21 de diciembre de 2020

Felicitación y deseo

 


Con el inocente trasgu, el que anduvo veloz por la fibra y el INCIBE explorando... 

Raudo repartirá ahora buenos deseos, y con cariño le podremos llamar  CiberLeo en la ocasión.

Si al virus sabemos controlar  tendremos Navidad y entraremos en mejor Año.

Salud, fuerza y paz, van bien en este orden, para alcanzar en la Región Leonesa, nuestro LAR.

¡¡¡¡ Feliz  LEXIT 2021  !!

4 de diciembre de 2020

Cuentecillo para la Navidad 2020




 
Un reñuberu leonés por Navidad


No sería ilógico pensar  que este año de 2020, en la pre-Navidad, el propio espíritu de ella,  un duendecillo leonés  calmoso, todo concordia, candidato a dulces coplillas, y de siempre dispuesto a compartir espacio con el “ramo”, para la ocasión quisiera mostrarse como algo casi tangible y poder moverse entre los legionenses, con una particular pose de  ñubero.

Ciberseguridad Europea:

¡Vaya regalo de Navidad, aun cuando estuviera diferido a los primeros tiempos del año nuevo.

Pero había que trabajarlo, prohombres, profesores universitarios, historiadores y técnicos, cantando a coro nuestras excelencias, deberían haber dejado lo mejor de sus saberes en el empeño, él había intentado insuflar criterio y vigor para que actuaran,  pero lo que mejor se nos da es medir, por no decir censurar, lo que otros bien intencionados hacen.

Cuando vi al geniecillo, más bien lo presentí, no estaba enojado, su fluir etéreo en lo emotivo, cual nebulosa con pretendido intento de  corporeidad,  lo que menos deseaba era poner truenos donde debía haber tronos familiares en tan dulces fiestas.  Bastante teníamos ya con el virus en forma de pandemia.  Decir que estaba desilusionado por la amplia indolencia en el  comportamiento de los leoneses en la opción de ser sede europea en ciberseguridad, se quedaba corto, demasiado corto. Estaba en plan reñuberu, que  no era lo suyo, pero ardía en deseos de aprender ahora. Había que  atronar en este momento los oídos a muchos…

Los legionenses, se confiaban en que la buena suerte,  cual lotería de navidad que saliera de un generoso bombo europeo, nivelara en competencia a lo que otras ciudades habían puesto en recursos, estudios, dosieres, presión técnica y política, ante los que tenían la capacidad de decidir.  Puede que nosotros, los leoneses como había partido de la izquierda tal interés, y además estamos perdidos en un ente que nos usurpa hasta la historia, pues a dejar enfriar el asunto. y  que la mascarilla para la pandemia nos tape los sonrojos, si aún nos queda capacidad púdica.

Le gustaría que el propio reñuberu, su paisano, supiera echar rayos y centellas si llegaba la ocasión. Él, por lo pronto, en su mejor versión navideña, fiel a la cita secular, estaba dispuesto a moverse entre los leoneses en busca de paz, libre de virus, en una atípica navidad, debida a las normas y medidas a respetar ante la maligna influencia vírica.

Pero hay más,  el trasgo leonés, el duendecillo navideño, manejando la capacidad de bilocación que le era dada, también estaba presto a viajar por la fibra y por el éter para aplicar su aliento mítico en la proyección León, Región Leonesa, España, Europa en el tema ciberseguridad en una Feliz Navidad 2020.  Pero claro, lo suyo, es pura fábula.


Vaya con  mis mejores deseos para todos en la Navidad 2020, la 

complementación de un Feliz Año Nuevo, 2021, en el que espero y deseo 

seamos capaces de iniciar el LEXIT  2021 que nos corresponde y buscamos. 

¡¡¡A por ello!!!



El duendecillo cuya foto he colocado, no viene a usurpar dominio, es sencillamente uno muy cándido y de de inocente mirada que tenía a mano. 

