9 de enero de 2024

Una Comunidad llamada León-Castilla


    La vida es sueño . . .

    Relato/ensoñación

   

   La dictadura había tocado a su fin. Corrían aires de libertad tejidos entre temores, en este país llamado España, cuyos ciudadanos, sin ser súbditos ni vasallos, habían actuado como obedientes forzosos, a regañadientes unos, por temor otros, no faltando muchos “pasotas” y los que iban a gusto en el carro del Régimen.

   Los hombres y las mujeres con vocación política, llegado que fue el momento de la transición, se aprestaron a tomar posiciones en los nuevos “roles” de los viejos partidos: PCE, PSOE; la derecha de siempre, ahora AP; y un novísimo Centro de conveniencia llamado UCD; más o menos, no importa demasiado la precisión.

   Sí nos interesa destacar, la presencia de un leonés en el partido que alcanzó el primer gobierno de la democracia: UCD. “Nuestro hombre” en él, supo actuar como ministro y también encarrilarnos en tema tan difícil, como era el autonómico.

  En la España de las autonomías, “nuestro hombre”, sin dudar nada, nos ha promocionado, y con sus “congéneres” de aquí, del rol político leonés, nos han situado a la cabeza de un colosal Ente autónomo llamado León y Castilla

   La Junta, órgano de gobierno y de la administración de la Comunidad citada, se asienta y efectúa sus reuniones transitoriamente en la deshabitada iglesia de Santo Martino de la capital leonesa, preparada y acondicionada a tal fin.

   Y en el castillo aledaño, de connotaciones carcelarias recientes, y aherrojamientos medievales de rebeldes condes castellanos antaño, han sabido disponer despachos y oficinas.

   Las Cortes autonómicas, ¿dónde ubicarlas mejor, al menos en ocasiones de privilegio, que en la Sala del Pendón de Baeza, en San Isidoro?

   La memorable efeméride de abril de 1188, cuando Alfonso VIII de León convoco a Cortes en el claustro de esa basílica, por vez primera al Pueblo, apuntando con ello un incipiente parlamentarismo, sin lugar a dudas avala fielmente este emplazamiento

   La capital autonómica es Zamora. Salamanca la capital cultural y del patrimonio territorial,  y los ciudadanos, el pueblo autonómico, se llamará en el futuro leonés-castellano. Los territorios correspondientes a las nueve provincias que la integran, seis castellanas viejas, y las otras tres de la vigente Región Leonesa compondrán, por decisión política, una sola Región, sin consulta popular, soslayando el respetuoso mandato constitucional.

   Cierto que ha habido protestas, manifestaciones de rechazo una y más veces en Valladolid, Burgos, Segovia…., pero aquí, en León, región, siguen la capital, las Cortes, las Instituciones autonómicas……

   A pesar de cantarles las excelencias de esta Comunidad, los castellanos luchan por desmembrarse. ¡Qué absurdo! ¡Qué cosas hay que oír! ¡Serán separatistas los muy…!. Ni el mapa autonómico, que les decimos está cerrado, quieren respetar…

                                                                                                                    y los sueños, sueños son.


Ni lo uno ni lo otro.  Sí respeto constitucional. A cada uno lo suyo, en libertad.

Publicado en mi libro: La lenta agonía de la Identidad Leonesa, año 2008