Ayer en Diariode León quise traer a la memoria de los leoneses, en buena relación con nuestra historia más reciente, a dos de nuestros paisanos, comprometidos e implicados en ella; en la que han participado y ayudado a escribir y a describir. Aludo naturalmente al forzado momento autonómico que nos estamos viendo obligados a vivir.
Dos personajes leoneses y una identidad
David Díez Llamas y José Magín González Gullón,
han asomado con luz propia en estos últimos días en los medios leoneses. Ambos personajes han terminado un libro. David, con “La personalidad Leonesa” ha completado una trilogía, que culmina su docta apreciación de nuestros entresijos evolutivos autonómicos; y José Magín, a quien siempre citamos como Revillo, nos habla de su familiar saga de periodistas iniciada en esta tierra. De él también pudimos leer “ayer” un artículo de opinión en este medio: “La historia leonesa que se nos oculta”, en su mejor línea argumental puntual del daño autonómico inferido a León
El tema
propuesto por ambos autores, también tiene concomitancias, desde el momento en
que los dos son leoneses y han vivido con pasión lo nuestro, lo leonés; y se han
propuesto, cada uno a su manera o con un índice más propicio, contárnoslo al paisanaje.
Aunque
ambos rezumen leonesidad, no puedo dejar aquí señalada una implicación
leonesista pareja; la simple tentativa
sería por mi parte una intromisión, a la
par que presuntuoso. No se trata de
mostrar su competitividad en ese sentimental
campo, ni procede, ni si intenta.
Me estoy refiriendo a los dos
como leoneses y comprometidos con su
tierra, sin duda de gran valor para ambos.
Como quiera que mi relación con ellos no ha
guardado paralelismo, ni en intensidad ni en comprensión, no puede ser pues el sencillo
apunte que con relación a ambos voy a dejar aquí, del mismo porte y profundidad, añadiendo que surge de entremezclados recuerdos. Entonces por qué los presento en la misma
página, se puede preguntar el lector interesado en las cosas leonesas, de las
que es imposible deslindar personajes y vivencias. Creo que en las líneas que siguen se romperá la
posible incógnita. En la identidad leonesa está la clave.
En la
década antecedente al año 2000, emprendimos
un corto número de leoneses un
camino asociativo cultural, que nació como plataforma reivindicativa para
manifestaciones públicas puntuales, y
terminó en una Asociación que denominamos Pro-Identidad Leonesa. Lo he dejado
dicho en mi libro, nacido como revulsivo: “La lenta agonía de la identidad
leonesa”. Se trataba de un movimiento
ciudadano que no “asustara” a los políticos y pudiera actuar no como Grupo de
Presión, puesto que faltaban fuerzas y medios; pero sí, al menos, como Grupo de
Persuasión. Y creo que lo logramos
Necesitábamos
a alguien con personalidad leonesa que la presidiera. No recuerdo quien propuso
a Magín Revillo (González Gullón), pero sí que a él nos dirigimos sin demora.
La acogida fue buena, hay que dejarlo señalado; pero la negativa, por razones en relación con
vicisitudes de orden crítico en lo profesional que atravesaba, dada su
oposición al modo de actuar del ente
autonómico, nos hizo ver que podía resultar un quebranto para todos. Y así lo asumimos.
El
sociólogo Díez Llamas, desde los albores autonómicos comprometido con la causa
leonesa, se acercó a la Asociación con una propuesta interesante, conseguir
sacar a la luz un “decálogo” que tenía escrito, que denominaba Acuerdo por
Identidad Leonesa. Nuestra andadura como Asociación por aquel entonces tenía ya
recorrido, mediante actuaciones exitosas ante el Procurador del Común en
defensa de la identidad leonesa diferenciada en los textos escolares.
Nuestra
Asociación resultó un trampolín eficaz. Y no sin esfuerzo “persuasivo”, como
nos gustaba mostrarnos, conseguimos
entre todos que fuera aceptado y firmado por los partidos ejercientes en León, con
excepción de IU, hay que decirlo, justamente el 25 de Abril del 2000.
No
puedo finalizar sin dejar dicho claramente, aun cuando es sabido, que cada uno
de ellos ha tratado de remover la conciencia de los leoneses, aportando datos y
conclusiones el estudioso sociólogo,
informando y creando opinión el divulgador periodista. Ambos con criterio leonés. Para ellos mi sincero agradecimiento.
***
Como apéndice y en connotación con lo antedicho coloco aquí a un joven "valor político-ciudadano" que se ha venido colocando en PODEMOS; quien entre zozobras de inexperiencia lógicas, nos apunta o deja traslucir incomprensión hacia lo leonés y lo que es peor falta de disposición a escuchar a sus conciudadanos.
Estos últimos día con motivo del afianzamiento de PODEMOS en León y respecto a su hombre en León, de dudoso sentimiento de lo leonés, Pablo Fernández, he escrito algunas cosas, esperando reacción y respuesta; vano intento.
La más reciente, nótese que no digo la última, en otro blog, en el que le recomendaba leer el libro de David, una trilogía para comprender nuestro proceso autonómico. Por si el lector no quiere acudir al enlace que le he facilitado, traigo a aquí el fragmento que nos interesa:
...He dicho desconocer lo leonés, puede que por descuido, para ser generoso con la apreciación, o desinterés hacia la cuestión leonesa, identidad y personalidad tan bien estudiadas por el doctor en sociología David Díez Llamas. Por favor Pablo, lea y entérese. Su interesado desconocimiento ha quedado manifiestamente claro en sus últimas intervenciones en radio y prensa, a propósito de la diferenciación territorial de la región leonesa, en relación con el ente autonómico que nos engloba.
Con Pablo Fernández, los leoneses tenemos que aceptar que no "podemos" disfrutar del mismo derecho de los asistentes a la concentración de hoy 31 de enero 2015. Ni "podemos" empoderarnos como tales, ni él está dispuesto a reconocer el País Leonés, sus derechos regionales e identitarios, y mucho menos el autogobierno. Su postura es remedo de la "casta" autonomistas del ente.
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