Vaya
por delante que la interrelación es un punto forzada, pero plausible.
El COI
es un conglomerado de intereses con el olimpismo como enseña, un juego con
demasiadas ambiciones, allende las deportivas. Podemos decir que no era
aconsejable en la actual coyuntura económica,
que Ana Botella, y su equipo, intentaran
vender Madrid de cara a los Juegos
Olímpicos del 2020. Seguro que no lo han hecho bien, especialmente ella de
difícil gesto y con escasa
personalidad, a pesar de tener a su
favor que el gobierno de la nación se ha propuesto vender España, lo digo sin
doble intención, dando vida a un empeño que nominan: Marca España.
El
gobierno del PP, siempre en aras de cambiar todo, en modo especial lo que hasta
ahora se había venido logrando en cuanto a bienestar social, no quiere otra
cosa que dar una imagen de España, “su” España, como si su obligación fuera el
márquetin, caiga quien caiga, claro siempre el más débil, en tanto se da
facilidad al especulador ávido de privatizaciones. Esto, y a algunas cosas más: deuda, recortes, paro... estará, lo quieran o
no, en lo que llaman Marca España.
El
Ayuntamiento de la capital leonesa también habló tiempo atrás de la Marca León, puede que
refiriéndose a la capital de la provincia, toda vez que el lanzamiento era
municipal, sin saberse qué tipo de ciudad queremos los ciudadanos que aquí vivimos. Precisamente ahora, el PP, ha dejado o mejor
a finiquitado la Fundación León Real, que había surgido con el 2010, 1.100
aniversario del nacimiento del Reino de León, encaminada fundamentalmente a defender
la identidad leonesa. Y como tanto la Identidad leonesa, como la Fundación,
molestaban en el ente, ellos, obedientes, van y la defenestran.
El
titular: León Cuna del Parlamentarismo, que se sacó a flote, a regañadientes
del ente autonómico que “nos organizó” una conmemoración, para que no
repercutiera como celebración leonesa, a los ojos de todos, ese hecho histórico
de gran valor: las Cortes de Alfonso IX
de 1188, que siempre se han
tratado de silenciar, hasta por los que debían ser nuestros defensores.
Pasado
el 2010, el ente adormece todo lo concerniente a ello. Ningún político leonés
ha tomado a su cargo poner en su lugar las cosas, y colocar el titulo Cuna del
Parlamentarismo, no sólo para la Capital por haber sido sede, sino en todo el
“universo” leonés.
Gracias a que el leonés, el cepedano e intelectual Rogelio Blanco, promovió y presentó una solicitud
ante la UNESCO, para reconocimiento como patrimonio inmaterial de la humanidad, y
lograrlo; nadie, ni los leonesistas habíamos tomada alguna solución eficaz de
resaltar fehacientemente el hecho.
Ahora, los que mandan, y en el ente, “ése
que habla por nosotros” aunque suelten de vez en cuando alguna cosita para
despistar, ya han empezado el enfriamiento; como mucho se les ocurre, por
ejemplo al alcalde, algo así como habilitar la casona de Puerta Castillo para
acoger no sé qué documentos o cosas al respecto, como si no tuviéramos al
lado San Isidoro. Lo grave es que toleramos todo lo dañino, y más.
En
connotación con el COI y el ente autonómico, hemos de empezar hablando del
monegasco llamado Alberto, titulado como príncipe de Mónaco, quien es ya la
segunda vez que, presentadas la
candidaturas por las ciudades
interesadas, en el turno de preguntas pone el dedo en la llaga que puede
sembrar alguna duda sobre España. En la primera fue sobre el terrorismo,
fundamentalmente de ETA. Y la segunda, sembró inquietud, sobre el dopaje en
España, y qué se estaba haciendo al respecto.
Debemos
recordar el caso llamado Operación Galgo, en la que se vio involucrada la
atleta palentina Marta Domínguez, fondistas, con grande triunfos a sus espaldas que no
vamos a analizar aquí, como por ejemplo campeona del mundo en Berlín 2009.
La
Guardia Civil sacó de su casa, precisamente en 2010, y por orden judicial,
cajas con bastantes pruebas, se dijo en los medios, hasta verse imputada junto al mentor de todo,
el doctor Eufemiano Fuertes. Y bastantes personas más:médicos,
farmaceúticos, entrenadores y deportistas. Vamos que lo del monegasco era algo más que
tocar las narices.
Alargado
el asunto judicialmente, como casi siempre en determinados casos, fue exonerada;
y de aquellas pruebas, las de las cajas, nunca más se supo. En la actualidad Marta
Domínguez es senadora por el PP.
No saco
conclusiones, propongo recuerdos para la reflexión.
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