28 de octubre de 2016

Entre ayer y hoy...en León, tres fotografías


Hace años, bastantes, Fernando Gago tuvo la idea de de tomar una fotografía en blanco y negro en la que podemos contemplar la Catedral por el ábside. Queda  enmarcada por dos casas. En primer plano  una cancilla que parece dar entrada a la contemplación de nuestro primer templo. Me he permitido copiarla de "Imágenes para el Recuerdo de León".

No la conocía. Me llamó la atención porque es muy similar a una que tomé yo allá por los 90, puede que antes, y coloque en mi libro: "LEGIO...érase una vez..." Entre recuerdos y relatos cortos en connotación con el pasado de nuestra capital e historia.

Respecto a la fotografía digo:

La fotografía tomada, desde mi condición de simple aficionado, cuando la ampliación urbanística de la zona conocida como “La Palomera” empezaba a ser una amenaza para esa posibilidad, nos presenta el ábside catedralicio en todo su esplendor enmarcado por dos casas unifamiliares.


                             La fotografía imposible hoy, año 2010
           
            
Ya hace años que lo edificado entre nuestra Catedral y la calle Buen Suceso, desde donde, entre dos de sus pequeñas casas, se enmarca aquélla para lucir en la distancia y en primer plano su hermoso ábside,  ha llegado a impedirla totalmente.

Lo construido en este espacio leonés, digamos, para situar a lector, tras la iglesia de San Pedro, donde estuvieron los huertos medievales que completaban su nombre, ha sido todo un ejemplo de urbanismo “de concentración” especulativa.  Tan sólo el aparcamiento de superficie allí ubicado, pone un punto de disculpa. 

También encontramos en primer plano un cancilla. Si bien no es la misma.


Se ha cerrado el ciclo. Los "arboles de hormigón y ladrillo" ya no nos permiten ver, con el secillo encuadre de unas casitas de Buen Suceso, el bello "bosque" de airosos arbotantes, transparente, un flujo de inauditos colores, que supone nuestra Catedral. Hoy 31 de Octubre de 2016.

14 de octubre de 2016

No pude ir a Zamora, a Valladolid ni me lo plantearía

                                                                                                                                                                   Digamos prontamente que aludo a ir con la bandera leonesa en mano o sobre los hombros en plan festivo. Mucho menos portando un Pendón Leonés, (así con mayúsculas) enseña de una región que fue reino, y no porque mis fuerzas y falta de destreza me lo impidieran, que también, sino porque allí donde  el ente autonómico, bien dirigido, ha centralizado todo el poder autonómico, “nada se me ha perdido”.
Es, la entrecomillada,  una frase hecha, que queda bien para cerrar el párrafo, pero incierta, toda una equivocación, lo reconozco  y rectifico. 


Pues, conciudadano regional leonés, ¿parece poco perder la Identidad Leonesa?(así con mayúsculas).   Ésa que nos  tratan de borrar autonómicamente. Toda una ignominia  que no podemos  ocultar yendo al forzado foro autonómico, en plan lúdico y mucho menos como expresión cultural diferenciada que institucionalmente no reconocen,  y todo por especial empeño de nuestro regidor municipal capitalino,  señor Silván,  plenamente identificado con el ente autonómico.

 De modo reivindicativo cambia el plan, el planteamiento y la decisión; pero de modo festivo con nuestras más altas enseñas, chirría en las neuronas  no solo en las de  los comprometidos leoneses, pues suena tan insólito ir a Valladolid en plan gracioso, que alteraría los ánimos hasta en los más retraídos  leoneses. De forma reivindicativa, con la bandera leonesa  arropando la marcha, todo sería distinto, como en Zamora.

El hermanamiento cabe, cuando hay afinidad de sentimiento. Y como en el centro del poder autonómico ni lo hay, ni actúan con diligencia para establecerlo, y sí prolifera un malintencionado intento de imponer la unificación, una identidad caomunitaria mediante tan costosas campañas como controvertidos programas de adoctrinamiento, lo lógico es el rechazo que nos suscita.

