31 de diciembre de 2012

Cantores del Ramo Leonés



Era el primer día de la vacación navideña, pero  madrugó como de costumbre. A mi nieta Elena parecía costarle poco esfuerzo tal cosa, si bien la verdad era que, o saltaba de la cama al primer impulso de sus once añitos, o después ya la costaba.

Leonesa de nacimiento, vivía con sus padres en Cataluña, una Comunidad que por voluntad popular caminaba hacia nación, según decían sus políticos.  Pero las costumbres leonesas que nosotros, sus abuelos, la contábamos desde pequeñita, más el complemento perfecto que sus padres ponían en familia, mediante una cita anual bien aprovechada en la tierra, allá cuando agosto aún no había empezado a enfriar el rostro de los leoneses, hacía lo demás.

Lo que la llevaba a asimilar, sin menoscabo alguno por las costumbres  de la tierra catalana, las tradiciones leonesas que parecían encantarla.

Aún sin desayunar, apenas eran las ocho de la mañana, se encerró en su dormitorio, y ante la mesa de trabajo y estudio,  emprendió una tarea que se había propuesto. Papel, pegamento, tijeras y pinturas nunca la faltaban. Su destreza en las labores de manualidades era bien conocida, y para la ocasión estaba dispuesta a emplearla, eso sí con prontitud, cuando se ponía a ello le gustaba acabar pronto.

Todo esto lo supimos cuando desde León llegamos a Cataluña dispuestos a pasar juntos las navidades. En esos momentos de concentración familiar, nunca perfecta, pues el vivir nos trae la añoranza de aquéllos que nos han dejado, cualquier detalle más o menos espontáneo, en especial si procede de manos infantiles, tiene un encanto especial que dulcifica y atempera los ánimos. Por ello nos tenía la sorpresa preparada…


La tarde del día anterior había estado acompañando a su madre, ayudándola a rescatar del armario de los “recuerdos”, un árbol leonés que todos los años colocaban por la Navidad. Y como nosotros, los abuelos, también teníamos otro pequeño, de sobremesa, que nunca faltaba a la cita, ella quiso elaborar el complemento que consideró necesario: dos esquemáticos leoneses de papel, que, junto al “Ramo”, venían a cantar su coplillas, de ahí que tuvieran en las manos ante sus abiertos ojos el  pentagrama oportuno.

Cuando nos los entregó, con la naturalidad de quien está conforme con la obra ejecutada y del resultado emotivo de ella, encontramos en el gesto el calor de la navidad que partiendo de cosas sencillas toma el más amplio de los valores. 
Navidad de 2012    







16 de diciembre de 2012

Un relato por Navidad 2012


Un  León para un Reino     


Pongo mi recuerdo y pienso, en la tan entrañable como emblemática figura del león. Ese felino que, los leoneses de cada época, hemos sabido colocar en nuestras enseñas, hasta el punto de ir más allá de ser una pieza de blasón. Precisamente aquél que fue intocable y respetado ayer,  y hoy…
                                                 

León pasante, al que con admiración observo en su imagen fija de prudente caminar, cual si de siempre estuviera pidiendo permiso para hacerlo. Levantando  con estudiada pausa su pata, marca un  saludo,  y ha llegado a componer una  figura familiar. En color púrpura, sin descomponer ni un instante su sereno aspecto, lleva implícito un potencial defensivo, y  prendido en el paño de la gran bandera, el pendón leonés, ha ondeado color y símbolo de un reino en expansión.


Puede que los leoneses hayamos tardado en comprender, o acaso lo ignoremos, que allá en lo más hondo de su entraña, podía llevar prendido el dolor de una incomprensión. Algo que le mortificaba.  Si hubiera podido de alguna manera soltar aquella duda, habría quedado liberado de la pesadilla de no ser más que un símbolo cuando le hubiera gustado ser quien nominara a un pueblo: León…es.


Me duele pensar que en sus adentros, silente haya llevado el hondo pesar de que, fieles a unas supuestas raíces, fuéramos raudos a aquel manantial: Al  Legio de la vanidad original romana, para nominar a un reino, a una región… Y prefiriéramos ser legionenses, una vez que hubimos bebido hasta saciarnos, en el permanente chorro de aquella fuente,  la verdad nominal  para  ser leoneses.

