31 de julio de 2016

Fuero de León, otra centenaria celebración


Dejando a un lado la interpretación de la fecha: 1020/1920, que en cierta manera nos lleva a pensar que los propios leoneses de cada época fallamos en nuestro repaso histórico, digamos que en la celebración de entonces hubo de todo. Aludo a fallos y aciertos. Incluido el gran boato de autoridades, opinando y representando.

Transcribo dos apuntes. El primero recoge una buena disposición y mejor deseo de futuro para la próxima celebración. En este caso en la que estamos a punto de entrar.


Es el otro, el error, grave error,  hallando aun sin buscarlo, que está no sólo en la interpretación castellana de lo leonés, sino en haber permitido los organizadores que se colara tamaño despropósito:


Ambos se explican solos.

 ¿A qué desatino estamos hoy abocados cuando tenemos sobre nosotros un ente autonómico empeñado en hablar por nosotros y “nuestros” políticos, porque les votamos,  toleran de todo?  

Propongo la lectura de mi “Tribuna en Diario de León 

¿Prestos a entrar en el milenio del Fuero de León?
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MÁXIMO SOTO CALVO ASOCIACIÓN PRO IDENTIDAD LEONESA
30/07/2016
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Margarita Torres, concejala de Cultura, Patrimonio y Turismo del Ayuntamiento de León por especial empeño del alcalde señor Silván, ha dicho que está trabajando en la confección de un programa de actos para el año entrante, cuando se cumple el milenio del Fuero de León. Para tener todos claro de qué efeméride hablamos, nada como traer aquí algo sobre lo que ha dejado dicho don Justiniano Rodríguez Fernández, importante autoridad en la materia, que lo marca como un hito histórico y señala que en el espíritu del Fuero de León de 1017 se hallan representados los signos más profundos y transcendentes de la tradición histórica leonesa. Y más aún, afirma que siendo una concreción del corpus legislativo hispanogodo, sirvió también de modelo para su adopción o trasplante total en los más sensibles y poderosos núcleos del Reino de León. Siendo de ámbito territorial, reino; y local, exclusivo para ciudad de León. No sé si a tenor de esto último va el empeño de Margarita Torres, su más directa implicación; o si pretende festejarlo como ordenamiento jurídico de todo el territorio, desde su perspectiva histórica, pero con el rabillo del ojo observando los gestos del ente.

El equipo consistorial, en 2010, PSOE-UPL, también puso su mejor empeño en la elaboración de un programa; en aquel caso para celebrar el natalicio del Reino de León, y llegó a crear la conocida Fundación Real. Pues bien, en tal empeño hubo de ceder, toda vez que los dineros solicitados, y concedidos, por Ministerio de Cultura para ello, tenían que ser administrados por la Junta autonómica.
El ente autonómico, ése que habla por nosotros y se lo permitimos, fiel a sus postulados de minimizar lo leonés, e incluso castellanizando los datos, elaboró, mediante la Fundación Siglo, el programa que más convenía a sus intereses frenando lo leonés. Finalizado el año el equipo consistorial PP encabezado por Emilio Gutiérrez no dudo, siguiendo consignas, en finiquitar la fundación leonesa, para evitar que se cumpliera la «promoción y difusión de la cultura leonesa dentro y fuera de nuestras fronteras», tal como rezaba de forma sencilla su mandato escrito. A tenor de lo expuesto las preguntas son: ¿hemos aprendido alguna lección respecto a nuestra libertad leonesa para celebrar lo nuestro? O, dominados por la insensibilidad subsiguiente, por impotencia ¿vamos a seguir tolerando, imposiciones fundacionales teledirigidas?
Desconozco las pretensiones de Margarita Torres, pero la Fundación León Real, podía haber jugado un gran papel hasta hoy, y sin duda alguna en los fastos forales leoneses, si es tal el enfoque que busca la historiadora. Puede que se me diga, que no importa quién lo organice, y así debiera ser si, tomándolo a su cargo el ente con una de sus costosas fundaciones, se coordinara con representantes del pueblo leonés, prestos a ello por vocación, compromiso con lo leonés, más, criterio y facultades para acometer un plan conjunto a fin de conseguir una buena celebración. Un mal menor, pues el ente siempre lleva peligro.
El calendario apremia, entrando ya en la urgencia. Lo ha dejado bien claro Proyecto León que desde 2014 viene incidiendo y desgranando sobre ello. No se trata de una celebración para andar por casa, o lo que es lo mismo, y ante experiencias del poder autonómico ya empleadas en similares conmemoraciones, «hacer que hacer», teniendo como solapada intención frenar toda difusión. Lo que recoge la efeméride tiene jugo para una ciudad, que fue sede real, y por supuesto para el territorio de un reino, la Hispania de su momento, entonces el más importante de la cristiandad, que dejó cosas importantes para España y para más allá de nuestras fronteras.
Margarita Torres, pregunto: ¿no necesita colaboración, tal como la de Proyecto León?


