11 de noviembre de 2014

PP, pendones y pendonetas

Izar el pendón, un esfuerzo compartido...


Los símbolos cuentan, y mucho, en la vida identitaria de un pueblo. 

Surge este comentario con motivo de la incomprensible reacción del PP leonés ante la propuesta de acoger como BIC a los pendones leoneses. ¡Negativa! Por más que después trataran de  lavar la cara, proponiéndose defender el sí. 

Parto de la idea, creo que bien sustentada, de que nuestros pendones, son algo más que grandes banderas. 

En simbología leonesa,  son una expresión fantástica de lo que fuimos  como pueblo  y como reino, arraigada y con sabor popular;  pero claro en el poder autonómico que nos tiene dominados prefieren  verlos  reducidos al folclorismo.

Y surge una y otra vez, como en este caso, la incomprensible postura de vetar el lógico progresar de los pendones leoneses, nuestra gran enseña, viva en sus esencias locales que ondean al  viento nuestros colores, y en su conjunto, triprovincialmente,  deberían  hacerlo respecto a la gloria y vitalidad de un pueblo histórico que toleramos minimicen cada vez más desde el poder autonómico. 

La Diputación leonesa,   que debería  ser el “buque insignia” del reducto regional leonés  frente a las intemperancias del ente autonómico que nos sujeta; más allá de apoyar logísticamente algún desplazamiento o reunión de pendones leoneses,  poco se podía esperar con la anterior presidenta, totalmente afín al ente autonómico.  “Ayer”,  la detención del que la sustituyó, por el luctuoso suceso de todos bien conocido, el señor Matínez Barazón, cuando todos esperábamos  que su  ejercicio  vendría a ser mera rutina aprendida,  no nos dio tiempo ni a valorar su actuación tolerando que a los Productos de León, se los haya empezado a tragar la marca “Tierra de Pavor” autonómica.

Al parecer Martínez entró en la deslizante parafernalia que suponen los “resbaladeros”, como definía jocosamente el inolvidable Crémer a la estación de esquí de San Isidro, que le ha llevado a prisión, puede que por malas prácticas, o por no haber tomado la herencia política a beneficio de inventario, si es que había un supuesto lastre.  
    
Los actuales dirigentes provinciales del PP leonés,  son herederos,  y ”vocacionalmente” mantenedores sin paliativos, de la onerosa decisión final de: incluir a León provincia en un ente autonómico  centralizado en Valladolid. Sus antecesores,  “conservadores” como movimiento ideológico,  repartidos ab initio en AP y UCD,  nos adscribieron despersonalizados a aquél, con el concurso inestimable del PSOE.  Esta rememoración, no por bien conocida,  está devaluada, sino viva en su expresión más dañina: la de  anular al Pueblo leonés, ¡que persiste!

Con esto último  no podemos menos de dirigir la vista a Martín Villa, que puede que no sea juzgado en Argentina, por una jueza de ese país que ha pedido su detención y extradición,  para tratar de esclarecer   sus actuaciones durante  el franquismo,  pero el bochorno de salir la noticia en todos los medios no puede por menos que escocer a este leonés de nacimiento. Omnipresente en política, con sus “razones” de índole político interesadas, coyunturalmente beneficiosas para otros en el ente que nos aprisiona,  y con el silencio  clamoroso de los “nuestros, ” ahí seguimos  despersonalizados, y él con la dolosa  “vitola” de artífice del ente.

Las “razones” aludidas propiciaron un gran fraude inferido a los leoneses, para ser benignos en la denominación, cual es el “secuestro” de la identidad Leonesa desde el ente autonómico, ése  que habla por nosotros y se lo toleramos. 

Izar los pendones,  es elevar la esencia de un pueblo, he ahí una faceta de lo simbólico,  y mantenerlo enhiesto en busca de las más altas cotas, para que sea apreciado por todos, pasa a ser como el mejor ejercicio recordatorio  tradicional e histórico. 

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