Moverse
en defensa de nuestro patrimonio está bien, muy bien. Acudir a
la cosa política para dialogar, imprescindible; tratando de llevar
siempre la sonrisa de la calma en el semblante, que pueda abrir puertas, oídos
a nuestra firmeza de convicción interior ante una injusticia. En este caso
oponiéndonos a la anulación de las pedanías, las juntas vecinales.
Pero en
los movimientos para defender lo nuestro, el gran patrimonio sustentado en el
pueblo, ante quien pretende cambiar el rumbo de las cosas leonesas, hay que
mostrar la firmeza imprescindible que nos debe afianzar en la razón que nos
asiste.
El dato
de que sean los pedáneos de una “zona” leonesa, los asistentes, pienso que en
representación propia y de sus propios lugares, no sólo no nos debe de tranquilizar al común
leonés, sino añadir un punto de flojedad a nuestra posición defensiva. Más aún
ante los interlocutores que se buscaron. De éstos personalmente desconfío sin
paliativos, desde luego en su papel político.
Luis
Aznar, en el tema del carbón leonés, dejó bien a las claras su inoperancia por
lo propio nuestro, y sí una obediencia ciega al partido que le ha dado cobijo, lo del
pueblo es secundario. ¿Qué podemos espera ahora de él?
El
señor Lucas, antaño presidente del ente autonómico que nos tiene abducidos,
fiel a su puesto actual será la voz de su jefe en el gobierno. Este señor nos tenía
atragantados a los leonesistas, le éramos incómodos, y se decía más leonés que
nadie en tanto llamaba bercianos a los bañezanos…
Desgraciadamente
no vale siempre lo de “algo es mejor que nada”. A la vista de los interlocutores buscados,
como una simple muestra, he dicho lo que he dicho, y añado: Por libre, con
iniciativas sin coordinación general en el tema, y a golpe de propaganda, olemos
a fracaso. Es poderoso el “enemigo”, está temeroso por la crisis que no sabe
como vencer, echar mano de un vasto y rico patrimonio es una tentación adornada con la dulzura de la
facilidad, aunque al pueblo leonés le rompa su estructura, su libertad, y le desprovea
de sus bienes comunales.
La unión hace la fuerza, no lo olvidemos, es
mi sencilla moraleja…
No hay comentarios :
Publicar un comentario