23 de julio de 2016

El PP, el ente autonómico y los no empoderados

Desde que votamos en democracia, esto es, desaparecido el dictador, la derecha tanto en la capital como en la provincia se ha llevado siempre muy buena cosecha de votos. Para mayor precisión, aun no siendo imprescindible para la ocasión, tal vez debiera decir mejor las derechas, o sea la propia mano, su extremo más radical y los situados más al centro entonces UCD, estuvieron recolectando el mayoritario voto llamado conservador.

Quiere esto decir que en León somos de mayoría conservadora, pues pienso que no; sí que siempre este electorado ha sido de más fácil movilización,  tal vez porque sus primeros políticos habían participado en el conocido “movimiento”; más los derivados del “alzamiento  y querían seguir “estando”… en la línea democrática.

En el hipotético centro, desaparecido UCD y luego CDS, el moderado electorado que lo integraba, pasaría a ser un caladero en el que pescarían tanto la derecha conservadora como la izquierda socialista. Con el truco centro derecha y centro izquierda.

El PC leonés, desde el primer momento de la construcción autonómica, se posicionó del lado de un ente autonómico, hábilmente conducido por la parte castellana que siempre se ha preocupado de León, no para contar con él,  sí para absorberlo. Lo han hecho de forma constante, incluso agrupados más tarde en IU.

Los socialistas, PSOE, bien apoyados en el castellano Peces Barba, y desaparecido Baldomero Lozano que quería escuchar la voz plebiscitaria de los leones en el sentido autonómico, han propiciado la fusión castellano-leonesa, a pesar de que los leoneses opusimos tanta resistencia como pudimos, los leonesistas sigamos en la brecha, y en sus filas el PSOE sostengan  miembros que comparten este sentimiento.

La Alianza Popular, de Fraga, en los primeros compases autonómicos en León, jugó a la autonomía leonesa, más bien uniprovincial. Con Morano, el de “León Solo” se llevó electoralmente, en su mejor momento, muy buena parte del voto del movimiento leonesista.  E integrada en el naciente PP, su fidelidad al ente autonómico ha ido increscendo, a medida que se consolidaban en el poder, no conservando ni la más mínima labor, cuando menos in vigilando, de los agravios, además de los identitarios, en lo económico y social que se nos habían venido infiriendo.

Los leoneses, pasmosamente “agradecidos”, en las pasadas elecciones Generales, han premiado la lista  PP como la más votada. Algo muy difícil de entender.

En León provincia, según censo, empezamos optando a 6 escaños, pronto, metidos de lleno en la autonomía hostil que nos engloba, bajamos a 5, y siguiendo la cuesta abajo en las pasadas del 26J tan sólo pudimos ya optar a 4. Parece que cerramos los ojos a la realidad, y  premiamos al PP con mayoritaria cosecha de votos. ¿Cómo entenderlo? 
  
PODEMOS, como es de sobra conocido,  ha apoyado desde su “nacimiento circular” al ente autonómico; ¡son más escaños a conseguir!, ¡por qué perder el tiempo escuchando al pueblo leonés!