Sólo esto último, el negativo comportamiento,  de por sí,  es bastante más que un freno.




A Zamora, donde se reivindicaba el reconocimiento de la región heredera del Reino de León, inmersa por designio político en un ente que no la reconoce, trata de borrarla, la disfraza en los textos escolares y en palabra política no existe, ¡claro que hubiera ido!, pero uno se propone y los años disponen.

Quede claro que nada tengo contra lo regional castellano, sí contra lo autonómico absorbente castellano, que no son sus gentes, sino sus políticos con el aval de los nuestros, que se dicen leoneses.

Se anuncia que irán treinta pendones leoneses, en este caso con minúscula,  a Valladolid. Mi interpretación va con la idea de que es un programa orquestado, a petición de Silván, por   Salguero, a la sazón Delegado del gobierno autonómico, bien controlado en su desarrollo por los poderes de la Junta, con ribetes de dominio y sumisión.

Piense el lector, e imagine la escena: Presenciando la comitiva obsérvese al eterno sonriente Silván, poniendo su mejor rictus, influenciado por la idea de que su decisión estará sirviendo para doblegar un poco más a los leoneses. Otra sonrisa, ésta de porcelana, que se corresponde a la señora presidenta de las Cortes y de la Fundación Villalar, en cuya rebotica se elabora una identidad comunitaria inimaginable desde la imposición. Y al alcalde socialista, anfitrión,  que ha sustituido al ínclito señor León de la Riva, que está llevando a su ciudad un desfile tan vistoso en colorido y destreza, como lúdico para el espectador, quien seriamente puede que no observe trasunto alguno,  inmerso como está en el desajuste partidista.

Las grandes enseñas,  treinta unidades nos dicen, con su paño localista, tal vez diríamos mejor concejil para ser más leonés si cabe, al unirse en comitiva,  y sin perder cada una su personal emotividad de aldea o concejo, están representando a una región, heredera de un reino, al que los dirigentes o creadores autonómicos nunca han respetado. Es pues lógico no estar a su disposición, cuando tras una careta festera se oculta la satisfacción de controlar y hasta de sojuzgar un poco más al pueblo que representan;  en esta ocasión, mediante los coloridos paños leoneses, ondeando en el centro del poder autonómico.

De modo que no estaré entre los “200 leoneses”, ésos que  las crónicas anuncian asistirán a un acto calificado como “emotivo y singular”: Rara cosa cuando la leonesidad triprovincial leonesa territorial y sentimental no se respeta allí donde van a acudir.

12 de octubre de 2016

Zamora, reflexionando entre pancartas

 9 de Octubre 2016, anfitriona: Zamora


Como introducción, o más bien aviso de alerta al lector: Se hace preciso dejar constancia de que para elaborar esta página, mi mayor esfuerzo ha sido el de distribución de imágenes,  fotografías que otros ha tomado, más la elección de frases de la alocución leída  en la manifestación octubre 2016, y de un artículo  del zamorano Carlos Cabañas, para que la definan, signifiquen e iluminen. Éstas irán en cursiva y negrita. Mas, como añado algo de mi cosecha, pido disculpas a los redactores de ambos, si llegan a pensar que no debería haberlas enlazado así…

Los leonesistas de Zamora llevamos muchos años luchando pacíficamente por la autonomía del antiguo reino.  Acoger una manifestación en defensa de la región leonesa no deja de ser una prueba para los zamoranos, y propicia para comprobar hasta dónde llega el compromiso de las otras dos provincias acudiendo también a reivindicar…



Si la bandera es algo más que un paño al viento, un símbolo que nos concita y representa a los ciudadanos, en este caso de la Región Leonesa, nada mejor para la ocasión que este conjunto bien montado sobre un solo mástil: Reino y cada una de las tres regiones...
Un único mástil, sugiere unidad y hermanamiento, "todos a una" ahora cuando impúdicamente se intenta  diluir nuestras señas de identidad...

