7 de abril de 2017

Los Decreta y la Junta Autonómica

Procede de salida hacer una importante reflexión y una pregunta  Ahora cuando el ente autonómico habla de mostrar al alumnado, en los textos escolares  de forma curricular, lo de ”León Cuna de Parlamentarismo”.  Algo que hasta ahora, cuando la autoridad de la UNESCO ya lo ha elevado a la categoría de Patrimonio del Mundo, el proceder de la Junta estaba en las antípodas. De modo que no nos debemos dejar engañar, cuando han empezado a soltarlo, no va más allá de ser con la boca pequeña, como cosa que está de moda y que por eso se repite. 

Hasta aquí la consideración. Sigue la pregunta:

¿Cómo vamos a creer ahora en la buena intención de la Junta autonómica que dejó pasar el octavo centenario (1188/1988) sin mover un dedo para poner tal hito en valor, en verdadero valor,  sin reticencias perniciosas; pues, incluso se buscaron  exégetas para que, desde un enfoque de minusvaloración, se difuminara el acontecer histórico?


Todo cuanto se hace en esta Comunidad, forzada comunidad hay que destacar, no puede llevar implícito una revalorización de lo leonés, y mucho menos algo que haga sombra  al acontecer castellano tanto de ayer como de hoy. Esto es palpable.

El alcalde de la capital de la provincia de León, el señor Silván, cuando se ha presentado como aspirante a jefe del PP en la Comunidad, incluso en León, en la ciudadanía las voces que se elevaron no eran de apoyo, más bien de recriminación por no haberse significado en la defensa de lo leonés, tanto, social como económico, en su proceder como Consejero.

Ahora sí, conseguido el  reconocimiento del pasaje histórico que citamos, quiere lucirse como defensor de tal acontecer. Para ello dirige al Presidente de la Generalitat catalana, una carta censurando la intentona de apropiación de la primacía parlamentaria. Creemos ver oportunismo con nada de desgaste, y  posible ensalzamiento de su figura política comunitaria.

Señor Silván, una vez que el toro ha pasado, las posturas no son otra cosa que gestos para la galería. Pues, este pasaje histórico leonés de 1188  que la UNESCO, reconoce a través de  los documentos aportados, huelga decir que éstos ahí estaban,  y ni usted ni nadie del ente autonómico supieron ponerlos en valor,  o peor, por interesado silencio callaron. Los leoneses, poco o nada enterados, actuamos con la pasividad de quien, o se considera poseedor del grado de leonesidad suficiente que le hace intocable, tiene interiorizada  la renuncia a seguir luchando, o espera que las aguas vuelvan a su cauce por pura justicia histórica y ahora constitucional.


 Tampoco han querido en el ente autonómico hacer la más mínima alusión al leonés que en su haber tendrá para siempre el carácter de promotor,  en el año 2012, de la solicitud ante la UNESCO,  convenientemente acreditada, manejando la documentación que en el ente silenciaban.   Hablamos del intelectual leonés D. Rogelio Blanco Martínez.

Quien, a mayor abundamiento, conviene destacar, hubo de hacer un profundo y bien dirigido seguimiento del proceso, hasta culminar en 2013 asentado el dato en la Memoria Histórica del Mundo. ¡Una labor encomiable, por lo tanto!



Hasta entonces perniciosamente venían dejando transcurrir el tiempo sin escribir  ni una línea en los papeles autonómicos, motu proprio, para ver si pasaba la bola. Ahora, señor Silván, entiéndalo bien, no censuro la defensa hecha por carta; estupendo, pero no sólo no borra su actuación anterior desfavorable para lo leonés, sino que destaca aún más la indolencia permisiva para silenciar lo leonés en la Comunidad que usted defiende, aunque nos margine.

Castilla fue entonces a rebufo, y esto lo toleran mal. Ahora nos toca esperar a ver el tratamiento que dan en los textos escolares al dato, al hito histórico Leonés, o mejor aún del Reino de León.   

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