En las últimas elecciones Generales, Unidos Podemos para la ocasión, han conseguido reafirmar el escaño conseguido en las de Diciembre aquí  en León, y en el cómputo nacional los setenta, muy lejos de las previsiones y expectativas.

Pero ¡atención!, su mensaje electoral ya no parecía ir en busca del voto del ciudadano que anhelaba el empoderamiento prometido. Todo un canto a la libertad potestativa ciudadana,  ideal para ensayar la transversalidad, que resultó efímera  transformada en canto “de sirenas”. Desde la consolidación como partido, ha tomando las mañas, o al menos apariencias, de  aquéllos a los que llamaron casta.  Y el empoderamiento de los leoneses como leoneses ¡nada de nada!          

12 de julio de 2016

1.000 Aniversario del Fuero de León, otro hito

Cuando Margarita Torres, nuestra historiadora, escritora y cronista oficial en excedencia, anunció,  respecto al Fuero de León y su mil aniversario: “Ya trabajamos en un amplio programa”, me asaltaron todos los temores del mundo.  Y no porque dude de su capacidad organizadora, o  de su equipo,  y mucho menos de su  especial conocimiento histórico, sino por la injerencia, de momento en la sombra para mí, no sé si para ella también, de las Fundaciones Siglo o Villalar, como intermediarias, o peor aún, impositoras de ideas o programas de los acontecimientos a conmemorar, de modo especial en León. 


La frase de Margarita, salvando la distancia y significado, tan sólo por la construcción, me recordó aquélla del entonces presidente de España, señor Aznar: “Estamos trabajando en ello”, dicho con acento tontuno tejano influenciado por Bush el  presidente de USA, durante la preparación de la guerra de Irak. 

Aquí y ahora, en los antecedentes de las Fundaciones citadas,  se fundamenta mi desasosiego recordando su comportamiento  en dos recientes y anteriores ocasiones, ante las que yo, como leonés, ya  he puesto las barbas a remojar, antes de que nos afeiten en seco desde el ente autonómico la celebración en ciernes.

    Es bueno recordar que, en 1988, para el VIII centenario de las Cortes de Alfonso IX, nos montaron con todo adelantamiento interesado un programa, desvirtuador de lo leonés.  Con un plan bien concebido iniciaron en Burgos en septiembre de 1986, un Congreso Científico sobre la Historia de las Cortes de Castilla y León. Buscaban ensalzar las Cortes autonómicas,  justificar así la autonomía.

Se trataba de castellanizar una efeméride propiamente leonesa, en la que un Rey privativo del Reino de León, Alfonso IX, convocando al pueblo leonés, representado por los Buenos Hombres de las ciudades del reino, a participar en una Magna Curia en 1188, estaba dando origen a todas las Cortes parlamentarias de Europa.

Respecto a  este último dato su postura fue el deslucirlo, cuando no ignorarlo. La segunda etapa del Congreso fue en Salamanca, abril de 1987;  nada que objetar a la localización si en su intención hubiera estado respetar el País Leonés,  mas no era así, su interés está puesto en continuar la labor castellanizadora, pues en  ella pusieron todo su énfasis en estudiar la Corona de Castilla, sus Cortes y las de “Los restantes Reinos Peninsulares”, para qué decir más.

En septiembre de 1988, aquí en León capital, hubo quien se movió para que el cierre del Congreso con motivo del centenario,  no supusiera un cerrojazo a lo leonés en favor del invento castellano-leonés.  Al menos a los leonesistas se nos estaba atragantando por los manejos del ente. Como resultaba imposible soslayarlo, el remate de “su” programa  fue en León; no faltando quien nos hacía  aparecer como unos intransigentes usurpadores, que pretendíamos apropiarnos de algo que ha heredado la Comunidad llamada Castilla y León.  Ahí es nada. 


