Ya han nombrado veedor oficial en el ente (20/12/1994)
En modo alguno tómese este título como signo de animosidad hacia la persona y menos aún en detrimento del cargo; es precisamente el Ente lo «único» que nos cuesta trabajo “digerir”, autonómicamente hablando, al igual que a otros muchos leoneses.
En modo alguno tómese este título como signo de animosidad hacia la persona y menos aún en detrimento del cargo; es precisamente el Ente lo «único» que nos cuesta trabajo “digerir”, autonómicamente hablando, al igual que a otros muchos leoneses.
Tampoco ha de tomar el nominado estas líneas, si se
para a leerlas, como lección, consejo o aviso; no osamos tal cosa, solamente
la condición de leonés, sufridor autonómico, nos empuja a redactar este
escrito, que pudiendo sonar a petición o súplica, es simplemente un canto reivindicativo
de cisne herido.
Así pues, nos dirigimos públicamente -sólo en la
medida que este escrito tome tal carácter, al ser publicado por La Crónica 16- al recientemente nombrado Procurador del
Común, Manuel B. García, cuando lanzamos al aire leonés estas reflexiones
reivindicativas que giran en torno de la Identidad Leonesa, y sólo en el caso
de que él lo estime así, podrán catalogarse éstas como «carta abierta».
La Identidad Leonesa desde la adscripción de nuestra
región al Ente que encabeza Valladolid está sufriendo un grave deterioro en sus
dos grandes pilares: personalidad y territorialidad.
Los políticos que dicen representamos en el Ente no
parecen entenderlo así por razones obvias del cargo, y permiten un sin fin de
agresiones a todo lo leonés. El pueblo, con excelente criterio, mediante la
potenciación de las tradiciones y costumbres, entendidas como cultura popular
propia e intransferible, intenta afianzar esa identidad que «propios»y
extraños tratan de anulamos.
Es bueno, aquí y ahora, recordar que al pueblo leonés
se le privó de un referéndum, anunciado y prometido, consultándole el deseo
autonómico de ir con, o sin Castilla. El deseo mayoritario de ir
autonómicamente solos se hizo patente en las calles leonesas mediante generosas
manifestaciones.
Usando sistemáticamente la titulación política:
Procurador del Común de la Comunidad Autónoma de Castilla y de León; estarán
tácitamente, desde esa nueva institución pro-ciudadanos, protegiendo la
territorialidad diferenciada leonesa. Esto es, no sustituyendo Comunidad por
Región como hacen los políticos del Ente. No tratando de imprimir el sello de
la singularidad territorial a este Ente plural, al conformarIo dos regiones históricas,
estarán cuidando el derecho de los leoneses a permanecer como tales.
A ningún pueblo se le puede
exigir que reniegue de su tierra.
Si el Procurador del Común piensa que el León que
adscribieron políticamente al Ente, no era y es, una Región; estará situándose
a espaldas del pueblo leonés. Imposible es ignorar a estas alturas que ese sentimiento
de territorialidad es de siempre y anida en el corazón de los leoneses.
Pocas cosas como el uso reiterado del adjetivo
compuesto, castellano-leonés, con o sin guión intermedio, aludiendo a los habitantes
de León y de Castilla en irreal coyunda, puede dañar más a nuestra personalidad
leonesa. Desde el Ente se preconiza tal aplicación a sabiendas del daño que se
nos infringe; para que prenda en el pueblo llano y con su inocente remedo dar
sensación de unidad donde sólo hay vecindad.
Hace pocas
fechas, y valga de sencillo ejemplo, pudimos leer en la prensa local, en un
artículo de persona afín a la cátedra del hoy Procurador del Común, cómo a los
habitantes de Castilla y de León se nos amancebaba, una vez más, llamándonos
«ciudadanos castellano-leoneses». En esta ocasión, y teniendo en cuenta la
citada posible proximidad al cargo, nos ha preocupado especialmente.
Desconocemos que hayan pedido permiso a los leoneses
para trastocar su histórica denominación, fundiéndola y confundiéndola
autonómicamente con la de otro pueblo.
Nadie puede imponer a este noble pueblo que
renuncie a su personalidad.
Dudamos que el Procurador del
Común comparta la idea política de hacer borrón y cuenta nueva de la
personalidad leonesa.
Los que han tomado las «treinta monedas» no están
muy lejos. Este noble pueblo ha sido entregado maniatado por unos pocos
políticos leoneses (?), a un Ente que, amén de dejamos huérfanos de instituciones
autonómicas, trata de fundimos con otro territorio y otro pueblo, con total
dependencia y feroz centralismo.
La sede del Procurador del Común estará
provisionalmente en Valladolid, allí iniciará su andadura y, como todo, allí
quedará. Personalmente no lamentamos esa ubicación; ni la reclamamos para
León, pues ello no seria para esta Región, -Región Leonesa- ni tan siquiera una
propina autonómica.
Por supuesto que, en el Ente, no están en línea de
concedemos ni ésa cuando vienen sistemáticamente negándonos la sal, e intentan
llevamos el agua -Esla, Valderaduey, Carrión- hacia Castilla.
Alegan para seguir la centralización que esa
institución ha de estar donde están las Cortes Autonómicas. Inocentemente
preguntamos, ¿por qué las Cortes han de estar en Valladolid? y de paso
recordemos que la sede de las Cortes fue la última «zanahoria» que hábilmente
movieron ante nuestros ojos, en tanto se consolidaba el centralismo castellano.
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