La Gran Manifestación del 4 de Mayo de 1984
Treinta años después de aquélla, decir que estamos
igual, es quedarse equivocadamente cortos en la apreciación, y no recoger la
cruda realidad. Entonces teníamos
esperanzas, hoy la sujeción al ente autonómico es tal que a duras penas podemos
preservar la Identidad Leonesa de los ataques autonomistas. Tan sólo el
leonesismos político (a su manera, y desunido), el sociocultural que no ceja en
el empeño defensivo, aunque marcando individualidades, y los que a título de su “ser leonés”
proactivo se implican aleatoriamente, consiguen hacer latir la personalidad leonesa. Si bien el pulso es
arrítmico y en peligro de fracasar.
El papel de los políticos de los grandes partidos a
quienes los leoneses votamos, es, desde largo tiempo atrás, de dejación en su
labor defensora y diferenciadora de lo leonés, siempre en beneficio del mandato
partidario y autonomista del ente.
Todo lo que sigue
forma ya parte del borrador de un libro que tengo en elaboración:
“Apenas sonaron las
ocho de la tarde la Banda municipal atacó
los primeros acordes del Himno a León, música enervante cuando arranca
con el fulgor de una marcha. El himno lo repetirían durante el recorrido por
las principales calles dando calor leonés al acto. Las banderas leonesas
ondeando vistosamente pondrían la imprescindible nota de color; y la emoción y el grito
reivindicativo, sería el patrimonio aportado por los leoneses durante todo el largo recorrido.
La primera
pancarta “LEÓN SOLO”, sostenida por
Morano, muy bien centrado y con un estilo arrogante que entonces no resultaba
molesto, o de modo inocente se
interpretaba como gesto de orgullosa defensa de lo leonés, estaba bien
flanqueado por Juan Garzo y José Calderón, además de gente de su equipo como Mª
Dolores Otero, Mª del Carmen Santos, Cancelo, y Ángel Luis, abogado y amigo, siempre un paso por detrás
de forma voluntaria. Ayudaban también a
llevar la pancarta: Amilivia, Aguayo,
Pancarta PAÍS LEONÉS. La verdad a reivindicar
Además de llamar la
atención el gran número de ciudadanos formando parte de la comitiva, estaba el
enorme interés que individualmente se
aportaba para que la marcha tomara el
carácter de incontestable, y actuara como revulsivo para poder ir con su empuje
hasta donde hiciera falta, y mostrar el afán reivindicativo de los leoneses de
autonomía propia.
Los que "sostenían" LEÓN", sonreían ayer, después...
La derecha entonces también reivindicaba León autonomía
Hoy me interesa destacar la presencia del entonces Senador por AP: José Calderón Llamas. En la derecha de la fotografía. Su labor defensora del derecho de los leoneses a autonomía propia, sin Castilla, fue muy importante aunque fallara el resultado. Afianza en su mano los capilotes simbólicos de lucha. El rostro serio, conoce el peligro que se cierne sobre la región leonesa. Con la otra mano se sujeta al joven Morano, artífice necesario para la marcha emprendida, ¡lástima que no fuera sincera la postura del Regidor! Aunque en aquel momento creo que se le daba el beneficio de la duda.
José
Calderón Llamas, un leonés de Sahagún, senador por AP,
elegido en octubre del 82, que peleó hasta lo imposible para que no se aprobara
el Estatuto de una Comunidad que nos
englobaba “por razones de Martín Villa”. Perdido su esfuerzo en el senado, y
los recursos interpuestos ante la Sala IV del Tribunal Supremo y en el Tribunal
Constitucional, ha dejado escrito en el Diario de León del 19 de octubre de
1984, una bien razonada y razonable “Tribuna”, en la que decía:
TODO SE HA PERDIDO
MENOS EL HONOR.
“Una sentencia que
nos obliga a estar sometidos al centralismo de Valladolid, en una autonomía en
la que estamos insertos a contrapelo”. “Nos cabe el honor de haber hecho todo
lo humanamente posible para que esto no hubiera sido así”. “Todo se ubicará en
Valladolid y pasaremos a ser una provincia relegada siendo como es una de las
más ricas…”
Este senador,
soñador de una provincia libre autonómicamente, que él consideraba como una de
las más completas en recursos naturales de España, también sostenía con
enérgica dignidad la pancarta de la gran manifestación del día 4 de Mayo. Así
le vi, con el peso de la impotencia en un rostro iluminado por la emoción, bajo el canoso pelo conferido por los
años. Y supe agradecerle el esfuerzo,
aun cuando no tuviera oportunidad de expresárselo personalmente. Cesaría en el
cargo precisamente el 23 de abril de 1986, cuando los autonomistas del ente se
empeñaban en seguir celebrando “su
fiesta” en Villalar.”
Perfectamente ataviados para la marcha reivindicativa, ellos representaban el futuro...
Y hoy, treinta años después, bastantes confusos se habla de una concentración o marcha ...
Si las jóvenes generaciones, desde ya, y me consta que hay movimientos positivos para ello en Salamanca y en Zamora, no logran hacer prevalecer lo leonés compartido, recobrando un común triprovincial histórico para plantar cara al ente autonómico, estamos abocados al más burdo de los haraquiri.
No debemos seguir actuando tan sólo como movimientos sociales, que pueden hacer una labor integradora y de concienciación vital sin duda, sino eligiendo a políticos que se identifiquen como leoneses, se dialogue con generosidad y respeto entre todos, en un partido que de no existir es de urgente necesidad crearlo… o refundirlo. ¡Ah!, y un líder. Y para éste no hay jalea real vitalizadora, o se es o no se es.
Si las jóvenes generaciones, desde ya, y me consta que hay movimientos positivos para ello en Salamanca y en Zamora, no logran hacer prevalecer lo leonés compartido, recobrando un común triprovincial histórico para plantar cara al ente autonómico, estamos abocados al más burdo de los haraquiri.
No debemos seguir actuando tan sólo como movimientos sociales, que pueden hacer una labor integradora y de concienciación vital sin duda, sino eligiendo a políticos que se identifiquen como leoneses, se dialogue con generosidad y respeto entre todos, en un partido que de no existir es de urgente necesidad crearlo… o refundirlo. ¡Ah!, y un líder. Y para éste no hay jalea real vitalizadora, o se es o no se es.
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