El Sr. Sánchez Reyes, salmantino, presidente de las Cortes Autonómicas entonces, no sin el boato pertinente, el día 15/9 inauguró en León los actos programados por ellos para que, nuestra fiesta, la celebráramos los leoneses al son que nos tocaran. Este señor, lleva hasta el extremo su magnanimidad, y dice públicamente: “desde el primer día estuvo claro que la ciudad para celebrar el Centenario debía ser León”. 
Una obviedad que empleaba cual halago, y  hacía daño al pretender que fuera tomado como una dádiva.


Resultado: Una pobre celebración para lo leonés, bien orquestada por el ente autonómico, robándonos protagonismo descaradamente, y sin apenas repercusión popular. 



La segunda y más próxima ocasión, nos coloca en 2010.  Se trataba de celebrar el 1.100 aniversario del nacimiento del Reino de León. Para la ocasión estaban en el Ayuntamiento de la capital los socialistas encabezados por Francisco Fernández, con el apoyo de UPL, dirigido por Javier Chamorro.



El Consistorio se puso  con ahínco en la redacción de un programa conmemorativo para tal acontecimiento. Y hasta diseñaron y pusieron en funcionamiento la que llamaron Fundación León Real, con intención de permanencia posterior, dedicada a la “promoción y difusión de la cultura leonesa dentro y fuera de nuestras fronteras”. A buen seguro que en el ente autonómico se encendieron todas las alarmas, ¡León iba a reclamar su historia, revivirla, potenciarla y darla a conocer! 

Pero hete aquí que el equipo consistorial para la organización de los actos conmemorativos solicitó al Ministerio  de Cultura, unas partidas económicas que permitieran acometer lo previsto. Y las concedieron. Pero el Ayuntamiento “era menor de edad”, los dineros se trasvasarían al ente autonómico, y éste, dispondría…de ahí a que la Fundación Siglo tomara “la manija” organizativa y manejara los dineros, nuestros dineros, un paso.

Todos recordaremos que fue nombrado Comisario de los actos conmemorativos Juan Pedro Aparicio, pero a los mandos estaban el ente y la Fundación Siglo. Unos leonesisas, activos en el momento, entre los que me encontraba como padre de la idea, propusimos la participación de los Pendones leones haciendo unas etapas del Camino de Santiago y unos oportunos filandones de cada final de trayecto.  La idea le gustó al Comisario, mas, para todo ya no quedaba dinero, dijeron los que mandan.

Pero hubo otra cosa que me descolocó; la Fundación y los dineros que no alcanzaban, pretendían empezar con una concentración en Burgos. Nada que objetar hacia la ciudad  castellana Burgos,  sino tuviéramos en el subconsciente el encuentro ya citado del VIII centenario de la Cortes para frenarnos a los leoneses, orquestado por el ente. Personalmente presenté mi negativa, lo leonés no se debía maquillar, sí ensalzar desde la libertad de un pueblo que desde el Medievo supo ganársela. Y me retiré. Puede que tampoco estaba en mis manos haber hecho mucho más.


Aparicio hizo bien su parte, hay que decirlo. “La Cuna del Parlamentarismo”,  en vídeo, su obra, escrita y dicha por él, un gran éxito. 

La injerencia autonómica, de principio a fin,  insufrible. El ente autonómico, ése que habla por nosotros y se lo permitimos, cumplió otra etapa unificadora, en detrimento de lo leonés. 

Dejé dicho: ¡Adiós! 1.100 aniversario… ¡Te vas para no volver! Y encauzado en el vivir de la nostalgia todo sigue, y me pregunto: ¿qué nos has dejado además de la ilusión maltrecha?

Para el natalicio del reino, con tiempo suficiente, escribí que se debía haber nombrado un equipo “Ágil, fiable y ¡leonés!,  que diseñara, organizara y controlara los actos. No pudo ser por cuanto ha quedado dicho. 

Ahora y en base a los recuerdos, zancadillas y teledirecciones autonómicas, mucho me temo que, con el gobierno PP en la nación y en el ente, se repitan las consignas controladoras y el equipo que dirige Margarita Torres tan sólo colocará aquello que ente autonómico con sus fundaciones permita.

¿Hasta cuándo?