Mas, no queda ahí la cosa, en su momento, sin duda un singular momento, le hicimos cambiar la figura de calmoso león pasante, el de medieval prestancia, el que nos ayudó en mil batallas señalando presencia y  posición, y representaba para nuestros reyes el poder de su reinado, y para el territorio que dominaban  el empuje hacia el futuro de un reino, por otra estampa en la que, sin cambiar su esencia, mostrara su faceta más agresiva.


Y así  el gran rey leonés Alfonso IX, modificando su figura  haría más agresiva su silueta, erguido, con las zarpas rasgando el viento, transformado  en un león rampante. Nada que reprochar al rey, pues supo comprender al pueblo,  a nosotros los leones, convocándonos  a sus Cortes para que la voz popular fuera escuchada.


Era 1188, y el león, simplemente, pronto  cambiaría su figura en las enseñas. 

Sabedores sois de  que con esta decisión del rey leonés, en el simbólico león no hay desdoblamiento de personalidad,  es una pose, una actitud, pero sigue encerrando el mismo compromiso para con nosotros, los leoneses.

Y ahora, por la Navidad del 2012, cuando todo parece ser afinidad festejable, me atrevo a formular una sugerencia: que todos le reservemos un lugar en el recuperado árbol de nuestra Navidad leonesa. Y que no bajemos la guardia como Pueblo Leonés, él, nuestro símbolo,  nos asegura fidelidad; nosotros, ahuyentando peligrosos conformismos, sigamos  firmes en nuestro derecho a permanecer siendo leoneses, haciendo honor a su “fiereza” ante los maliciosos embates del ente autonómico que nos trata de abducir.                                                   

                                             ******
                 

Terminado éste. He podido ver perfectamente integrado el león rampante en un Ramo Leonés de Navidad. Lo publicó “Mayo Historias” como fotografía de Juan Abad. Me ha alegrado enormemente. Nada como una imagen para una explicación.





También recojo unas palabras bellas para la navidad,  que ha publicado “San Miguel de Escalada”: “Que la luz y la paz esté contigo”, a la que me he permitido añadir, sin tratar de modificarla, como complemento: luz en la mirada y paz en el corazón para compartir.





                            FELIZ NAVIDAD 2012,  para todos…      

                                                 

30 de noviembre de 2012

Vienen a por nuestro patrimonio comunal

http://www.diariodeleon.es/noticias/provincia/los-pedaneos-de-riello-van-senado-en-defensa-de-los-pueblos_747477.html


Moverse en defensa de nuestro patrimonio está bien, muy bien.  Acudir a  la cosa política para dialogar, imprescindible; tratando de llevar siempre la sonrisa de la calma en el semblante, que pueda abrir puertas, oídos a nuestra firmeza de convicción interior ante una injusticia. En este caso oponiéndonos a la anulación de las pedanías, las juntas vecinales.  


Pero en los movimientos para defender lo nuestro, el gran patrimonio sustentado en el pueblo, ante quien pretende cambiar el rumbo de las cosas leonesas, hay que mostrar la firmeza imprescindible que nos debe afianzar en la razón que nos asiste.

El dato de que sean los pedáneos de una “zona” leonesa, los asistentes, pienso que en representación propia y de sus propios lugares,  no sólo no nos debe de tranquilizar al común leonés, sino añadir un punto de flojedad a nuestra posición defensiva. Más aún ante los interlocutores que se buscaron. De éstos personalmente desconfío sin paliativos, desde luego en su papel político. 

Luis Aznar, en el tema del carbón leonés, dejó bien a las claras su inoperancia por lo propio nuestro, y sí una obediencia ciega  al partido que le ha dado cobijo, lo del pueblo es secundario. ¿Qué podemos espera ahora de él?

