...en León, la Región más perjudicada en el plan autonómico de la Transición, dato que aparentan desconocer, por conveniencia en el mejor de los supuestos; o como pueblo, lo que les importa un bledo, más a allá del voto de su plan "globalizador".
Para
que no haya sorpresas, debo decir que mi alegato va dirigido especialmente a
Podemos León.
No hace mucho, quise dejar escrito en mi blog en ileon.com, un
mensaje para Pablo Fernández, creo que entonces aún no era el líder, por las
urnas electrónicas, del partido PODEMOS en León, y lo hice esperando algún
movimiento definitorio.
Pretendía en aquél que se pronunciara públicamente sobre lo leonés. Para precisar más, saber si entendía o entendían en la neoformación
algo sobre lo cultural leonés, más allá de
transversalidades y empoderamientos generales preconizados para ciudadanos en la política nacional española. Algo sobre
la “cuestión autonómica leonesa” ésa que
afecta a un pueblo histórico sojuzgado por un ente centralizado plenamente en
Valladolid.
Al
parecer pasa por alto todo esto Pablo Fernández, no sé si motu proprio o por impulso
partidista, para quien los ciudadanos
leoneses, como tales, no necesitan
empoderarse, no son nadie, no tienen personalidad, y deben ir en el paquete
castellanoleonés sin rechistar. Si esto
es así, y el silencio en tal sentido lo
corrobora, por derecho propio entra en la lista roja de los que dan por buena la
ignominia del apoderamiento, repito,
apoderamiento autonómico de lo leonés por los políticos del ente. ¡Atención!, en este caso para él éstos no
parecen ser “casta”. Un rasero de medir que parece mellado por la conveniencia, más que otra cosa.
Si lo
antedicho lo soslaya por conveniencia, sea ésta de cualquier índole, pues muy mal, pero recuperable; lo peor es
que parece dar por bueno, adecuado y democrático, hacer pasar por las horcas caudinas a un pueblo, amarrado
por decreto a un ente que rechazó manifiestamente. En modo alguno debería ignorar que los leoneses rechazamos en la calle, y con rotundidad, la imposición de la “casta”
para incorporar por “razones” a León al ente. O ¿acaso desconoce esta vicisitud: el
atropello cometido sin plebiscito alguno? Si lo desconoce mal, y si por su interés pasa
por ello, su papel tiene un
calificativo: colaboracionista.
Un
partido, PODEMOS, que apoya, defiende y propone soluciones para las autonomías
inconformes con la actual coyuntura, digamos para Cataluña, País Vasco, Galicia…
y su líder nacional Pablo Iglesias, va
allí, a esos territorios, en especial a los dos primeros, y es recibido aclamado
y aplaudido, quizá por aquello de que afirma:
“ España en un país de países”, y hay que respetarlo; no puede ni debe ignorar,
en justa reciprocidad, la cuestión autonómica
leonesa.
Si en
PODEMOS, esta cuestión resulta nimia, porque nadie lo ha explicado; por ejemplo el
miembro del CC, Pablo Fernández, de
León, cual era su obligación; pues es hora de que se vayan enterando que en
León lo castellanoleonés ni cuaja ni se admite.
Si leyeran algo del ente y sus “fundaciones”, sobre la imposición política de una identidad mal
llamada regional, que ni aparece ni se la espera, estarían en disposición de escuchar y
comprender al pueblo leonés.
Mucho
nos tememos, por la ruta emprendida, que
Pablo Fernández, sea afín por conveniencia circunstancial a lo
castellanoleonés, tal como parece desprenderse
de sus actuaciones. Mal empieza un político que deja de escuchar a su pueblo.
¡Sépanlo en el CC nacional! Si es que les preocupa por igual todas las
cuestiones que afectan a la ciudadanía
española con sus especifidades
correspondientes.
En las
recién pasadas elecciones, dentro de
PODEMOS, para elegir a los ”comités locales” en León capital había dos listas,
dentro del mismo círculo. Cada una hizo su campaña. “Claro que Podemos” y “Contigo
Podemos”. La primera gozaba del aval de Pablo Fernández, era, podíamos
decir, la lista oficialista que tal como
se fue mostrando compartía el nulo
interés por lo leonés, creo que ha venido quedando claro a qué me
refiero, se llevó la mejor parte, o mejor diría que sus miembros alcanzaron más
votos.
