Conviene recordar que en la
primavera del año 1997 la Junta autonómica amenazaba a nuestras Juntas
Vecinales, mediante el anteproyecto de Ley de Régimen Local de Castilla y León,
en el que se abocaba a la supresión inmediata de aquéllas que coincidieran con
la capitalidad del municipio, y otras por otros
motivos tanto o más que discutibles.
El profesor Laureano M. Rubio, con
ocasión de ello, elaboró un Manifiesto en defensa de las JJVV y del sistema de
participación democrática de los concejos leoneses. Este escrito que
transcribiré, fue cursado por la Asociación pro Identidad Leonesa, reforzado
por un gran número de firmas que
obtuvimos de “prohombres” de León, y dirigido al presidente de las Cortes
Autonómicas a través de la institución
Procurador del Común. 13 de Mayo 1997.
Manifiesto en
apoyo de las Juntas Vecinales leonesas y de su sistema concejil
Ante la inminente
Ley de Reforma de la Administración Local impulsada desde el marco legislativo
de las Cortes de la actual Comunidad Autónoma de Castilla y León; ante la
postura encontrada de las diferentes organizaciones políticas y ante el propio
planteamiento poco claro y poco acorde con los derechos históricos y de la identidad
de los pueblos de una Ley importantísima para el futuro de la provincia
leonesa, los firmantes quieren manifestar:
1º Las Juntas
Vecinales y el sistema de concejo abierto de vecinos son para los pueblos y
gentes de León un patrimonio y un derecho histórico avalado por más de ocho
siglos de historia, por el viejo Derecho Consuetudinario Leonés y por su
carácter de legado transmitido de generación en generación en torno al cual se
articuló y forjó la identidad leonesa desde el marco de las peculiares formas
de poblamiento y autogestión asamblearia
directa.
2º Desde esta
perspectiva se explica el mayor equilibrio social de nuestra provincia a lo
largo de los siglos y la conservación de uno de los patrimonios comunales más
ricos y variados de España. A su vez, hay que tener en cuenta que, frente a las
denominadas Juntas Administrativas conservadas por otros pueblos de España, las
Juntas Vecinales o Concejiles leonesas han sido y son aún más que meras
instancias administrativas locales.
Nuestras Juntas
Vecinales siempre ostentaros una impronta social, económica y cultural
importante en tanto en cuanto no solo ordenaban la comunidad desde criterios
nobles de solidaridad, colectivismo y comunitarismo, sino que se constituyeron
a lo largo de los siglos como auténticos órganos de autogestión y garantía del
proceso de nuestros pueblos ya que sobre ellas recayó la responsabilidad de
ofrecer auxilio y bienestar social y económico, de aportar a sus gobernados a
través del concejo, de las “facenderas”, del reparto de quiñones labrantíos y
de leña, de la distribución y usos de agua, de la fiesta, de la vida y de la
muerte.
3º Nuestras Juntas
Vecinales y el Concejo de vecinos en el que se asientan, enraizadas en la
fuerza de los “Hombres Libres” medievales y en las estructuras del viejo Reino
de León fueron durante siglos y lo son aún hoy día la mejor muestra y
manifestación de una gestión directa, propia y asamblearia sobre la que
difícilmente podría incidir el antiguo caciquismo municipal. Gracias a esta
gestión directa interesada y a la total desvinculación de podares foráneos,
nuestras Juntas y nuestros pueblos han conservado un rico patrimonio comunal,
unas prácticas solidarias y un colectivismo agrario que recientemente ha
servido para dotar a nuestros pueblos de unos servicios que difícilmente
hubieran podido soportar las exiguas arcas de muchos de nuestros pequeños y
escasamente funcionales ayuntamientos.
4º Ni el Sistema
actual, ni los políticos que nos representan, ni el poder legalmente
establecido en torno a las Cortes y a la Junta de Castilla y León tienen
capacidad moral ni derecho, que no pise el Derecho Histórico leonés, a
consentir, permitir y en cierto modo alentar la desaparición de un patrimonio
histórico, social, económico y cultural desde el pragmatismo de criterios tan
peregrinos como el del la menguada vecindad, la ausencia de recursos materiales
que gestionar, la pasividad social y ostentación de la capacidad municipal.
Los leoneses
sabemos muy bien que nuestras Juntas Vecinales juegan aún hoy un papel social,
sociológico y cultural en nuestros pueblos y su permanencia una garantía de
futuro de éstos.
5º Nuestros
dirigentes políticos tienen responsabilidad ante la Historia y ante el
importante en legado transmitido por nuestros antepasados de articular los
medios y las formas que garanticen el buen funcionamiento y la operatividad
legal de nuestras Juntas. Tienen la obligación de dotarlas de un marco legal de
actuación que a la vez controles la legalidad de sus actos mediante las
correspondientes Ordenanzas o mediante el correspondiente asesoramiento de la
Diputación (S.A.M).
Por todo lo cual,
los firmantes de este manifiesto, “mujeres y hombres libres”, que lo único que
les mueve es el sentimiento por una tierra, por sus gentes y por los más de
1.300 pueblos o comunidades concejiles de aldea, que son el principal valor de
nuestra identidad leonesa, quieren expresar públicamente su apoyo incondicional
a nuestras Juntas Vecinales, a nuestros Concejos vecinales y a cualquier otro
legado o patrimonio histórico sociocultural que desde el buen quehacer, la
lucha y el endeudamiento de nuestros predecesores, han llegado hasta nosotros.
Me está resultando extraño no
escuchar la voz autorizada de Laureano Rubio ahora cuando la amenaza viene de
más allá, no sé si de más arriba, pero sí con más peligro; pues al propio peligro
que supone el ente autonómico se añade el del gobierno PP de la nación, corre
el año 2013.
Debo finalizar diciendo que en pro
Identidad Leonesa, nunca recibimos contestación de las Cortes Autonómicas, si bien el Manifiesto y los escritos que le
acompañaban constan en el expediente de la Asociación en el Procurador del
Común.
No hay comentarios :
Publicar un comentario