3 de febrero de 2012

Descafeinar el leonesismo

          Alejandro Valderas es hoy el único representante electo del leonesismo político en las Cortes Autonómicas,  y por añadidura puede y debe ser, desde mi apreciación, el del leonesismo reivindicativo social leonés.
        Viene todo esto, que parece sencillo y encierra gran complejidad, a propósito de lo apuntado por el procurador en el Filandón del día 1 de febrero del presente año. Se encabezaba así la noticia:

        «Unir el leonesismo no produce ningún beneficio»
                   Germán Gavela, Alejandro Valderas, Roberto Núñez y Felipe Ramos, en un momento de la tertulia. Ramiro
dl | león 02/02/2012
Y continuaba:
           El leonesismo “es como el Guadiana. Aparece y desaparece en política. Y ahora al leonesista Alejandro Valderas le ha tocado aparecer, eso sí lejos de León en «territorio regional», como procurador de la UPL en las Cortes de Castilla y León”.     


          Quien redactó esto no pudo sustraerse a la tentación de llamar región al territorio que abarca el ente que nos ha atrapado, no sé con qué intención, positiva ninguna y aunque lo entrecomille, personalmente me escuece el término así aplicado. En puridad los leoneses no podemos aceptarlo, pues nos despoja de la propia territorialidad.
          El leonesismo como movimiento político, o como movimiento social reivindicativo autonómico, lo estamos viviendo ahora; lo del Guadiana, que desaparece y vuelve, no le encaja.
          El leonesismo, anidando en el “ser leonés” y expresado como sentimiento popular, siempre ha estado ahí, aun cuando no sea contrastable más allá de la valoración de hechos y comportamientos individuales y colectivos que lo ponen en valor.

           Si exceptuamos lo de “unir el leonesismo no produce ningún beneficio”, que rechazo de plano,  otras cosas de las que apunta el procurador autonómico por UPL puedo compartirlas,  en principio como paisano, pues aun siendo su escaño por UPL,  la obligada procuraduría le lleva a velar por lo leonés en general, como parece ser su mayor ocupación.  Hasta ahí bien,  el problema es si para ello, hace abstracción de los postulados leonesista.
           Suavizar las formas  para que los oponentes en el hemiciclo autonómico, que lo son todos, incluso “los nuestros”,  los de León,  no se enfaden, no pasa de ser una caída en el vacío.
         Finalmente repito algo que ya dejé dicho con motivo de su nombramiento como procurador: En el ente autonómico sonreír lo justo. Halagar, innecesario. No estamos allí para dar carta de naturaleza al ente autonómico, sino como dolor permanente de una afrenta autonómica y para que la personalidad leonesa y nuestra identidad cultural, no sufran menoscabo.
          Y sin la menor duda para que lo económico-social que nos pertenece en el ente, no nos sea escamoteado. Como ocurre cuando señala: “Aquí cuando se reparten los presupuestos, la mitad son para Valladolid y la otra mitad para el resto”.
           La denuncia está bien, o mejor muy bien; pero ahora procede valorar en cada partida presupuestaria, por uno u otro concepto, cuánto se nos escamotea, y  contarlo a los leoneses con la explicación pertinente. También sería muy conveniente incluso que, con una comparativa bien documentada, a cada partida se contrapusiera lo que como región autonómica nos pertenecería.   

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