Manifestarse es un derecho. Ejercitarlo una sana postura.  Gracias al encomiable empeño de unos leoneses promotores, hoy en Zamora está un Pueblo en la calle.

Una vez más, los leoneses volvemos a unirnos en la calle para pedir que se lleve a término nuestro derecho a una autonomía propia...

El sol parece querer resaltar PAÍS LEONÉS, escrito con los colores de la bandera de Zamora,  dejando en la penumbra AUTONOMÍA... en  pancarta blanca  con estilosa letra roja.



Sentirse leonés. Es un primer estadio.

Pancarta "político-leonesista", perdón, es mi apreciación sin menoscabo alguno para nadie; mi descripción:  sobre fondo negro, en letras rojas el PAÍS LEONÉS pide una autonomía largamente reclamada,  precisamente, (en letras blancas), para nuestra región en situación límite. Se completa con dos leonés, cabeza real rugiente una, icono la otra. Destacando los tres escudos provinciales...




Con la solera que dan los años de reivindicación, ésta es bien conocida, siempre en la brecha.


¿Para cuando la unión de las fuerzas políticas leonesistas?

En esta reivindicación de las tres provincias que siempre han sido real y únicamente leonesas, tenemos muy presente la promoción de nuestros rasgos de identidad cultural: el reconocimiento de nuestro patrimonio material e inmaterial -del románico, la Semana Santa, las mascaradas, la Vía de la Plata…- tradiciones, lenguas y dialectos de todas y cada una de nuestras comarcas…

Con no menor solera y andadura reivindicativa, ésta,  la del imperativo ¡YA! para la AUTONOMÍA LEONESA



El sobrepuesto león rampante, significando a la región leonesa, la completa.

Una con especial dedicación. Sobre colores de la bandera zamorana, en grandes letras blancas se reclama la reapertura del tren Vía de la Plata...



de cómo se están desmantelando  (infraestructuras) las ya existentes, llámense Vía de la Plata...Esta tierra no puede permitirse ni un segundo más permanecer como mera espectadora de la incesante emigración de sus gentes... solo cabe dar un golpe de timón de 180º y acometer con responsabilidad la autogestión de ¡¡nuestra tierra!!... 



No puede ser más explícito, Autonomía para el País Leonés, reclaman quienes ha tenido que dejar una tierra en la que cada día que transcurre sojuzgada en el ente autonómico castellano, se pierden puestos de trabajo y oportunidades...




Exiliados en Madrid, nos dicen...

Desde la diáspora, como muchos otros que, por varias razones, no podrán asistir a este evento, damos todo el apoyo a los que se han congregado para impedir que sus hijos, en un futuro, tengan que sufrir lo que nosotros durante muchos años: contemplar desde lejos, con impotencia, casi con resentimiento, todas las injusticias que nuestra tierra y sus gentes vamos padeciendo. Es hora de decir basta.


Una animosa pancarta anuncia que la Comunidad Autónoma Leonesa cada día está más cerca





¿Como nación, como región...?  Autodeterminación. Gran petición



Unos pocos viejos luchadores por conservar lo nuestro vamos dejando paso a unos jóvenes en mayor número y más comprometidos, si cabe, que nosotros mismos. Esperamos que ellos contemplen los dos fines que no hemos conseguido aun: la unión de los autonomistas leoneses y el triunfo final

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Hermanados.  Tener capacidad para amar, es un gran don. Compartir, un buen camino. Respeto, tolerancia y comprensión son de importancia vital...


Muchas gracias a todos los que asistan. A ver si nuestras voces producen efecto y, después de las vueltas que sean necesarias, derribamos esa muralla de ignorancia, silencio, recelos y tergiversaciones de los verdugos de estas tres provincias y de estas gentes que no reclamamos más que lo que, en justicia distributiva, nos corresponde


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9 de octubre de 2016

Aluches y pendones en Cantabria

Con la venia: Pendones Reino de León y Antonio Barreñada, reportero de lujo.

