilidad podía haber contribuido a que los leoneses escribiéramos nuestra propia historia autonómica. Dada su gran capacidad de convocatoria para sacar a la calle ciudadanos, podía haber pasado a la historia leonesa como el «salvador autonómico». Apoyos de personas de reconocida significación leonesista no le hubieran faltado. Demasiado voluble, y valorando el riesgo personal con la frialdad de quien no le mueve el sentimiento, optó por el refugio político del PP.
Actualmente, con el tema del carbón leonés, luce una postura de apoyo a los mineros, y sin entrar a valorar circunstancias familiares o personales, fundamentándonos en anteriores hechos, la verdad, no nos resulta creíble. Veamos ahora unos datos de los movimientos ciudadanos catalanes y los de los leoneses, en sus respectivos feudos. Ellos en su «casa», y nosotros alojados por imperativo político en casa ajena, castellana. Eso sí, salvando las distancias condicionantes, aun cuando primariamente tengan cierta connotación.
En la Diada del 2012 salieron un millón de ciudadanos a las calles. Impresionante cifra sin duda. Pero veamos, Barcelona capital, tiene 1,7 millones de ciudadanos; haciendo abstracción de los que acudieron de otros ámbitos, podíamos decir que salió a la calle el 60%. En este punto es bueno recordar que el  4 de Mayo de 1984, el día de la gran manifestación de leoneses por su autonomía, lo hicimos en número de 80.000 ciudadanos; por aquel entonces la población capitalina estaba formada por 132.000 habitantes, si hacemos abstracción de los llegados de otros puntos, como hicimos en el caso catalán, nuestra respuesta estuvo en el mismo valor numérico en porcentaje, salió  pues  un 60%.  El dato nuestro es muy destacable, y la fuerza oponente a nuestra libertad autonómica, instalada en «nuestros» políticos, de verdadera malignidad hacia el pueblo leonés.
No se nos puede tildar de separatistas a los leonesistas, si seguimos manifestando nuestra disconformidad a seguir en el ente autonómico; pues los leoneses hemos sido llevados hacia donde no queríamos. Ni tampoco silenciarnos con lo de que no es momento, en razón a la coyuntura de precariedad económica, laboral, industrial etc., pues tampoco lo debería ser para la Fundación Villalar, nuestro verdugo con ropajes culturales, empeñada en el invento de una conciencia de comunidad, a la que se dedica un buen capítulo económico en los presupuestos.
La protección o preservación de la identidad leonesa es gratuita, sólo requiere respeto y voluntad. Los leoneses todavía hoy la mantenemos viva, aunque sufra ataques que la minimizan. ¿Pero hasta cuándo podremos? Por otra parte, la creación de la personalidad castellanoleonesa, postiza y forzada, exige dedicación continua y dinero en cantidad, de ahí que desde la Junta se surta a la Fundación Villalar.

10 de noviembre de 2012

Riaño vive en la memoria colectiva de un pueblo


Nuestra modesta aportación al luctuoso 25 aniversario 


¿Un pasado que no tiene futuro…?” Nunca debemos perdernos en el horizonte infinito de lo que vendrá,  sin llevar en nuestra memoria, intención y recuerdo aquello que fue. Y aún más si lo que fue se destruyó de forma tan insensible como insensata. En este caso Riaño, más los ocho pueblos y  los valles que el agua anegó por imperativo político.

Hace 25 años, en la primavera de 1987, acompañando a mi esposa e hija, digamos en plan familiar, nos propusimos hacer un último viaje hacia los valles que se iban a inundar,  y  a los pueblos que  además de ser anegados también sufrirían la destrucción previa de sus casas. 


De tal modo queríamos dejar constancia de lo que siendo presente, y  bajo  amenaza cierta de un futuro de destrucción, que nuestro empeño era intentar gravar un vídeo de lo máximo que pudiéramos recoger en imágenes,  y en el menor tiempo posible; bueno,  del que disponíamos: un sábado.

Sin experiencia alguna entonces, y provistos de una cámara Beta, grande de tamaño, que un buen amigo nos prestó, y no demasiado fácil de manejar por manos desentrenadas, acometimos la tarea propuesta.  

