Apenas en unas horas, acabamos de pasar
sentimentalmente los sometidos leoneses de hoy, del olvido ignominioso
autonómico y la defenestración identitaria leonesa ante un monolito, a
encumbrar como héroes a nuestros paisanos
que el 24 de Abril de 1808, aclamando al Rey Fernando VII, se levantaron en armas contra las fuerzas
francesas invasoras. Su grito fue
pionero y enardecedor: ¡La
patria está en peligro. Fuera el invasor!
Hoy, de haber
tenido oportunidad, hubiera lanzado en alta voz: “conciudadanos leoneses que me
escucháis, nuestro enemigo, nuestro invasor es otro, y bien distinto de aquél que hablaba otro
idioma. Al actual, que empezó con un solapado plan anexionador, le entendemos
bien aun cuando juegue al engaño lingüístico en su afán de confundir lo leonés
en lo dominante castellano, manejando el fundido castellanoleonés”. Lo grave es
que lo toleramos, pero ¡hasta cuándo!
En otro lugar, Villalar, transformado en campa festiva,
allí donde se puso fin el 23 de Abril de 1521 a la revuelta comunera, y rodaron
cabezas, los autonomistas del ente se
empeñan en celebrar lo que llaman el Día de la Comunidad. Políticos
ensoberbecidos que yendo más allá de la administración política del territorio
correspondiente a seis provincias castellanas,
sumaron, y si dijéramos anexionaron quedaría
más atinada la expresión, las tres leonesas. Por cierto la última León y
a la fuerza.
Para ellos nada mejor que una degollina como acto
festivo, en el que, por otra parte, quieren vernos sometidos a los leoneses de hoy.
Los componentes de la amalgama política PPPSOEIU, con o
sin guiones intermedios, vienen, tratando de hacer devenir en Comunidad, sin
unidad de valores sentimentales comunitarios,
lo que no pasa de ser un ente autonómico de forzada constitución
política que denominan Castilla y León.
Para ello toman el valor más disgregado, nueve provincias que ni se dan
la mano; ignorando de facto que son dos regiones. Al tiempo que, en su papel de
creadores, ”hacen nacer” simplistamente un pueblo: castellanoleonés. Tratando
de vender unicidad donde tan sólo hay
amplia heterogeneidad.
Pues bien junto al puzle político citado en siglas,
emergen al menos dos nuevas fuerzas políticas. De una de ellas, PODEMOS, y en este mismo medio, ya he hablado, de modo
especial citando a su dirigente en León,
Pablo Fernández. Por ello, de la otra, que parece crecer de modo progresivo en
todo el territorio español, toca hoy traerla aquí, poniendo un especial énfasis
en su dirigente local: Luis Fuentes, en apariencia surgido de la nada política.
Aludo a CIUDADANOS.
No sé si me leerá, Luis Fuentes, de ser así, nada
mejor, para la toma de posiciones, que contestar a la pregunta: ¿siendo
salmantino, se considera leonés, equivocadamente castellano, o en un derroche
de compadreo comunitario le agrada lo
castellanoleonés como una opción que interesa asumir, en plan carrera política?
¡Atención!, se puede ser brusco contestando, lo sé, pero razonarlo costará algo
más.
De modo concatenado se puede seguir inquiriendo:
¿Reconoce a la Región Leonesa, o es de los que asumen su abolición,
inconstitucional, como pretenden hacer desde el poder centralista unificador
del ente autonómico? O, ¿Ha dejado de aceptar, como hizo en UPS, que Salamanca
es provincia leonesa?
Ciudadanos (C’s) tiene su origen, o pretende ser el
mismo Ciutadans nacido en Catalunya y
así nominado en català; un partido liderado por Albert Rivera, al que al
expandirse por el suelo español se le
viene citando como la “marca blanca” del PP, senyera aparte.
En sus orígenes catalanes me recuerda al partido
Reformista Democrático, centrado y liberal,
que Miquel Roca i Juntyen, coaligado con otros, trató de expandir por todo el Estado español
en 1984/1986; otros tiempos y otros modos, lo sé. Y fracasó. Hoy los condicionantes
son distintos, el desafecto de los ciudadanos a los partidos ya consolidados,
da pie a que se pueda empezar a ver a los
emergentes, con discurso más próximo al ciudadano, si bien veremos hasta
cuánto real, como una salida de las crisis, económica acuciante y política, que
nos invaden.
Al señor Fuentes, en su papel de aspirante a presidente
del ente autonómico, en la primera oportunidad que se le presenta, no se le
ocurre nada mejor que acudir a Villalar, y ante el monolito elevado en loor de
los comuneros, que los autonomistas que nos gobiernan hacen suyo como hito, y
nos lo quieren colocar a los leoneses, para
allí decir que “hay que dejar a un lado los «debates
identitarios”. Qué
pretende, asumir de pleno la supuesta identidad castellanoleonesa con
rotundidad ciega, como un hecho cierto, o
dejar de lado la leonesa, cultural e histórica, degollándola en Villalar.
También cuenta ser partidario
de una celebración institucional, tal vez tenga añoranza de la que en los
momentos previos del ente, cuando
los PP encorbatados, hacían una
celebración suya, distante en kilómetros y en afinidades con la que se manifestaba en la campa de Villalar, y
a sus participantes, ellos, con cierto tono despectivo, tildaban de
“progres”.
El presidente del ente, Herrera
empezó a ir a la campa, casi de madrugada, puede que para demostrar que él
también era presidente de los que allí se reunían, hasta llegó a ponerse al
cuello un pañuelo lila, que por supuesto nada tiene que ver con el púrpura
leonés.
En la reunión de gerifaltes, tal día 23 de Abril, bien trajeados, apenas soltado el espiche alusivo al día se aprestaban a dar buena cuenta de
los variados canapés. Tales espiches llevaron la
consideración de “Discurso Institucional”,
con la condición de itinerantes. Cuando llegó el turno de León capital,
por cierto el último, pues había temor al leonesismo, recibieron el rechazo
popular allá en la plaza de San Marcos, lo que sin duda les llevaría al olvido
circulatorio ocasional discursivo.
Es acaso una celebración institucional
como la aludida, la que debería existir, según preconiza el hombre de
Ciudadanos, Luis Fuentes; quien parece
buscar acomodo en los “cuarteles” del ente para el “Cambio”, ése que dicen
pretender en general, y tememos que sería algo así como cambiar para que todo
siga igual, ¡pero ellos en el poder!
Entérese bien señor Fuentes, los leoneses
sencillamente prendemos seguir pensando como Pueblo, y libres en nuestro propio
territorio. Es nuestro intransferible derecho. Y el amancebamiento que usted se
propone continuar, es una ignominia intolerable.
(*) La fotografía de la pancarta y la marcha de exaltación es de RAIGAÑU
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