 

 

28 de noviembre de 2020

El Reino de León y las Libertades



Sobre una entrevista a Rogelio Blanco, vista en ileón.com, por cierto una excelente interviú, cuidada en las preguntas, pertinentes y bien concatenadas a tenor del discurso de este gran personaje leonés, Rogelio Blanco. Felicitaciones por ello a Tomas Néstor Martínez. Y mi agradecimiento como leonés al entrevistado.   

¡Ah!, y las fotografías firmadas por Eloy Rubio, en blanco y negro, no sólo tienen calidad como tales, sino que acompañan y refuerzan la personalidad de Rogelio Blanco, cuando, en determinados momentos, lo “pide” el texto.

En cuanto a lo literario o periodístico, creo que estoy en la obligación de pedir disculpas a ambos, entrevistado y entrevistador, si al aportar puntualizaciones no atino plenamente o parezca que pretendo actuar de exégeta.  

 Ha tenido oportunidad y sabido, Rogelio Blanco, aparecer,  tablas le sobran y el amplio conocimiento lo avala, para  mostrar al gran público,  sin olvidar el oportuno guiño paisano a los más comprometidos leoneses, y  desde su posición de filósofo y pensador, a los más eruditos,  su personal postura ante lo leonés, sin marcar circunscripciones.  Y esto es de agradecer dados los momentos de anulación que nos amenazan como pueblo.

Calificado como hombre libre… me inclino a creer que viaja dentro del concepto de libertad que empezó a generarse en nuestros antepasados leoneses, sobre la que nos habla en su libro: Tierra de libertades.

 A veces profundo, como corresponde a su amplia formación, que lleva al entrevistador a situarlo, oportunamente, dentro del término  polímata. Tómese lo que añado con sencillez extrema: No es que sepa un poco de todo, sabe un mucho, sin innecesaria  mezcla de saberes, para así enlazar  con un supuesto, deinde philosophari, que no va en él como secundario, ¡prevalece el filósofo!

La herencia es memoria…, ha dicho, y no es difícil corroborarlo. A los leoneses nos está ya resultando nebulosa la historia, la nuestra, la mano negra con la que políticamente se ha ido escribiendo,  ahora nos conduce, sin importar  que sea a contravía,  en dirección a la opuesta tierra, la de los castillos, por la ruta de la  estulticia de un  oneroso y devaluado presente que permitimos nos escriban. Historia, como bien dice, que padecemos.


Con rostro serio, de pensador, mirada fija,  que observa y repasa, (recogido en fotografía), nos habla del Renacimiento  para señalar su predicamento en la Universidad de Salamanca, netamente leonesa, de reconocimiento europeo. Por ello lo destaco, ya que, como leoneses, no podemos menos que recordar la figura real de  Alfonso VIII de León, sus Decreta y la voz que el pueblo adquirió con él. Algo que hasta que Blanco supo hacerlo reconocer documentalmente en  la UNESCO, hasta los libros lo silenciaban. 

Claro que condiciona y pesa el pasado… Leonesidad su preferencia, forma de ser de los leoneses, diferenciada del leonesismo con reminiscencia nacionalista. Personalmente creo que a los leoneses nos envuelve la burbuja de una  cualidad llamada leonesidad, y nos puede mover un sentimiento identitario de pertenencia: leonesismo;  signo de personalidad cultural desarrollada,  precisamente,  en esta tierra de libertades que él tan bien describe, y otros intentan ocultar.

Respecto a la Catedral de Santiago, “la más leonesa que hay”, por nombres y vicisitudes que cita, culmina con aquello de que están allí alojados los sepulcros en bulto de Fernado II y su hijo Alfonso IX. Tal tipo de sepulcro, de bulto me refiero,  me trajo a la memoria el que recientemente el escultor leonés Amancio González ejecutó, y empleo este término con intencionada doble intención, en Sahagún para Alfonso VI, osando colocar una corona “coronada de castillos” en la sienes de un rey leonés, resulta incomprensible. Dar cancha al rival y seguir por la senda de la nada.

El ejemplo final, de Brasoñera, elevando una carta puebla para siete habitantes, a la categoría de fuero. O la falsificación de la fecha de nacimiento de Fernán González, que denuncia sin rodeos, nos deja un mal regusto que viene a apercibirnos sobre la mano castellana que sigue meciendo la cuna.