El señor Lucas, antaño presidente del ente autonómico que nos tiene abducidos, fiel a su puesto actual será la voz de su jefe en el gobierno. Este señor nos tenía atragantados a los leonesistas, le éramos incómodos, y se decía más leonés que nadie en tanto llamaba bercianos a los bañezanos…    

Desgraciadamente no vale siempre lo de “algo es mejor que nada”.  A la vista de los interlocutores buscados, como una simple muestra, he dicho lo que he dicho, y añado: Por libre, con iniciativas sin coordinación general en el tema, y a golpe de propaganda, olemos a fracaso. Es poderoso el “enemigo”, está temeroso por la crisis que no sabe como vencer, echar mano de un vasto y rico patrimonio es  una tentación adornada con la dulzura de la facilidad, aunque al pueblo leonés le rompa su estructura, su libertad, y le desprovea de sus bienes comunales.

 La unión hace la fuerza, no lo olvidemos, es mi sencilla moraleja…     



21 de noviembre de 2012

Morano, senador. Mas, honorable


En Diario de León he dicho:
http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/morano-senador-mas-honorable_744824.html

Artur Mas, el catalán de Convergencia, molt honorable president de la Comunidad de Cataluña, es hoy sobradamente conocido por todos dado su último papel, político, que le ha llevado a alentar el independentismo, disfrazado en el derecho de Cataluña a ser un nuevo país en la UE; posibilidad que no vamos a analizar. Desempeñando muy bien el papel aludido, con cierto aire de superioridad de quien se ve respaldado por gran mayoría de catalanes, está jugando sus bazas de preeminente valor, por lo que se muestra molestamente altanero. La fuerza independentista que ha ido creciendo en los catalanes de a pie, ha estado instigada largamente por los partidos de la izquierda catalana, objetivable desde lo simbólico como la senyera que ha ido dando paso a l’estelada del independentismo, colocada en los balcones, y con profusión.
Juan Morano, senador del PP por León, actualmente fuera del partido y en un Grupo Mixto senatorial, antes fue diputado, de cuya lista en las pasadas elecciones fue apartado por la cúpula provincial, léase Isabel Carrasco. En León todos saben que años antes ejerció en la política local, precisamente durante los momentos álgidos autonómicos. Y justo en este punto es donde fijaremos nuestra atención.
También jugó con destreza sus bazas, interpretó muy bien su papel con aire de suficiencia, tenía capacidad para ello y tirón personal. Se movió con autoridad en su papel personalista, acaudillando, o mejor deba decir recolectando el voto del leonesismo. Siendo a éstos, los leonesistas, sufridores de un especializado amor por su tierra, a quienes un tiempo trató de guiar con la flauta mágica de su rechazo a la autonomía con Castilla. No pretendo comparar los valores y actuaciones de ambos personajes, simplemente destaco con sencillez coincidencias. Mas, con el «som una nació», alienta a los ciudadanos, y nuestro político lo hizo con el «solos podemos».
Tal vez dejándome llevar de cierta candidez en la interpretación de algunos hechos, pude haber pensado entonces, en los prolegómenos autonómicos, y valorado como posible después, que, Morano, de haber tenido un mínimo de elemental sinceridad en su supuesto «caudillaje» leonesista, y su «rechazo frontal» a la Junta autonómica le hubiera salido del corazón, y no de la especulación del voto para escalar en el partido conservador, con facilidad podía haber contribuido a que los leoneses escribiéramos nuestra propia historia autonómica. Dada su gran capacidad de convocatoria para sacar a la calle ciudadanos, podía haber pasado a la historia leonesa como el «salvador autonómico». Apoyos de personas de reconocida significación leonesista no le hubieran faltado. Demasiado voluble, y valorando el riesgo personal con la frialdad de quien no le mueve el sentimiento, optó por el refugio político del PP.
Actualmente, con el tema del carbón leonés, luce una postura de apoyo a los mineros, y sin entrar a valorar circunstancias familiares o personales, fundamentándonos en anteriores hechos, la verdad, no nos resulta creíble. Veamos ahora unos datos de los movimientos ciudadanos catalanes y los de los leoneses, en sus respectivos feudos. Ellos en su «casa», y nosotros alojados por imperativo político en casa ajena, castellana. Eso sí, salvando las distancias condicionantes, aun cuando primariamente tengan cierta connotación.
En la Diada del 2012 salieron un millón de ciudadanos a las calles. Impresionante cifra sin duda. Pero veamos, Barcelona capital, tiene 1,7 millones de ciudadanos; haciendo abstracción de los que acudieron de otros ámbitos, podíamos decir que salió a la calle el 60%. En este punto es bueno recordar que el  4 de Mayo de 1984, el día de la gran manifestación de leoneses por su autonomía, lo hicimos en número de 80.000 ciudadanos; por aquel entonces la población capitalina estaba formada por 132.000 habitantes, si hacemos abstracción de los llegados de otros puntos, como hicimos en el caso catalán, nuestra respuesta estuvo en el mismo valor numérico en porcentaje, salió  pues  un 60%.  El dato nuestro es muy destacable, y la fuerza oponente a nuestra libertad autonómica, instalada en «nuestros» políticos, de verdadera malignidad hacia el pueblo leonés.
No se nos puede tildar de separatistas a los leonesistas, si seguimos manifestando nuestra disconformidad a seguir en el ente autonómico; pues los leoneses hemos sido llevados hacia donde no queríamos. Ni tampoco silenciarnos con lo de que no es momento, en razón a la coyuntura de precariedad económica, laboral, industrial etc., pues tampoco lo debería ser para la Fundación Villalar, nuestro verdugo con ropajes culturales, empeñada en el invento de una conciencia de comunidad, a la que se dedica un buen capítulo económico en los presupuestos.
La protección o preservación de la identidad leonesa es gratuita, sólo requiere respeto y voluntad. Los leoneses todavía hoy la mantenemos viva, aunque sufra ataques que la minimizan. ¿Pero hasta cuándo podremos? Por otra parte, la creación de la personalidad castellanoleonesa, postiza y forzada, exige dedicación continua y dinero en cantidad, de ahí que desde la Junta se surta a la Fundación Villalar.

