Ya hemos emitido nuestro voto los leoneses, bien es verdad que como todos los
españoles que así lo han querido. Y las fuerza políticas en ejercicio, están sometiendo nuestros deseos autonómicos a sus voluntades partidistas. La cuestión es saber si nuestra papeleta simplemente llevaba inercia electoral, que ellos interpretarán a su antojo. Veamos mi reflexión.
Lo haré empezando por el partido emergente que se empieza
a denominar “El Morado”, o los morados si nos referimos a sus miembros. La
culpa de esto, es el fondo del logo, en el que los blancos círculos, he oído cedir, vienen a querer significar fraternidad.
Suele decirse que uno se pone morado de
comida, y la apoplejía está a punto de
saltar. En este caso el atracón comienza con
una metafórica ensalada de papeletas de los leoneses y de los
castellanos, si ponemos la mirada en lo
autonómico de infeliz memoria para los leoneses. Pablo Fernández y su lista morada apareciendo por vez primera en las de
Castilla y León, han puesto en marcha su metabolismo interno.
Excluyendo a la
Región Leonesa, dada su asunción
partidista, han entrado en la dinámica fagocitadora de los
leonés, bien diseñada por los autonomistas del ente. Lo quieran entender o no, resulta muy desatinado no llevar en su
círculo la reivindicación de un pueblo: el Leonés. Aceptar lo establecido en el
ente autonómico hasta “ayer”, es una “encerrona”“, pues choca con la operatividad
horizontal dialogante que dicen practicar.
Ya tienen un apunte de poder en el ente,
10 procuradores, 6 por Castilla y 4 por la Región Leonesa, pero amancebados
como manda la casta. Y a Pablo como líder, actuando como portavoz, no le
permitirán ser voz leonesa, si por
pundonor lo pretendiera, y sin pudor alguno se acoplará a los designios del
ente considerándose castellanoleonés, y ahí NO nos tendrá a los leoneses a su
lado.
Tal como viene mostrándose no cree en lo leonés diferenciado, y me atrevería a decir que ni siquiera fuera de la opresión castelllana.
Consiguieron la mitad de procuradores que Podemos, esto es 5. De ellos 2 son por la Región Leonesa, aunque él, el líder, no la considere, ni siquiera siendo salmantino; y 3 por la parte castellana. Están abocados a pactar con la derecha. Les va bien la mano. Como condición especial ponen aquéllo de que no haya imputados en las listas por actuaciones propiciadas desde el cargo político. ¡Ah!, y si éstos dimiten... ¡¡¡al parecer el partido queda limpio!!!, extraña goma de borrar.
El proceder de ambos partidos NO se comparece con lo popular sentimental leonés, que, por supuesto, también reclama lo socioeconómico propio, toda vez que el partidismo cerrado que ya empiezan a exhibir, es el método ejecutor vertical de la que Podemos ha venido denominando “casta”, aunque empiecen a silenciar este término a fin de calar mejor en la sociedad. Unos "viejos" políticos a los que, por su parte, el partido de la virgulilla considera amortizables, dadas sus actuaciones.
La frescura decisoria de la ciudadanía se puede quedar en palabras.
La frescura decisoria de la ciudadanía se puede quedar en palabras.
UPL, movimiento político leonesista, en
doloroso declive, ha conseguido que un político leonesista, al menos por
militancia, alcance un escaño de procurador. Pero no es cuestión menor que el
número de votos conseguidos haya descendido sensiblemente. Y además debe tener en cuenta el elegido que
en las papeletas a su favor había un tinte de “a menos perder”, que sin embargo
no le debe preocupar, si es que, en adelante, sabe llevar el tono y el discurso
hablado que demandan los leoneses comprometidos.
Por si acaso desconoce cuál es el
mandato popular, su inmediata preocupación ha de ser enterarse, y nada mejor
que preguntar y escuchar. En principio
tiene a la vista un gran movimiento social leonesista y asociativo cultural en
torno a nuestros valores tradicionales, debe saber ganárselo, no le resultará fácil si
no va de cara.
Atención al tema de ser llave, tal como
han dicho con cierto tono de euforia,
las Cortes autonómicas no han dejado de ser un organismo hostil para lo
leonés. Y la purpurada que usamos como enseña no puede ser anulada por la
cuartelada.
Si los elegidos procuradores
autonómicos, de cualquier partido, no creen en lo leonés diferenciado, y nace ésta su posible dasafección por un supuesto desconocimiento, o de un mal entendido interés político
partidista, lo cierto es que su obediencia, de ser ejecutada
ciegamente, se puede equipar a ignorancia sin límite.
Los llamados emergentes, sin respeto
alguno para lo leonés perfectamente diferenciado, se han situado en el ente,
pero como bota opresora; y ponen así un velo más de negritud al futuro de los
leoneses como pueblo.
El alba tímida que a veces nos parece ver lucir en el horizonte
triprovincial leonés, no pasa de ser un
hálito de esperanza.
¡Ciudadanos partícipes de las formaciones emergentes ejercientes en León!, me dirijo a vosotros:
Si inconsecuentemente entendéis que al León que mediante la Y copulativa aparece
diferenciando a la Región Leonesa en la nominación de la Comunidad, se ha de
terminar borrándolo como pueblo, mi anatema es claro: ¡Cual esquiroles, estaréis acompañando a los que nos quieren escribir
una historia indeseada!
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