Artículo recogido en el Diario de León en 1996, y posteriormente en las páginas de mi libro "La Lenta Agonía de la Identidad Leonesa"
Las procesiones de Semana Santa en León como acto costumbrista religioso, los inicios modernistas, tras un apunte sobre el ente autonómico y su proceder siempre trasgresor con lo leonés.
Ofrecido aquí parcialmente...
Al parecer no la admiten
por falta de forma. Las «formas» las pierden en el Ente, pretendiendo
denominar
lo
comunitariamente
autonómico,
como regional; a no ser que, en este caso, se refieran a la Región Leonesa, tanto por parte de grupo proponente, como de este ente autónomo
de quien ignoro de dónde ha tomado el poder de inventar
territorialidades fundiendo regiones.
Esta negativa discriminatoria hay que tomarla
como una más, por ello no sorprende, pero
sí indigna.
La mano "anhelante" siempre, en el Nazareno de Dulce Nombre de Jesús Nazareno
Y nos conocíamos los que
presenciábamos «pasar los
pasos»,
y
conocíamos a muchos de los que los portaban,
braceros entrenados
y entregados, entre
los
que,
lo
digo
con
el
mayor
respeto, había más tradición que religiosidad, como por supuesto ocurriría en igual medida entre
nosotros, los de la acera, y me temo
que así seguirá siendo.
Sorprendentemente en estos momentos,
en los que lo religioso no atraviesa, en nuestra sociedad, por su mejor momento histórico, en cuanto a número de fieles con verdadero compromiso
cristiano,
y
cuando
muy
buena parte de la juventud pasa de
iglesia,
como
pasa
de
tantas
otras
cosas, es cuando aparecen más
Cofradías.
Y, además, nuestras mundanas pautas de comportamiento, seamos o
no cofrades, dudosamente
corroboran esa creencia,
esa fe, que en
cualquier acto procesional y en
Semana Santa más, se pretende
transmitir o compartir; pues precisamente ahora, hay mas desfiles,
hasta el punto de
no tener espacio viario o de rutas, viéndose obligados
a ceder, sobre la
marcha, el paso a los que vienen por la derecha que en este caso son los de más edad.
Llegado
a
este
punto,
y
antes
de
que
me
tilden
de
pertenecer
a
alguna facción «paponal», debo
decir
que
no
soy
parte
interesada, no milito en ninguna cofradía;
aunque sí he de reconocer que, de ser papón,
lo sería de los que ahora llaman
«negros», simple
y llanamente por ser más amante de las tradiciones que de las innovaciones.
Reconozco que lo del "paponaje" bracero es una asignatura pendiente para mí, y me temo que lo seguirá siendo, aún a pesar que, de jovenzuelo, estuve años, pendiente, junto a algunos amigos, de estos temas procesionales durante la vacación de estas fechas santas. Entonces acudíamos a presenciar, dada nuestra vecindad, y hasta ayudar en trabajos de piche, a la prepariación de los "pasos" en Santa Nonia...
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