10 de noviembre de 2012

Riaño vive en la memoria colectiva de un pueblo


Nuestra modesta aportación al luctuoso 25 aniversario 


¿Un pasado que no tiene futuro…?” Nunca debemos perdernos en el horizonte infinito de lo que vendrá,  sin llevar en nuestra memoria, intención y recuerdo aquello que fue. Y aún más si lo que fue se destruyó de forma tan insensible como insensata. En este caso Riaño, más los ocho pueblos y  los valles que el agua anegó por imperativo político.

Hace 25 años, en la primavera de 1987, acompañando a mi esposa e hija, digamos en plan familiar, nos propusimos hacer un último viaje hacia los valles que se iban a inundar,  y  a los pueblos que  además de ser anegados también sufrirían la destrucción previa de sus casas. 


De tal modo queríamos dejar constancia de lo que siendo presente, y  bajo  amenaza cierta de un futuro de destrucción, que nuestro empeño era intentar gravar un vídeo de lo máximo que pudiéramos recoger en imágenes,  y en el menor tiempo posible; bueno,  del que disponíamos: un sábado.

Sin experiencia alguna entonces, y provistos de una cámara Beta, grande de tamaño, que un buen amigo nos prestó, y no demasiado fácil de manejar por manos desentrenadas, acometimos la tarea propuesta.  

Si ahora tuviéramos que explicar lo conseguido, diríamos que se trata de un vídeo, demasiado casero para nuestra mejor intención, pero muy emotivo, sufrido y vivido casi in extremis, pues, como hemos dicho en alguna ocasión, aunque fuera hipotéticamente sentíamos a nuestra espalda el rebufar de las máquinas destructoras de haciendas, recuerdos y sentimientos.


Empleando algunos recursos de la moderna tecnología hemos conseguido mejorarlo, no tanto como fuera deseable, pero digno,  que hasta nos planteamos darlo a conocer, como  modesta contribución nuestra a los recuerdos, temiendo que pueda refrescar sufrimientos, no deseados,  en los damnificados.


