6 de octubre de 2020

Luis García Zurdo

 

La bonhomía una excelente cualidad en un artista de callado hacer, el tiempo ha elevado a encomiable el mérito su obra. Pero que no se ha ido sin elogios, en vida, que es cuando proceden, ni reconocimientos artísticos y humanos...alguno recibió, pero costó.


En septiembre de 2001 dije en un escrito a él dedicado en La Crónica de León:

 

ZURDO,  LEONÉS Y ARTISTA

Con Luis García Zurdo, se pone claramente de manifiesto la dificultad que entraña “ser profeta en la propia tierra”.

Desde mi posición de sencillo lector, eso sí consumidor preferencial de aquello que se relaciona con nuestra cotidianeidad leonesa, no me inquieta decir que, a pesar de ello, en el tema vidrieras de nuestra Catedral, hasta ahora lo único que tengo claro es que la Junta Autonómica con su protagonismo centralizador, se destaca como la máxima responsable.  Por supuesto no del deterioro de aquéllas, claro está, sino porque el programa de actuación protocolaria en la conservación de tan delicados vitrales leoneses, o no funciona, es más político que técnico, o ¿no existe?



El Taller de Reparaciones, y ¡Estudio!, está cerrado. Si Zurdo, máxima autoridad leonesa en la materia, ha venido informando, y mantiene lo dicho sobre el gravísimo estado de muchos vitrales, ha de saberse quién ha tomado la decisión de olvidarlo dando el cerrojazo económico en tan laudable como imprescindible obra e idea restauradora. Si la continuidad del ejemplar taller, a pie de obra, en la propia Catedral, depende de los presupuestos del ente, en éstos ha de contemplarse la dotación anual pertinente para ello.  O,  ¿eluden políticamente la continuidad mensual y apuestan por habilitarlo sólo en “pudiembre”?, esto es, en el mes que se “pueda”.

 Patrimonio, así en abstracto es como lo nominan, al parecer es la institución u organismo autonómico que debe saber y velar comunitariamente por lo patrimonial artístico y monumental de los leoneses y de los castellanos.  Ignoro quiénes son los componentes, políticos y técnicos, su número y sus funciones; mediáticamente hasta ahora nadie les ha citado por sus nombres y cargos. Mas, por qué no ir a lo racional: demandemos competencias y presupuesto, en León no sólo estaríamos dispuesto a afrontar el reto, sino que nos haría recobrar la autoestima, hoy por los suelos.

García Zurdo, director in pectore del taller de restauración, sin remuneración alguna; intitulándose, con su conocida sobriedad y sencillez, asesor, ha manifestado que nunca ha cobrado dinero por esa función. Y está corroborado. Eso no le exime de responsabilidad, y él lo sabe y cumple, de ahí su “cabreo” cuando no se le escucha. Es evidente, señores políticos patrimoniales, que si decidió en su día asumir tal responsabilidad y fue aceptada, todo cuanto él proponga dentro de la línea artística y técnica, aunque sea bajo mínimos, dentro de un programa estudiado y asumido ha de ser respetado por ustedes:  Patrimonio.

García Zurdo, ni clérigo ni político, pintor y artista vidriero, paisano leonés, metido por vocación profesional a redentor de lo nuestro, denunció que el cierre del Taller de Restauración y Conservación era una ignominia, pues goza de cualificación internacional; además, “parar” a sus expertos profesionales supone un peligro real para nuestras vidrieras, que necesitan restauración continua y sin pérdida de ritmo, señalando  a la Junta como culpable, por lo de los dineros y el olvido.

D. Luís Aznar, delegado en León de la Junta, cabeza visible y presidente de la Comisión Territorial de Patrimonio, no tardó en contestar al señor García Zurdo.  Para mí, ciudadano de a pie, fue más bien una réplica que  una aclaración informativa como la que merecemos los leoneses,  y en ella, lo dicen los medios, acusaba al Maestro Vidrierista de ser el culpable, “ya que hasta ahora las prioridades de intervención las ha marcado Luis García Zurdo”, dijo. No es así, Zurdo lo ha dicho y abandona herido.  Y, me pregunto ¿acaso no será que temen en el poder que León se consolide y pase a ser el referente autonómico en la materia? 

En el tema intercurrente: vidrieras prestadas para una exposición. Con polémica entre Cabildo y Patrimonio, ha pillado en medio, o cuando menos salpicado al artista Zurdo. El contrapunto lo ha puesto el director del Museo de la Catedral, D. Máximo Gómez  Rascón,  al manifestar  que esto “ no es más que el principio...”.  El que sabe, sabe...  el no informado es el pueblo.

   

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