Obsérvese
que hablamos de listas, que no siendo cerradas, se mostraban como si así lo
fueran, para dar mayor facilidad para el voto electrónico. El
"aparato" de los partidos, ya se sabe, domina el cotarro. Las listas
oficialistas llevan, aunque solo sea por inercia, las de ganar. “Contigo
Podemos”, la otra lista, la alternativa, la que venía a dar veracidad al hecho
democrático de votación, consiguió que,
terminada la votación, tres de sus miembros entraran a formar parte del Consejo
Ciudadano de León, 16 miembros. En ésta habíamos puesto algún tipo de esperanza
de voz leonesa, puesto que sí querían
entender y defender lo cultural leonés diferenciado.
Por escaso margen, los de Contigo Podemos, perdieron; ya es sabido, y ha quedado dicho
aquí, lo que supone ir en contraposición
a la lista oficialista; el tirón partidista y más cuando son escasos los
votantes, incluso familiarmente se empuja decisivamente y resulta más fácil
convencer a quien no va más allá de elegir a un amigo, a un conocido, máxime si
parece ir bendecido por el jefe.
Ahora vendrá el voto
para las municipales, si se repiten las listas, y no gusta su programa sin
incardinar en lo leonés, ¡ya se sabe lo que hay que hacer!...
Y lo que, para la cuestión leonesa, es más importante aún:
Las autonómicas. Quienes suelen leer mis
escritos al respecto, conocen, pues lo he dicho con reiteración, que la
presencia en las Cortes autonómicas de
un partido leonesista es de vital importancia.
UPL, con todas sus incertidumbres,
comportamiento errático entre sus dirigentes de ayer y de hoy, más en unos casos que en otros, ha llevado allí la voz leonesa, puede que acomodaticia en ocasiones,
pero dando cuerpo a lo leonés.
Respecto al mensaje castellanoleonés de Pablo Fernández, del que se enorgullece para ir por el más alto cargo el de secretario general autonómico, es evidente que pone al descubierto sus carencias. A fin de enseñar al que no sabe, hay que decirle que son dos la regiones en el ente, birregional por lo tanto; que la unificación territorial por decreto, es toda una imposición de la "casta", ésa de la que ellos tanto dicen discrepar.
Variar su mensaje en favor de lo leonés, taimadamente, si ve filón de votos para Podemos, ¡no vale! Y para alcanzar convencimiento personal de que el pueblo leonés está vilipendiado en el ente, no le veo ni preparado ni proclive a ello. Tampoco a que éste tiene derecho histórico al máximo respeto diferencial.
Pero un partido que escucha, o dice que escucha al pueblo; que el pueblo forma parte de él, como dice Podemos, y habla de empoderar al ciudadano, pues nada mejor que prestar atención a la voz de los leoneses sobre el tema autonómico, poniendo una especial dedicación en conocer su historia, defender su identidad; de no ser así, sin paliativo alguno, entrará en el juego de la "casta".
Respecto al mensaje castellanoleonés de Pablo Fernández, del que se enorgullece para ir por el más alto cargo el de secretario general autonómico, es evidente que pone al descubierto sus carencias. A fin de enseñar al que no sabe, hay que decirle que son dos la regiones en el ente, birregional por lo tanto; que la unificación territorial por decreto, es toda una imposición de la "casta", ésa de la que ellos tanto dicen discrepar.
Variar su mensaje en favor de lo leonés, taimadamente, si ve filón de votos para Podemos, ¡no vale! Y para alcanzar convencimiento personal de que el pueblo leonés está vilipendiado en el ente, no le veo ni preparado ni proclive a ello. Tampoco a que éste tiene derecho histórico al máximo respeto diferencial.
Pero un partido que escucha, o dice que escucha al pueblo; que el pueblo forma parte de él, como dice Podemos, y habla de empoderar al ciudadano, pues nada mejor que prestar atención a la voz de los leoneses sobre el tema autonómico, poniendo una especial dedicación en conocer su historia, defender su identidad; de no ser así, sin paliativo alguno, entrará en el juego de la "casta".
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