Dotado de una música adecuada, pensamos; y la voz que, en distintos pasajes,  todos en familia  hemos puesto,  lo hemos titulado: 

Riaño, una muerte anunciada…       


1 de noviembre de 2012

De León rampante a cordero de Unicaja




 Cuando nuestra Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León, pasó a denominarse Caja León no perdiendo el nombre ni el símbolo del león rampante, no podíamos sospechar los leoneses que nuestra Caja, porque era de los leoneses y con dinero leonés, estaba entrando en una fase en la que empezaba a olvidar a los clientes-impositores, en tanto elevaba un supuesto vuelo comercial. Tampoco nos sorprendió demasiado el nombre, porque Caja Madrid, marcaba el paso y hasta parecía “graciosa” la nominación.

Llegó el momento clave autonómico, León quedó aprisionado en un ente que el pueblo no había elegido, pero sí los políticos que, paulatinamente y por partidos,  fueron acariciando la idea de acoplarse a los puestos que se generaban, y eso tira mucho.  ¿Y el pueblo?, ¡qué les importaba el pueblo!, tan sólo somos votantes en potencia.

 Un toro cuernimocho que entraba al “engaño con facilidad”, sería el que viniera a sustituir a nuestro león cuando la Caja, nuestra Caja, decidió instalarse, por “insinuación” política, en Valladolid, en el centro del poder;  momento en el  que la silueta del León rampante fue apartado por el citado astado elaborado con cuatro bien trazadas líneas, pasando a  tomar la institución un nombre aséptico: Caja España.  Todo porque Caja León no sonaba bien a los autonomistas castellanos, absortos en sus planes neutralizadores de todo lo leonés.

“Nuestros políticos”, no mostraron ni un ápice del pundonor de otros, en los que levantaría ampollas, no ya que les anularan el símbolo de su pueblo, sino tan sólo el simple hecho de que alguien osara proponérselo.

En el centro del poder autonómico se pensaba en fusiones para conseguir una Caja potente para la Comunidad  que se estaban inventando. Ahí los políticos fracasaron parcialmente, pero la fusión de Caja España  y Caja Duero (Salamanca y Soria) nos afectó directamente,  y en ella convenientemente instalados los representantes políticos encontrarían sillones de privilegio remunerado.  Al parecer “todo político sabe de todo”. Pasaron a controlarla políticamente  los autonomistas aquéllos que siguen buscando hundirnos en la nada identitaria a los leoneses.

        



Unicaja, una saneada entidad  con implante originario en Andalucía, ha llegado a la fase española de recesión en mejores condiciones que otras, pero necesitaba más volumen, ¿de negocio?, y ahí estaba el Banco en apuros: Caja España- Duero… para dar volumen. Dada la precariedad alcanzada por éstas, los controles del Banco España no se hicieron esperar ni antes ni ahora.  Pero esto último se escapa de nuestro propósito.


Ahora  una especie de abanico que maneja como logo Unicaja, dueña del 70%,  será el símbolo primero que acogerá a las entidades fusionadas;  si es que se logra ésta en la que  Caja España y Caja Duero, no serán más que el  30%, de la entidad resultante,  y agradecidas de que no las repudien, pero controlado este porcentaje  por el Banco España.

 ¡Vaya camino que llevamos!






















22 de octubre de 2012

Una profesora leonesa de gran personalidad



Ya me ha sorprendido  otras veces Luis Artigues al leer en Diario de León su columna “El aullido”, por cierto sin saber si el aullido es animal,  o de pavor humano que en este caso encaja colateralmente con lo que fuerza mi atención.  Y me explico, lo significativo para mí en torno a esto es el personaje al que en esta ocasión dedica su escrito: María José Álvarez Maurín.





Y me sorprendió la noticia, por cuanto cita a la profesora del Dpto. de Filología Moderna en nuestra Universidad,  a quien conocí en otra faceta bien distinta. Sabedor de sus inquietudes, su deseo de hacer cosas por su tierra, nada mejor que el campo universitario en el que se mueve para ingeniarse algo destacable que efectuar.

