5 de diciembre de 2013

PARLAMENTUM

                          Un vídeo montaje, a modo de documental


                “Más de ocho siglos después de aquellas Primeras Cortes Parlamentarias…”

Estamos ante un DVD, no sé si promovido, sí  repartido por Diario de León, en el  que, según carátula, además de este medio han colaborado, la Junta de Castilla y León, Diputación provincial y Ayuntamiento de la capital, éste con la O transformada en hemiciclo, cual logo. 

La oportunidad del mismo es clara, al igual que el interés político.

Dos apuntes previos:

Recordemos que, nuestro paisano, el leonés Rogelio Blanco, con su gran esfuerzo de estudio, preparación de dosier y seguimiento del mismo llevó a lo más alto el tema al conseguir que la UNESCO se pronunciara a favor de las Cortes de 1188, situándolas  como Cuna del Parlamentarismo.





Así como que,  Juan Pedro Aparicio, leonesista  activo antaño,  el año 2010, el del 1.100 aniversario del nacimiento del reino de León, con un documental excelente, muy bien narrado por él, voz y letra, dejó documentalmente señalado el Reino de León como Cuna del Parlamentarismo. 





Después de un primer visionado con  sincero interés, y  con ojo crítico, todo hay que decirlo, aunque profano en cuanto a lo técnico y artístico, debo mostrar, como leonés comprometido con nuestras cosas, mi sincera felicitación a Daniel de León y María Anel que escribieron y dirigieron Parlamentum.

Espero que la Junta autonómica, cicatera siempre con lo leonés, haya aportado el mayor caudal económico al trabajo, dineros, por otra parte, que lo son también de los leoneses.

Como leonesista siempre he rechazado el proceder autonómico del ente que nos engloba,  hacia la Región Leonesa, escamoteando pasajes de valor histórico leonés o desdibujando otros. Y, lo peor, lo venimos tolerando. Nos ha hecho un daño que apenas hemos conseguido paliar con respuestas ciudadanas leonesistas. Y persisten,  he ahí  lo más grave.

Que ahora quieran aparecer como paladines, no es de recibo si antes no hacen oficial un mea culpa; para a continuación liberándonos  del amancebado castellanoleonés, castellano y leonés, poder empezar a hablar y recoger en letra parlamentaria, los dos pueblos: los leoneses y  los castellanos, así perfectamente diferenciados con obligado cumplimiento. Una medida transitoria que no nublará el derecho constitucional a autonomía leonesa propia. Porque, ¡atención!, en 1988 cuando nos organizaron el Octavo Centenario de las mismas Cortes de 1188, se pasaron por alto alevosamente los mismo datos que ahora  cuando se han visto pillados en aquél, el silencio oneroso, tratan de mostrarse como defensores. Claro que,  el cinismo político con el que se mueven  en el poder,  les da alas para esto y más.

Respecto a los personajes actuales que en el documental aparecen,  presumo  dieron  para la cámara su versión del  acontecimiento  recogido  ahora por la UNESCO, para que, posteriormente,  los directores, a retazos,  nos vayan mostrando esas opiniones. Parecen una elección significativa,  mas, ni están todos los que son, ni son todos los que están.  Se habla demasiado de democracia, cuando, en puridad, el pueblo leonés simplemente empieza a marcar rumbo en la faceta parlamentaria, beneficiándose de libertades recogidas como ley, que no era poco,   para empezar a hacer camino.

Respecto a la elección, supongo que siempre pasará algo parecido. Puedo hasta admitirlo, por lo que tan sólo dedicare unas breves frase a los políticos, en especial a los “nuestros”, opinando que algunos deberían figurar rojos de vergüenza ante su hasta hoy silencio cómplice, cuando ahora van de documentados. 


Rompe la marcha Isabel Carrasco, que, fotográficamente,  muestra su mejor lado.

La presidenta de la Diputación inicia su actuación con eso de… “demostrar a la gente que nosotros estamos orgullosos de la historia, que estamos orgullosos de nuestro pasado…”

¿A qué gente alude, quizá a la castellana del ente autonómico? ¿Y de qué historia está orgullosa?  Pues  si la conocía  como trata de dejar ver, porqué la ha silenciado hasta ahora, tolerando además  que el ente autonómico lo haya venido olvidando en los textos escolares.


