26 de noviembre de 2015

Un retiro amargo para un político


Morano deja la política activa



Bueno,  lo de activa es un decir,  a tenor  de sus intervenciones parlamentarias y senatoriales que alcanzan un balance cuestionable, según nos explica y documenta Antonio Vega en ileom.com.  

Si bien, no es este artículo, que podía suscribir  dada la afinidad de ideas respecto al corregidor más polémico del proceso autonómico en León capital, sino la lectura, más polemista que otra cosa, en Facebook:


Xose Luis Gonzalez Dieguez Aunque suene a risas, León debe mucho a Morano . La única manifestación decente que hemos tenido. El haber sido el primero. León le debe mucho. Se lo cargaron los leonesistas, porque nos cargamos todo lo q no nos guste. Y es impídele que todo guste a todos”.
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Lo que me lleva a escribir unos comentarios apostillados, con los que no busco corregir a su autor Xose Luis, es su percepción del tema y punto.  Pero hete aquí que yo tengo una versión muy distinta de Morano, a quien he dedicado decenas de artículos. El último el 21.11.2012 DL: Morano, senador…  en el que entre otras cosas decía: “Se movió con autoridad en su papel personalista, acaudillando, o mejor deba decir recolectando el voto del leonesismo. Siendo a éstos, los leonesistas, sufridores de un especializado amor por su tierra, a quienes un tiempo trató de guiar con la flauta mágica de su rechazo a la autonomía con Castilla”… “Demasiado voluble, y valorando el riesgo personal con la frialdad de quien no le mueve el sentimiento, optó por el refugio político del PP…”

Mi punto de vista es que León NO debe mucho a Morano. Es él quien nos debe todo a los leoneses  de buena fe que en momentos puntuales le apoyamos, como en su teatral huelga de hambre, y en las urnas con el voto cuando su voz contra el ente autonómico era: “Rechazo frontal a la Junta”, recordemos comandada entonces por socialistas; o  su autárquico “Solos podemos”.  Pero a su lado por supuesto también había fieles seguidores que le llevaban a hombros, cuando él hacía equilibrios en la cuerda floja del pacto cívico, por ejemplo, o sus juegos con AP y PP en distintas ocasiones, presionando con el voto leonesista.

Antonio Vega nos dice que Morano Masa acaba de decir adiós a la política activa, me permito añadir: con más pena que gloría, después haber sido un divo local al que le asustaba lo autonómico, asunto al que, cuando más,  dedicaba palabras o eslóganes, siempre en su provecho localista, pero sin pretender nunca, como líder,  “coger por los cuernos” el tema comunitario.  

Y sale de la política, con jugosa precisión nos dice Vega, “casi  por la puerta de atrás, procurando hacer el menor ruido posible”, esto para él, antaño prepotente, habrá supuesto una “bajada de hunos”, impensable cuando era llevado a hombros al grito de “torero, torero” o en descapotable, sentado presuntuoso en el respaldo  durante alguna  campaña electoral capitalina, y era aclamado como si de un héroe se tratara.


Respecto a la Gran Manifestación, de la que, últimamente,  en Mayo del 2014 escribí sobre ella en una de mis páginas de este blog titulada: Aquella Manifestación de mayo de 1984,  dejé entre recuerdos marcado mi punto de vista de  cómo se gestó, a mis ojos de sencillo observador, y tratando de poner en ello la mayor pulcritud. Decía… “La Plataforma Leonesista que se creó como convocante y organizadora de la urgente manifestación… por supuesto, estaba encabezada por el Ayuntamiento de León, y Morano, un alcalde nada convencional, de apariencia leonesista, movía los hilos y dominaba el cotarro”.

Pero el soporte era el pueblo, los ciudadanos enervados por el “León sin Castilla es una maravilla”, entre los que sin duda se forjaban leonesistas convencidos capaces de tomar el relevo, ahí estaba la fuerza, sin ellos el personaje que nos ocupa no hubiera sido tal. 

Dicho esto es lógico preguntarse, ¿Dónde están esos ciudadanos, a los que la desesperanza de una lucha que parece haber devenido en infructuosa, aun cuando no sea tal,  pues ha conseguido mantener viva la llama de lo leonés, y, por prolongación,  dónde está el Pueblo Leonés? "Descubrirlo " y saber cómo reactivarlo es un empeño de justicia social e histórica, a todas luces una asignatura pendiente.

Morano no abandonó las tesis leonesistas autonómicas, pues en ellas nunca creyó, pero siempre las manejó por serle productivas, hizo dejación clamorosa de compromisos verbales, dejando el daño irreversible de un tiempo perdido, en tanto el ente autonómico se ha ido afianzando. 

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