Las siglas ULE, bajo las cuales ejerce su labor docente, me recordaron aquéllas otras, UPL, por supuesto sin connotación alguna, de un pasado común que nos vinculaba a inquietudes leonesistas, aunque puede que en desigual medida.  


Si la formación leonesista citada hubiera caminado por una senda de inequívoca actitud, sin personalismos poco asumibles y con fidelidad a los postulados, ¿quiénes mejor que algunos profesores de la ULE, que hicieron intentos de permanencia y aportaron empuje, para ayudar a llevar al mejor destino el leonesismo político?







En el caso de María José creo mejor situarla, en aquel entonces, en  el leonesismo sociopolítico. Y no creo equivocarme si dijera que alejada del movimiento político en singular.  Mi enhorabuena a la profesora por la faceta investigadora, y  en su labor creadora, aunque no sea en solitario, de los Congresos de Ficción Criminal en la ULE.

Si tuviera decisión suficiente para ello, y en torno al tema en el que puedo desenvolverme con cierto equilibrio: el leonesismo en general y el autonómico en particular, y afianzado en esto último, intentaría centrar la negra letra de un relato del sufrimiento sicológico de un personaje leonés perdido en lo trances aplastantes autonómicos del  ente asfixiador intitulado Castilla y León.  Todo bajo las  “Claves para un enigma” tratando de sorprender a la amiga y profesora.   










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19 de octubre de 2012

Un Aval para el Mundial de ciclismo en Ponferrada


El ente autonómico, el de la irracional regionalidad pretendida por los autonomistas que nos administran desde las llamada Comunidad de Castilla y León, atornillándonos  a los leoneses con un Estatuto que nunca hemos aceptado, juega con nuestros intereses, mientras se van evanesciendo nuestros sueños racionales de libertad.



El aval anunciado de 4 millones para poder asentar la acogida del Mundial de Ciclismo en Ponferrada, anunciado días atrás, acaba de entrar en un juego de ahora sí, pero no. 


“Lo tenemos en estudio”, ha dicho la consejera de hacienda de la Junta, Pilar del Olmo, que así justifica el pero.  Siembran la duda y se quedan tan frescos comentando que están buscando soluciones. Tal vez piensen en la posibilidad de echar mano de los fondos Miner, la bolsa  para reactivar las comarcas mineras leonesas,  que parece ser el cajón de sastre válido para todo. 


La Junta tiene voluntad, ha dicho el señor Silván, de compromiso autonómico con el deporte; en este caso el ciclismo, el Mudial de 2014 en el Bierzo. Lo ha hecho luciendo una de sus mejores sonrisas, que en vedad se van haciendo cada vez más estereotipadas. No debe resultar nada fácil ser fiel al ejecutivo autonómico, ése que pretenden seguir denominando regional, y agradar al personal sufridor civil votante. El aval puede ser de muchas formas, ha dejado dicho, o de diferentes tipos. O se avala o no se avala, éste es el “ser o no ser”… 



3 de octubre de 2012

Los Documentos del Consejo de Asturias y León




La noticia se puede leer en el Diario de León de hoy.
http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/el-principado-pide-regreso-de-documentos-del-consejo-de-asturias-y-leon_730678.html





“Rafael Fernández, nieto del histórico socialista Belarmino Tomás, pidió ayer al gobierno regional el regreso a Asturias de los archivos y documentos originados durante el gobierno del Consejo de Asturias y León”. 


Comento de modo reflexivo:

Lo nomina bien Rafael Fernández: Consejo de Asturias y León, porque no hay más remedio, para luego, al menos en la noticia, no volver a hacer mención de la otra parte, y no menor, a León. Si León participó en el Consejo, como así fue nominalmente; cuando menos tiene el mismo derecho que Asturias a tener en su poder el orgullo patrimonial de ese pasado en común. Pero el autor de la reclamación, la que debemos considerar muy razonable, habla de su Asturias como depositaria final de ese patrimonio. Pues “cada pueblo debe recuperar su historia”. 

