En la
mañana del 9 de junio del 2013, éramos muchos lo que mirábamos al cielo con
preocupación.
Nublado y fresco se
presentaba el día, justo en el que la imagen de Nuestra Señora del Camino, iba
a “aparecer” por vez primera en la Sobarriba. Las gentes de esta “Tierra de León” que secularmente
han acudido a la Señora en busca de generosa lluvia para sus campos, hoy su petición
era bien distinta, preferían que el sol iluminara el acontecimiento.
Tanto
mi nieto como yo participábamos del temor sobarribano; pero la lluvia estaba
ausente cuando nuestro reloj aún no marcaba las nueve menos diez minutos de la mañana y
llegábamos a Valdelafuente, el lugar donde la imagen de la Patrona de la
Región Leonesa iba a tomar contacto con el suelo de la Sobarriba. He ahí
el hito.
Ya se
veía movimiento por las calles, y más en la propia carretera; gentes que se
preparan con afán participativo. Cerca de la iglesia parroquial, de San Juan
Bautista, tomamos la primera fotografía; nuestra intención, bien premeditada,
pasaba por estar en la calle Mayor, en su entronque con la carretera N601, pues
allí era donde estaba programado que arribara el furgón que transportaba la
imagen.
Acabamos
de pronunciar la palabra furgón que rompe todo el equilibrio tradicional: La Hermandad de la Sobarriba siempre bajó a
la Virgen del Camino en rogativa a
hombros de sus gentes. Y decimos más, siguiendo las Normas que, para tal
momento, tenían escritas, aprobadas y cumplían. De ahí dimanaban nuestras dudas.
Se estaba a punto de romper una tradición de
500 años. ¡Ahí
es nada! Esa es la segunda lectura del
hito. Bien merecía la pena pues, estar
en el lugar para ver cómo al tiempo que se marcaba el momento que hemos calificado
de hito: Traer la imagen a esta
tierra, se rompía la tradición de
hacerlo a hombros.
Por ello, siempre fieles a las tradiciones, acuciados por la intriga de tal decisión, queríamos estar allí.
Por ello, siempre fieles a las tradiciones, acuciados por la intriga de tal decisión, queríamos estar allí.
En esta instantánea, para nosotros la más expresiva de cuantas fotos obtuvimos, puede quedar recogido todo el sentimientos que las gentes de esta tierra de la Sobarriba tenían guardado para la Patrona de la Región Leonesa. Aun cuando no fuera la imagen oficial que ellos siempre portaron a hombros.
Durante
la espera aprovecho para contarle a mi nieto, cómo fueron las gentes de la
Sobarriba, los primeros leoneses que posaron su mirada en la Madre del Camino, después de que ésta se apareciera en 1505 al pastor Albar Simón. Mario, que así se llama mi nieto, conseguiría las mejores fotografías.
Ciertamente que la Hermandad de la Sobarriba físicamente no existe ya, pero la presencia documental la avala, y en la memoria y en el sentimiento de todos los amantes de esta tierra permanece viva.
Ciertamente que la Hermandad de la Sobarriba físicamente no existe ya, pero la presencia documental la avala, y en la memoria y en el sentimiento de todos los amantes de esta tierra permanece viva.
Por
ello ese día estábamos prestos a compartir con ellos fervor, hombro con hombro…
Nuestra
crónica gráfica queda recogida en el vídeo que hemos compuesto a partir de
fotografías que tomamos durante la recepción, la imposición de la medalla y el
inicio de la marcha romera con destino final en el Puente Villarente, se puede
seguir, tal como lo contemplamos como sencillos espectadores:
Buen trabajo Maxi! Y nada de secillos espectadores: sabe bien la Patrona de la Región Leonesa, la Señora de La Sobarriba, quién la estaba llevando, más allá de los varales.
ResponderEliminarAntonio, perdona pero no había leído el comentario. Gracias, sabes que siempre me he sentido un poco partícipe de esta tierra. Disfruté y viví con respeto, aunque con un fondo de discrepancia, la llegada de la Virgen del Camino a "nuestra" tierra. Un abrazo de Máximo
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