  
 El Alcalde, Emilio Gutiérrez, orondo y crecido, parece colocar a la ciudad que rige, como cuna, cuando era sede real, y  como tal acogió las Cortes de 1188, donde se legisló para todo el Reino de León, y los Buenos Hombres hasta aquí habían venido de las ciudades del reino. El León que debemos citar como cuna del parlamentarismo entiendo que es el reino.

Y dice sentir mucho orgullo. ¿Acaso se ha preguntado alguna vez dónde está el Pueblo Leonés heredero del  acontecimiento   aquél? Por si acaso le doy mi versión: Como tal amordazado por el ente autonómico. Y le pregunto, ¿además de poner rótulos de la mano del ente, al mejor estilo centrípeta del regidor pucelano León de la Riva, qué                                                     va a hacer para recuperar la personalidad leonesa?
     


Juan Pablo García Valadés, Concejal de Cultura, con rostro serio, empieza diciendo  que León es cuna de parlamentarismo, y añade, a mi juicio no demasiado atinado, “cuna del sistema parlamentario actual”.  Cómo es eso cuando el que más nos atañe, las Cortes autonómicas, sin pudor alguno las han instalado en Valladolid.  ¿Porqué ha venido negándose a admitir públicamente que sus correligionarios en el  ente autonómico nos estaban escamoteando el derecho a que se ubicaran aquí, en la cuna.





Santiago Ordoñez, coordinador en León de IU, cuenta que al conocer lo de la UNESCO, le invadió “un sentimiento de orgullo”...”me parece que nos pone en el mapa,  algo que reivindicamos desde hace muchos años”. En qué mapa, le pregunto, ¿en el  autonómico que ellos han tratado siempre de cerrar, sin consideración alguna para la Región Leonesa? Sabe perfectamente que su partido no ha tenido para nada en cuenta al Pueblo Leonés en la gestación autonómica, y ahora se apunta a “caballo ganador” cuando la UNESCO muestra su reconocimiento para León diferenciado.

Su aptitud decidida y valiente en defensa de las JJVV, que hay que reconocer y agradecer, no hace más que paliar el fondo doloroso de su posicionamiento autonomista a favor del lo castellano o castellanoleonés, que nos desdibuja a los leoneses, cuando no nos anula.



Miguel Ángel Fernández Cardo. Procurador autonómico por el PSOE de León. Nos invita a sentir orgullo por lo conseguido, viéndolo como “una oportunidad para la ciudad de león, pero también para el territorio cultural del Reino de León”. 

La pregunta es: ¿Acaso se refiere al territorio regional, triprovincial,  leonés que el ente autonómico trata de abolir? Pues es allí, en el parlamento autonómico, donde hay que mostrar como reivindicación lo que es León y cómo se debe respetar lo que le es inherente, que no nos roben la historia o la enfosquen con lo castellanoleonés.




Guillermo García Martín, el hombre del ente en León, delegado territorial, nos lo presentan diciendo: “El que se reconozca una realidad histórica que ha ocurrido,  y se reconozca por un organismo que es la UNESCO...es una auténtica satisfacción”. Con sus dos reconozca, puede que esté queriendo dejar caer que él ya “conocía” el hecho. Y si era así, ¿porqué guardaba silencio aquí, y especialmente allá, en el ente?







Todos se muestran contentos. Pero que no pase de ahí, en película, reclamar ante el ente el estatus autonómico que nos pertenece a los leoneses, eso queda para los... leonesistas…

 Y así, a ritmo de Johan Strauss,  en un vigoroso vals,  nos  han desgranado la introducción, para empezar  a contarnos la historia, con imágenes fijas que en León se guardan, a las que van dando movilidad  bien acompañadas por la música elegida con singular acierto. La voz en off, el narrador, desarrolla su cometido con la cadencia propia de los documentales, pero con cierto tono de empalagoso énfasis, que se acompaña de un siseo vibrante, según creo apreciar, contándonos la historia de un Rey, unas Cortes y un  Pueblo.

A nadie le escuché decir que éste, el Pueblo, hoy heredero, existe;  y se le han de reponer sus derechos. Aquellos hechos han de prolongarse en nuestro hoy en libertad, todo lo demás es un secuestro de historia y libertades, que al parecer todos sabían, y  nadie ha movido, ni tiene intención de, en el futuro más inmediato, mover un dedo para la justa reposición…  




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