Y dónde queda León, ¿acaso no tiene derecho a compartir ese tesoro documental? Ese Consejo, más de uno en el momento de la formación autonómica de España, amén de la afinidad astur leonesa, lo esgrimieron como fundamento de un territorio autonómico en común. No fue así, y puede que no debamos lamentarlo, pero sí que otros nos incorporaran a empellones en autonomía con parte de Castilla. Siempre nos dejamos sorprender y avasallar, ¿hasta cuándo? 

Aunque solo pusiéramos soldados, hombres, en el Frente del Norte, allá por las zonas de Pajares y Babia, y poco caletre en el Consejo Soberano, sobre  el que planean dudas de eficacia y buen hacer, no se nos puede dejar fuera, incluso sin nominación, a conveniencia de la otra parte.

Los belarminos, el “acuñado” papel moneda, tal como denomino el propio presidente del Consejo Belarmino Tomás.


Fue éste, un personaje controvertido que instauró el gobiernín que tituló Azaña, presidente de la República española, no queriendo dar pábulo al independetista gesto, son los más gráficos recuerdos de aquel Consejo Soberano.
Cuatro de estos belarminos, los guardo enmarcados con verdadero interés, aunque el gobierno fuera efímero, apenas dos meses, y la participación leonesa no le anduviera a la zaga. 






    
                                         

1 de octubre de 2012

Los pendones por San Froilán

Observar, no es escrutar...


Hoy, domingo 30 de septiembre de 2012, formando parte de los festejos de San Froilán se tenía anunciado, según programa, que la concentración de pendones de toda la provincia tuviera lugar en la explanada de San Marcos. Mi ojo crítico, en este caso puramente leonesista, me dice que no fue así. Y me explico. Sí había un buen número de ellos en la plaza, pero otros muchos ya estaban a las 11 de la mañana enhiestos por la gran Vía de San Marcos adelante, hasta la Inmaculada. Motivos de organización probablemente.

La cuestión está en que la concentración prevista, no era un acto banal, o no debería serlo, pues significaba la puesta en común provincial de una tradición: la pendonera, con la carga de valores que ésta conlleva. Donde la gran enseña multicolor leonesa, plural y no repetida, la de cada pueblo leonés, debe significar  unión y representatividad; aportando  cada grupo local, cada CONCEJO, su particular emotividad, pero todos en conjunto la de una provincia demasiado ninguneada autonómicamente. Amenazada ahora en una de sus señas de identidad, el sistema concejil, por el gobierno en busca de que el patrimonio de los concejos revierta en los arruinados ayuntamiento correspondientes.

Los pendones se deberían  haber izado a las 11,15, ¡todos!, en la plaza, en tanto el grupo musical correspondiente interpretaba el himno a León, para que éste fuera cantado por el pueblo, o cuando menos escuchado con respeto; el jolgorio festivo vendría después.  No se hizo así.




El grupo musical leonés, con dulzaina y tamborín,  ataca con ímpetu el himno a León, casi aislado, con poco público, o  éste en otros menesteres; tan solo el verde árbol dorado por el generoso sol de la mañana, y la bandera leonesa  junto a él, parecen poner una nota de valor a su actuación. 




No entro en cómo   se debe organizar el desfile,  técnicos y voluntarios hay para ello, yo recojo otro dato: las  concentraciones como ésta, deben servir para algo más que para lucir el paño y la habilidad en portar el pendón, que también, y con esmero, gracia y pundonor, pero la interrelación popular, la de los protagonistas y del pueblo leonés en general,  es precisamente en estos momentos cuando, unidos,  pueden hacer aflorar los valores identitarios, una verdadera labor de unión popular provincial tendente a ensanchar el espíritu del ser leonés.

Este año, con el atractivo de la incorporación de los alcoyanos “Moros y Cristianos”, a los que por supuesto se debía agradecer la comparecencia, dio lugar a que desatendiéramos lo nuestro, o eso quiero interpretar como disculpa, pero me permito reiterarme en la crítica ya formulada.


En ambas ocasiones, con la mano en el mástil, la vara leonesa que soporta el paño, intento comprender el valor del pendón, y el esfuerzo de portarlo...




















