20 de noviembre de 2016

Maceros y bandera de España

Breves apuntes, mezcla de temor y recuerdos,  desarrollados cuando la lluvia azota la ventana de mi estancia leonesa.

Más de uno de nosotros, los leoneses, se habrá fijado que en las banderas de España cuando aparecen en imágenes en las instituciones, tras la figura de los políticos o autoridades, siempre se ve el escudo de León. Y, dadas nuestras dudas sobre la verdadera apreciación de lo leonés, y relevancia como reino medieval, que no se respeta, hemos pensado que es debido a que no lo pueden evitar. 


Por otra parte en las noticias gráficas, generalmente, el personaje o personajes de turno, suelen ser captados sin tapar esta parte de la bandera que nos atañe. Puede que sencillamente porque se ha dejado  el paño a su caer.

Tal vez por deformación, que nos lleva a estar vigilantes sobre el tratamiento que se da a lo que nos representa, he venido observando un dato algo más que curioso en la ”gorra o gorreta” de los maceros de la Cortes de España, dos en cada momento, que comentaré a pie de imagen. Entre tanto, suspense y breve recuerdo.

En la capital provincial de León, el ayuntamiento tiene el privilegio, cuando se constituye en plena autoridad, de ser precedido, de cuatro maceros. Es el único en España. Dos como primer ayuntamiento constituido de España y otros dos por haber sido sede real. 

Como curiosidad a este respecto recuerdo que hace pocos día saltó a los medios leoneses que desde hacía cierto tiempo tenían dificultades para que salieran los cuatro maceros, y ello  por falta de personas del entorno municipal que se prestaran a tal cometido. 
 
En ” Legio, érase una vez”, un “cuento” en artículos, crónicas, circunstancias y acontecimientos vividos aquí, con inclusión de algún relato corto, que me publicó Lobo Sapiens en 2010, había uno dedicado al tema  de los maceros.



“Un buen candidato para macero”, se titulaba, en el que un jovenzuelo de Santa Ana conocido como Miluco, por azares y conocimientos  de su padre, Micael, un buen adobero de la época, y de modo especial por un albéitar municipal, llega a ser macero, y caberle el honor,  pasados los años,  no sólo de participar, sino de ser elegido para que, en la proclamación del rey, año 1454, impostando la voz reclamara protocolariamente ¡silencio! hasta tres veces, para que el Alférez capitalino, pendón en mano,  proclamara: León y todo su Reino, por el rey don Enrique IV…




Y volviendo a nuestro hoy, y las imágenes que anuncié, podemos observar la colocación del león rampante en el frontal de la gorreta de los maceros de las Cortes, y que  el castillo aparece en los laterales. 











                 









En estas imágnes, históricas,  hagamos   abstracción del dictador








Es de señalar que en el gorro de los maceros leoneses no hay ningún símbolo;  éstos llevan pendiendo del cuello mediante  una cadena,  un  gran medallón con león rampante.  
Y tambien aplicado en ambas mangas nuestro león.





 En los gorros de los maceros de las Cortes, que podemos ver en el parlamento de la nación, de poco para acá se puede observar que el castillo aparece en el frontal, de forma preferente,



No sé si hay intencionalidad aviesa en romper la prevalencia histórica del Reino de Leon,  es despiste del macero, o aparece “la  mano negra”  que siempre creemos ver en lo tocante a nuestras cosas.






Me temo que la suspicacia, ante los avatares leoneses de ayer y más los de hoy, nos haga ver enemigos por todas partes. Mas, estar en guardia siempre es positivo.  Si no veamos:





Habilmente colocada la tela de la Comunidad que nos aferra, destaca el castillo y anula el león.



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