Si ahora tuviéramos que explicar lo conseguido, diríamos que se trata de un vídeo, demasiado casero para nuestra mejor intención, pero muy emotivo, sufrido y vivido casi in extremis, pues, como hemos dicho en alguna ocasión, aunque fuera hipotéticamente sentíamos a nuestra espalda el rebufar de las máquinas destructoras de haciendas, recuerdos y sentimientos.


Empleando algunos recursos de la moderna tecnología hemos conseguido mejorarlo, no tanto como fuera deseable, pero digno,  que hasta nos planteamos darlo a conocer, como  modesta contribución nuestra a los recuerdos, temiendo que pueda refrescar sufrimientos, no deseados,  en los damnificados.


Dotado de una música adecuada, pensamos; y la voz que, en distintos pasajes,  todos en familia  hemos puesto,  lo hemos titulado: 

Riaño, una muerte anunciada…       


1 de noviembre de 2012

De León rampante a cordero de Unicaja




 Cuando nuestra Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León, pasó a denominarse Caja León no perdiendo el nombre ni el símbolo del león rampante, no podíamos sospechar los leoneses que nuestra Caja, porque era de los leoneses y con dinero leonés, estaba entrando en una fase en la que empezaba a olvidar a los clientes-impositores, en tanto elevaba un supuesto vuelo comercial. Tampoco nos sorprendió demasiado el nombre, porque Caja Madrid, marcaba el paso y hasta parecía “graciosa” la nominación.

Llegó el momento clave autonómico, León quedó aprisionado en un ente que el pueblo no había elegido, pero sí los políticos que, paulatinamente y por partidos,  fueron acariciando la idea de acoplarse a los puestos que se generaban, y eso tira mucho.  ¿Y el pueblo?, ¡qué les importaba el pueblo!, tan sólo somos votantes en potencia.

 Un toro cuernimocho que entraba al “engaño con facilidad”, sería el que viniera a sustituir a nuestro león cuando la Caja, nuestra Caja, decidió instalarse, por “insinuación” política, en Valladolid, en el centro del poder;  momento en el  que la silueta del León rampante fue apartado por el citado astado elaborado con cuatro bien trazadas líneas, pasando a  tomar la institución un nombre aséptico: Caja España.  Todo porque Caja León no sonaba bien a los autonomistas castellanos, absortos en sus planes neutralizadores de todo lo leonés.

“Nuestros políticos”, no mostraron ni un ápice del pundonor de otros, en los que levantaría ampollas, no ya que les anularan el símbolo de su pueblo, sino tan sólo el simple hecho de que alguien osara proponérselo.

En el centro del poder autonómico se pensaba en fusiones para conseguir una Caja potente para la Comunidad  que se estaban inventando. Ahí los políticos fracasaron parcialmente, pero la fusión de Caja España  y Caja Duero (Salamanca y Soria) nos afectó directamente,  y en ella convenientemente instalados los representantes políticos encontrarían sillones de privilegio remunerado.  Al parecer “todo político sabe de todo”. Pasaron a controlarla políticamente  los autonomistas aquéllos que siguen buscando hundirnos en la nada identitaria a los leoneses.

        



Unicaja, una saneada entidad  con implante originario en Andalucía, ha llegado a la fase española de recesión en mejores condiciones que otras, pero necesitaba más volumen, ¿de negocio?, y ahí estaba el Banco en apuros: Caja España- Duero… para dar volumen. Dada la precariedad alcanzada por éstas, los controles del Banco España no se hicieron esperar ni antes ni ahora.  Pero esto último se escapa de nuestro propósito.


Ahora  una especie de abanico que maneja como logo Unicaja, dueña del 70%,  será el símbolo primero que acogerá a las entidades fusionadas;  si es que se logra ésta en la que  Caja España y Caja Duero, no serán más que el  30%, de la entidad resultante,  y agradecidas de que no las repudien, pero controlado este porcentaje  por el Banco España.

 ¡Vaya camino que llevamos!