Las fotografías fueron tomadas por mi nieto Mario, que, procedente de Cataluña, está en esta tierra leonesa, en la que nació, tratando de impregnarse de sus esencias.



Este año se hablaba de lanzar un grito de protesta ante la propuesta gubernamental de anular las Juntas Vecinales, y con ello el sistema concejil tan eficaz como querido por los leoneses. Tengo la amarga percepción de que pretendiendo defenderlo todos, andamos divididos organizativamente. 




La pancarta omañesa, reivindicativa en este sentido, fue apartada de la marcha festiva por mandato policial.  

Debo decir que me parecía muy oportuna la intención, y de mérito reivindicativo, no tanto la unilateralidad, y difiero también en el “tratamiento del texto” al ser la única. Lo de la coacción desde más alto estamento que la policía, ésta mera ejecutora de órdenes, me parece de todo punto intolerable...




29 de septiembre de 2012

El buen ciudadano para Rajoy


Desde Nueva York, el señor Rajoy, haciendo un nada convincente juicio crítico del movimiento ciudadano ante el Congreso de los Diputados, o mejor alrededor de él, no se le ocurre mejor cosa que descargar sobre los no asistentes al acto, el peso de la asunción de todas sus actuaciones en la gobernanza de la nación española. Pero fue más allá, les colocó, o debo decir mejor, nos colocó, además, la condición de “buenos ciudadanos”.

Un apunte antes de proseguir. Parece querer contar con la mayoría silenciosa, y cree ganar su confianza con el halago de situarnos sobre la peana de buenos ciudadanos, aislándonos así de otros, los malos de la película, los que salen a la calle a mostrar su disconformidad con los recortes que las anteojeras europeas que lleva puestas por mandato de las “Merkel exigencias”, nos llevan del mal en peor. 

Los leoneses situados en el ente que hoy gobierna Herrera, debemos ser de los buenos, pues adormecidos en la distancia de los tiempos, y atrapados engañosamente en los manejos del ente autonómico, bastante inactivos en la reivindicación manifiesta, nos dejamos conducir hacia una identificación castellanoleonesa que nos anula. 





La “letra con sangre entra” es una moraleja colateral dimanada de esta expresiva fotografía que muestra la represiva realidad del momento


 Si con motivo del plante catalán que busca independencia como recurso final, porque les han venido negando la aprobación mejorada de su estatuto de autonomía, no estaría mal que se abriera la “caja de los truenos” autonómicos. En tal supuesto, cada pueblo podría estar en condiciones de quedarse como está, federarse, confederarse o lo que sea, para seguir bebiendo el café que se elaboró en la Transición. O estrenar una nueva cafetera exprés territorial. El café para  los leoneses fue, lo recordaré una vez más, de recuelo y con mala leche.

No podemos dejar que la crisis nos anule aún más identitariamente. La utopía, o mejor el anhelo, o la simple ilusión con cuerpo de realidad, podía ser que primara el juicio de reconsiderar si todas las autonomías tenían el suficiente fundamento histórico para estar donde están, o como en el caso de los leoneses se hiciera prevalecer nuestro pasado histórico y el referéndum prometido; y ahora,  reactivado,  nos permitiera expresar muestro derecho constitucional a elegir definitivamente destino autonómico.

El Estatuto que nos aprobaron, también lo recuerdo una vez más, está falseado de origen.

La madre de todas las falsedades está en la Ley Orgánica 4/1983, de 25 de febrero del Estatuto de Castilla-León, (así  está escrito para empezar).  Y precisamente unas líneas más abajo de las dedicadas  por Don Juan Carlos I, Rey de España, a decir que  sanciona esta Ley, se afirma con total rotundidad: “…el pueblo castellanoleonés ha expresado su voluntad política de organizarse en Comunidad Autónoma…”
Así las cosas, ni es necesario leer lo que antecede a aquéllas, y mucho menos lo que sigue, por una razón de elemental raciocinio: El pueblo castellanoleonés, no ha existido nunca, repito ¡nunca! De ello se deriva que un pueblo inexistente no puede expresar ni ésta, ni ninguna otra voluntad. Todo el articulado posterior es ilegítimo