18 de marzo de 2020

Para la historia de un compromiso



“Somos socialistas pero antes leonesistas”, era lo anunciado en  León durante el hito del 84, por  socialistas leoneses, en la Gran Manifestación. ¿Sigue vigente?  El SI parece estar vivo en J.M. Diez. Pero en J.M. Cendón el NO parece ser su respuesta. Por edad, el primero pudo hasta sostener la pancarta y a Cendón las mantillas lo arropaban aún. Cuestión de generación. Mas, hoy podría sentirse heredero de aquel compromiso socialista, él dirá desde su puesto de Secretario General Socialista en la provincia de León; no olvidemos este dato.





Me inclino a pensar que el alcalde socialista  y legionense José Antonio Díez, cuando el consistorio que corrige aprobó  el color púrpura leonés en banda pectoral, bullía ya en su fuero interno la puesta en escena de un plan reivindicativo de autonomía leonesa. Así lo quiero creer aun cuando no sea de vital importancia la hilazón entre ambas cosas.


















Después de la aprobación de la moción hacia la libertad, el alcalde legionense José Antonio Diez, se mueve hacia la recuperación reivindicativa del autogobierno leonés, que no sólo es de justicia histórica y derecho constitucional, sino que supondría una mejora presupuestaria económica notable. En su partido lo tratan de frenar por todos los medios de alto y medio vuelo. Pero les ha sorprendido con su firmeza, buen criterio y templanza.

Su postura que parecía efímera, oportunista han dicho quienes actúan como colaboracionistas con el ente autonómico, se está mostrado tan firme como limpia. Emerge pues, una figura política, socialista y de compromiso con lo leonés (ojalá pudiera añadir leonesista, mas no es imprescindible) defendiendo  nuestra tierra y personalidad leonesas con ideas claras, también sobre nuestros derechos a autonomía propia. Parece estar entre quienes no han desechado la promesa de Baldomero Lozano, la de no decidir por el pueblo, darle voz y acompañarlo en las decisiones tomadas.

El “somos socialistas pero…” hoy parece corroborarlo con el titular dado a un medio escrito: “Me importa mi partido pero más los leoneses”.  ¡Bravo!

La cuartelada autonómica, no sé si el señor Cendón, jefe provincial de los socialistas de León, la maneja y  exhibe físicamente,  aquí o en la campa de Villalar, pero  con el modo de  actuar preferente hacia el ente es otro  modo de mostrarla. Pero, señor Cendón, no nos representa,  nunca aceptamos el ente, estamos ahí por razones impuestas. Una comunidad que, además,  nos han resultado perniciosa,  algo dicho ya en alta voz y demostrado con números.

El resultado autonómico sin paliativos es ¡pésimo! Se falló en lo sentimental y se nos marginó en lo económico social. ¿A qué si no viene esta Mesa por León, para hablar de hacer, en abstracto, y no hacer nada?  Un desvaído interés, más propicio a tapar el movimiento increscendo autonómico leonés, regional leonés, que a resolver una situación ciertamente difícil, de vaciado y descapitalización, a la que el ente nos  ha empujado.  Mesa, por otra parte, a la que se le vincula como promotor o cuando menos de muñidor.

Un  futuro para los leoneses con obsolescencia programada, una década más de amargura, tiempo, dicen, de duración del panorama, donde por consunción intentarán amarrarnos un poco más al ente autonómico. La devaluada mesa, todo un tapabocas efímero, demasiada gente sin cartera y sin compromiso, les servirá como señuelo ocasional, con cartuchos de fogueo para cada momento. ¡No le vemos con planes para León sino son los  de amarre reforzado!

¿Dónde están ahora los socialistas?  No dudo en responderme: Vacios del sentimiento del 84,  instalados en el ente autonómico, actuando como colaboracionistas puesto que no están en condiciones de dirigirlo por culpa de las urnas. Tal comportamiento es lo que conlleva, ¡fallan los votos leoneses! ¿Pero qué les pasa a los castellanos, tampoco les votan?

Un apunte necesario, entiendo que cualquiera de las banderas de las tres provincias de la región, deben mantener un mismo nivel participativo, si bien la purpurada  con el escudo correspondiente es la que recuerda el reino y representa al país leonés para el que acabamos de retomar el sendero defensivo.






La orden partidista, señor Cendón,  de amordazar a los ediles de los pueblos de León que están intentando poner en valor mociones pidiendo la autonomía para los leoneses, es la mejor prueba. Sí, porque amordazar es presionar, y si toma tinte de amenaza, pervierte la democracia. 

No les gusta que triunfe lo leonés,  parecen preferir el anodino y enfermizo dicho de “mapa cerrado”, algo así como “matrimonio para toda la vida”, a la antigua usanza, y León la pata quebrada y en la casa castellana,  totalmente dependiente. Pueblo al que políticamente estiman por el voto, lo desoyen  por obediencia partidista  y  lo venden al más taimado estilo Judas.

                                                
                                          Hace 25 años en La Crónica de León

Por si alguien tiene interés en conocer lo que dije respecto al rey Alfonso, las Cortes de 1188, pidiendo para él una estatua y hablando del "olvido" histórico. Perdón por la calidad de la foto, no la he logrado mejor.