Tomo prestadas seis fotografías, de los momentos festivos haciendo patria chica que nos habéis mostrado,  al punto de hacernos, como leoneses, partícipes de la muestra,  en Meruelo (Cantabria)

Allá donde los cántabros hollaron su pasado,  los ástures no podían faltar; las grandes enseñas leonesas, bien  izadas, lucidas y transportadas con la profesionalidad que aporta la más emocionada de las costumbres, junto al reto: ¡hay quién luche", de los corros de lucha leonesa, cumplían una vez más su cometido cultural leonés para confirmarlo.





Un jovencito, bien ataviado como toda la comitiva hay que decirlo, posa para la foto, en tanto ayuda en la metódica precisión de "engarzar", cual joya, el paño de la localista enseña en su dúctil mástil.
















Tal como observo abre la comitiva el estandarte  y la pendoneta de Vierna, en la tierra acogedora de Meruelo, donde al igual que en nuestro Villabante tienen  a orgullo practicar los distintos toques de campanas.  A continuación la purpurada indica que la comitiva visitante pendonera leonesa está en marcha.






                         Mostrando la grácil verticalidad femenina 

Sin discriminación de sexo.  Ambos exhibiendo generosa destreza, para portar el Pendón.... sin manos. 
















                              Aluche mixto. Toda una novedad para mí



5 de octubre de 2016

Por San Froilán con pendones y carros a la Virgen

Por octubre, leoneses:
Venid y vamos todos con pendones  y carros a la Virgen, 
y a tocar de paso a San Froilán,  
un poco las narices.

San Froilán un peregrino de Lugo, Y de “lujo” para León, dado que además de esto, fue incansable predicador, arrancando  desde una personal vocación de soledad; a la par que, por encargo del rey Alfonso III, participaría en la repoblación y evangelización de las entonces tierras del Reino de León. En junio del año 900 sería consagrado Obispo de León en la Iglesia de Santa María, iniciándose su etapa relativamente sedentaria.  Ejerció como prelado hasta su fallecimiento el día  5 de octubre del 905. Día y mes en los que tiene lugar la citada romería que se le dedica como Patrón de esta Diócesis
De cuando predominaba en él aquélla idea de soledad y meditación,  no hay más remedio que evocarle situándonos en un lugar tan bello como Valdorria; paraje montañoso en el que una recóndita y sencilla ermita, le cobija, casi en un picacho, que requiere de una dificultosa ascensión por senda y “escaleras” definidas en la roca.

Sin tradición alguna, y en abigarrada romería, se está consolidando una costumbre moderna, la de “tirar de la nariz” al Santo Froilán, esto es, pasar los dedos pulgar e índice por su nariz en su imagen en relieve de en una puerta del  actual Santuario de la Virgen del Camino.


Para que haya esta moderna oportunidad, la de tocar las bronceadas narices al santo, afilándolas entre dos dedos para llevarnos bien prendido en ellos el “cardenillo” del tiempo y la esperanza de poder otro año, y muchos más,  volver,  se la debemos en última instancia al artista escultor Subirachs. Y en primera,  al promotor o mecenas  que aportó los dineros para la construcción de la basílica moderna, el leonés de Vegaquemada,  enriquecido en Méjico, Pablo Díez.

No debemos olvidar, no obstante, que primero tuvieron que derribar de forma inmisericorde el santuario existente, cuya estampa podemos conservar en la memoria, y contemplar en fotografías de la época.



Hoy expongo y cuento una impresión que desde el principio me supuso la observación de la portada principal del templo, donde el escultor citado, por méritos artísticos  de los que no dudo, y de joven ocasión, ejecutó un grupo escultórico, enormes figuras en broce de los doce apóstoles  con la Virgen en Asunción  y coronada;  con él nos “escamoteó” externamente, a la Madre Doliente del Camino con el Hijo muerto, acogido en su amoroso regazo de madre, la verdadera dedicación del templo. Patrona Principal, no lo olvidemos, de la Región Leonesa.

San Froilán 2016