28 de marzo de 2015

Silván aspira a ser alcalde legionense y algo más que consejero castellanoleonés´


Algo así como no descolgarse del ente autonómico, del que parece anhelar la presidencia, en tanto silencia al núcleo leonesista de la capital "corrigiendo" a los legionenses municipalmente.    Nosotros los votantes tenemos la palabra...

              Rostro enigmáticamente sonriente en el aspirante, mirada perdida en el que se cae


http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/alcaldia-leon-para-acunar-quien_966847.html

La Alcaldía de León, ¿para acunar a quién?

Campeando lo de Cuna del Parlamentarismo, hito leonés mal interpretado, dada la arbitraria absorción capitalina, cambiará en breve, no la efeméride que manejan cual simple dato, sino el consistorio regido por Emilio Gutiérrez con la partitura que su partido le puso en el atril. Ahora, al volver la hoja, faltando su mentora, el PP, doble poder, el local, y «ése que habla por nosotros» y lo toleramos, el autonómico, ha escrito sobre el pentagrama otro nombre.
Estoy aludiendo a Antonio Silván Gutiérrez, a quien como persona, no al personaje… le tengo un fondo de reconocimiento que explicaré. Fue precisamente con motivo de su paso por la institución autonómica Procurador del Común. En ésta pudimos conocerle en persona cuando desempeñaba el puesto de Asesor Jefe, cuatrienio 1995/1999. Era el momento de los primeros compases de la Asociación pro-Identidad Leonesa en busca del respeto debido para la identidad y territorialidad históricas de los leoneses, en el ámbito de la Comunidad.
Lo que sigue, y tocante a él, no es un panegírico, pues no da para tanto nuestra relación, ni el trato correcto puede provocarlo; los méritos no iban allá de una aparente buena acogida; había oficio cuando nos ayudaba en la presentación oficial de nuestros escritos, aunque entonces su gesto parecía desprender comprensión y cierto compromiso hacia lo leonés.
Ese deber con la tierra leonesa y el paisanaje, no tardó en olvidarlo para hacer su carrera política, poniéndose al servicio del ente que nos ha robado la palabra y nos quiere amordazar el sentimiento leonés. Así ha defendido una comunidad que nos ha sido impuesta, y venimos soportando amarrados en el furgón de cola, y siempre tocándonos esperar «fomentos».
Ya como personaje político activo, asumiría durante otro cuatrienio, 1999-2003 la Secretaría General en la Consejería de Economía y Hacienda que capitaneaba Isabel Carrasco; desde la que, hasta donde hemos podido saber, nada específico reivindicaron para León. Nunca supe si para ese cargo le reclamó la consejera, tampoco nos importa mucho, al igual que el grado de distanciamiento posterior entre ambos, que no escenificaban pero se «masticaba». Como consejero de Fomento, y consejero de Fomento y Medio Ambiente hasta la actualidad, sus actuaciones en León, a veces inusitadas, han sido muy cuestionadas, al margen del peloteo.
Dos apuntes, como «fomentador» ni un mínimo de interés para mover el tema Torneros, de vital importancia para León, o admitir una sola vía, y tardía, para el AVE. Como ambientalista, hay voces acusándole de no haber sabido aplicar la Ley de Evaluación Ambiental, y sí escatimar las subvenciones pertinentes a las empresas del sector forestal en León… Pesado bagaje al que hay que añadir en orden a los sentimientos su mácula impulsora de lo castellanoleonés.
Herrera le ha señalado para encabezar la lista en la elecciones municipales. Para la mayoría silenciosa leonesa y no digamos para los que viven el sentimiento vivo de ser leoneses, su paso por el ente es un lastre, no un mérito; máxime si las actuaciones de su Consejería en León son tan contestadas como discutidas. Desplaza al actual regidor Emilio Gutiérrez que, a pesar de tener un ego fatuo, como se ha dicho, no faltan quienes, junto a su equipo, colocan en su haber un cierto saneamiento en las cuentas municipales, ¡por imposición gubernativa no lo olvidemos!, está empezando a tragar el desplazamiento hacia el puesto que le destinen.
Ahora Silván, ya candidato a la Alcaldía, mece la cuna de las promesas, como el tren soterrado, cuando desde la Consejería lo ignoraba; al igual que el Aeropuerto o el Palacio de Congresos. Anuncia proyectos pegados (dice) a nuestra tierra. ¿Cuál es esta tierra?, ¿la que ha estado ayudando a suplantar con lo castellanoleonés? O ¿la misma a la que ha negado su apoyo para la conexión vital León-Bragança, como otro negativo ejemplo más? Pura propaganda.
Trata de adormecer su pasado en el ente autonómico que nos ningunea territorio e identidad, y su deseo parece pasar por no desligarse de él, optando por compatibilizar cargos. Poco le importa que seamos los leoneses sufridores perpetuos dentro de una gradación que va desde el simple recelo ante los agravios autonómicos, y son muchos; al más absoluto rechazo marcado por el rigor del «ser leonés». Y que León capital sea la cuna donde lo leonés duerma… y aquí va el inevitable exabrupto: meado en el olvido por el cinismo imperante del ente autonómico…, eso sí, agravado con nuestra tolerancia.

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