24 de marzo de 2015

Valderas no quiere ser candidato


Qué le voy hacer, parece decirnos sonriente el actual procurador autonómico por UPL en las Cortes del ente que nos maneja, he hecho cuanto he podido, ¡no quiero ser candidato otra vez!


Unos apuntes a vuelapluma, para la ocasión,  referidos a Alejandro Valderas,  y el sentimiento leonesista, me llevan a presentarlo como a un romántico leonesista, que  por propio deseo decide poner fin a su carrera política.  Romántico por cuanto, y no creo equivocarme,  el sentimiento generado por y para la tierra leonesa,  es el motor que le ha impulsado a la defensa  de nuestros valores. 

Valores de los que otros han hecho dejación, equivocadamente complacientes con la parte castellana, instigadora de un ente con ansias de absorción,  cuando no promotores de un perverso destino para lo leoneses, colocándonos a la cola como comparsas comunitarios por obediencia interesada partidista. Él, en cambio, ha luchado  para protegerlos culturalmente  y después poniendo su mejor empeño en  salvaguardarlos,  cuando los hechos consumados comunitarios nos afectaban dañinamente.

He dicho carrera política y creo que se hace necesario dejar aquí diferenciadas dos cosas. Primero que siempre he entendido que no aspiraba a hacer carrera; y segundo,  que el término político acoplado a UPL, a la que prestaba la mejor de sus atenciones, en puridad no era tal. Explico esto último.  Se pretendió desde sus orígenes que fuera una formación cuyo núcleo vital el leonesismo uniera a dirigentes y militantes para, presentándose con el ropaje político  al uso,  poder actuar en esa disciplina reivindicando la autonomía para la Región Leonesa, por lo tanto que no fuera un Partido más.

No trato aquí de contar sus méritos o fracasos, pues seguro que de todo habrá, sino de dejar en esta página destacado su impulso a lo cultural leonés, ya desde los orígenes del  proceso autonómico. En ello puso la mejor de las voluntades, potenciadas por el sentimiento leonesista, tanto en el Ayuntamiento de la capital donde, andando el tiempo, desarrolló buena labor en la Concejalía de Cultura, antes de dar el salto hacia una procuradoría en las Cortes del ente autonómico que nos atenaza. Allí ha luchado en solitario, pues los votantes no le dimos más crédito a UPL, contra viento y marea, manteniendo viva la presencia leonesista en el ente, algo muy valorable y de gran trascendencia.

Siempre ha gozado de mi estima dado el sentimiento identitario leonés que, sin decírnoslo, siempre hemos compartido, y en ello estamos.


Un apunte final con relación a lo que su retirada puede suponer en el plano autonómico.  Dado el deterioro sentimental y pedagógico leonesista que la formación ha ido sufriendo con el tiempo, en cuanto a personas o tal vez diga mejor personajes de cierta relevancia, me temo que entre en un momento crucial. Causa: entre los leoneses, sus votantes, ha ido perdiendo predicamento, es mi percepción, y me preocupa.  Elegir un cabeza de lista autonómica, no creo que les sea muy fácil, si es que decide la cúpula actuar con criterio leonesista, y no por condicionamientos de favores político-partiditas. 


  

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