10 de junio de 2013

NO llegó la Virgen del Camino a hombros sobarribanos

La reflexión que hoy propongo al lector no debe pasar  por ser una especie de rasgado de vestiduras, si acaso un bien intencionado análisis de porqué la pulcritud en  lo tradicional debe ser una constante,  y que, desafiarla, romperla o alterarla  no puede ser  gratuito. Innovar en temas de profundo arraigo requiere un gran consenso, dentro de una justificada conveniencia, y aún así, en puridad, lo mejor es persistir en lo que culturalmente, cual testigo, nos hemos venido entregando los leoneses.

Cuando apenas está iniciada la segunda década de siglo y milenio, las mujeres y hombres de la Sobarriba  consiguieron traer a la Virgen del Camino a su tierra. Los dos Ayuntamientos del Voto, hubieron de emplearse a fondo para conseguirlo, todo un mérito sin duda; pero no sin tomar una decisión que chocaba con la tradición que marcó la Hermandad de la Sobarriba mediante Ordenanzas y compromisos organizativos procesional y romero. 
Veamos y valoremos como en tal coyuntura se daban dos circunstancias contrapuestas en cuanto a poder vanagloriarse de ellas en el futuro, por más que una suponga un hito, y la otra alcanzará distinta calificación.

Era la  primera y más importante: Traer a la Virgen del Camino a la tierra para la que siempre pidieron  su protección. Puede que su humildad le hiciera ver al pueblo sobarribano como una intromisión en su buen quehacer romero para el traslado de la Madre Dolorosa del Camino hacia la capital, hasta el mejor de los templos, a la Catedral, pedir ahora ellos, hombres y mujeres de   esta parte de los pagos de Tierra de León, traerla a sus propios lares.


Y la segunda: Romper la tradición secular de bajar a la Virgen del Camino a hombros, en marcha romera, con los pendones al viento, rezos y cánticos. Todo un costumbrista y documentado acontecimiento al que no se debió renunciar.  Y así,  al tiempo que se cumplía aquél  deseo anhelado siempre, a todas luces merecido, con la mejor de las intenciones caían en el error de romper sus antiguas Normas, al traer a la Madre Dolorosa del Camino en un furgón,  escondida a los ojos de todos los leoneses por el tradicional Camino, hasta el momento de alcanzar esta tierra, justo  en la pequeña localidad de Valdelafuente. 

Mas, hay otro dato añadido con el que no contaban, seguro,  y que  lo coloco en el “haber” de la jerarquía eclesial de esta diócesis de León: 

La imagen de la Virgen del Camino traída a la Sobarriba el día 9 de junio de 2013, no ha sido a la que La Hermandad de la Sobarriba primero, y luego los depositarios del compromiso de aquélla, los dos Ayuntamientos del Voto, han hecho siempre sus ofrendas, y traída a León en rogativas;  ¡NO!, ha sido una copia conocida como La Peregrina que también custodian, en sus dependencias, los PP Dominicos.
¿Cómo interpretar la negativa de acceso de los sobarribanos a  la imagen de la Virgen del Camino de siempre, la que presidiendo el altar mayor del retablo de su Santuario ha recibido sus ofrendas seculares? Yo lo interpreto como una rebaja en el rango que al proceso de traerla a la Sobarriba se le otorgaba a los Ayuntamientos del Voto, desde “altas instancias eclesiales leonesas”.

¿Acaso la Virgen del Camino iba a esconderse para quienes han suplicado, arropado y procesionado su imagen, siempre? ¡Siempre! Al tomar tal decisión,  en bien poco se ha estimado el valor del secular esfuerzo de la Sobarriba en tan hermoso menester.

Si como he creído entender se ha alegado un cierto mal estado en la “estructura” corporal de la propia imagen, no sé qué tipo de restauración la hicieron poco tiempo atrás. Podemos entender que es una imagen del siglo XVI, que se ha de cuidar con esmero, pero la ocasión de traerla hacia la Sobarriba, para cumplimentar un deseo, y agradecer la fidelidad sobarribana a la Madre Dolorosa del Camino, fe tan antigua como la imagen tallada, la petición debió haber sido atendida como la mejor de las gracias,  en honor a méritos contraídos.

Y que no nos hablen del valor del empeño espiritual, que también, y así lo valoramos, pero los gestos cuentan, y mucho, pues elevan el ánimo de la feligresía  al tiempo que  refuerzan la tradición. Los Ayuntamientos del Voto, entiendo yo en razón a lo expuesto, no debieron aceptar traer una copia de la Virgen, ni mucho menos tomar la decisión de traerla en un furgón, máxime cuando, ambas cosas,  significaban la ruptura de una tradición secular leonesa. En su descargo debo añadir, empleando palabras que parten del corazón, que aceptando traer una imagen de “La Señora de la Sobarriba”, que en el Santuario les ofrecieron, daban muestra una vez más de su humildad como pueblo en tal menester. 

De lo que pude ver en Valdelafuente, cuyos pagos mejor he conocido y paseado, en la llegada, una vez que ya estuvo a hombros de ambas corporaciones municipales  la imagen de la Virgen del Camino, “La Peregrina”, sin baldaquino,  destacaré:


La sencilla ceremonia, pero de gran emotividad ante la iglesia,  dónde en andas y a hombros  locales esperaba el titular San Juan Bautista.  

El pueblo congregado cantando el himno a la Reina del Pueblo Leonés. La imposición de la Insignia de la Sobarriba a Santa María del Camino, por los Ayuntamientos del Voto, acompañada de una bella, emocionada y alusiva lectura por el gran sobarribano, Antonio Barreñada. 

Los pendones al aire  poniendo su mejor nota de color.  Las cruces parroquiales refulgentes como nunca.  Las capas pardas de Paradilla recordando su valor cofrade. Más la Banda de Música de la Cofradía de Angustias y Soledad acompañando el gran momento para la historia de esta tierra, con sus cuidados sones, sencillamente admirable

Mi felicitación a todos los organizadores, algunos de ellos amigos, a los que  pude  transmitírselo  con un efusivo abrazo. 
Y en este punto final no puedo dejar sin destacar la labor de un gran entusiasta de lo leonés, que vive con especial interés estas cosas, organizador activo y con poder en la marcha romera: Gonzalo G. Cayón, un buen amigo que vive e invita a vivir con ardor las tradiciones.


En este enlace se puede ver el vídeo

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