Mi apunte de cierre. Habiendo intentado no quedarme en lo anecdótico de la entrevista, me complace corroborar  que los leoneses fueron forjando un “gran país de libertades”. Hoy, olvidando la leonesidad regional leonesa, que destaca Rogelio y asume, o lo que es lo mismo poniéndola en manos políticas inconsecuentes con ella, caminamos como ciudadanos regionalmente irreconocibles.  El leonesismo ese que intento equiparar o sitúo como sentimiento de orgullosa pertenencia, trata de funcionar como el más eficiente motor reivindicativo identitario, o así lo interpreto. 


En julio de 2013  dediqué a Rogelio Blanco una página cuyo enlace propongo al lector.
Que a su vez contiene otro enlace con el Diario de León y una "Tribuna" mia
Elaborados como muestra de agradecimiento a quien supo poner en órbita mundial los Decreta.

20 de noviembre de 2020

Invitados de piedra a una "Mesa"

 

Carta abierta a Cendón,

Llevan implícitas estas letras, señor Cendón,  el recuerdo de un compromiso: Socialistas pero antes Leonesistas.

En su curriculum, ha hecho constar que sus inquietudes ideológicas socialistas le llevaron al campo político. Me gustaría saber si conocido el plan  Baldonero Lozano, el de no meter a calzador a los leoneses en un ente que no deseábamos, sigue diciéndole de lejos algo o ha preferido olvidarlo. He ahí un dato interesante a conocer. Por sus “hechos los conoceréis” se ha dicho, y lo que vemos en su comportamiento con lo leonés inspira nula confianza.

El partido en el milita, el  PSOE,  junto al PP,  empecinados en llevar la contraria a los leoneses, al alimón nos encadenaron al ente. El resultado: ¡pésimo! Se falló en lo sentimental y se nos marginó en lo económico social. ¿A qué si no viene esta Mesa, que dicen “por León”, para hablar de hacer, en abstracto, y no hacer nada?  Un desvaído interés, más propicio a tapar el movimiento increscendo autonómico leonés, regional leonés, que a resolver una situación ciertamente difícil, de vaciado y descapitalización, a la que el ente nos  ha empujado

Un  futuro más que incierto con obsolescencia programada, una década más de amargura, donde por consunción intentarán amarrarnos un poco más al ente autonómico. La devaluada mesa, todo un tapabocas efímero, demasiada gente sin cartera y sin compromiso, les servirá como señuelo ocasional, con cartuchos de fogueo para cada momento. ¿O es que tiene planes allende el ente? ¿O son por el contrario de amarre reforzado?

No es que considere decepcionante su posicionamiento, es  angustia vital  ante el hecho de que  haya quien, siendo de la misma tierra, colabore en el empuje a la mediocridad, al olvido…de lo leonés. ¿O dice desconocer que desde Valladolid se nos borra la estampa,  y no han cesado en querer llevarse industrias y empresas leonesas?

“Somos socialistas pero antes leonesistas”, este es, ¿era?,  el compromiso con León de muy buena parte de los socialistas leoneses. ¿Dónde están ahora?  Con tal sentimiento perdido,  instalados en el ente autonómico, actuando como colaboracionistas puesto que no están en condiciones de dirigirlo por culpa de las urnas. Tal comportamiento es lo que conlleva, ¡fallan los votos leoneses! ¿Pero qué les pasa a los castellanos, tampoco los votan?

 Ahora que el alcalde legionense José Antonio Diez, socialista y leonés activo, se mueve hacia la recuperación reivindicativa del autogobierno leonés, que no sólo es de justicia histórica y derecho constitucional, sino que supondría una mejora presupuestaria económica, le tratan de frenar por todos los medios de alto y medio vuelo. Pero les ha sorprendido con su firmeza, buen criterio y templanza, después de la aprobación de la moción hacia la libertad. No les gusta, parecen preferir el anodino y enfermizo dicho de “mapa cerrado” o “matrimonio para toda la vida” a la antigua usanza, y León la pata quebrada y en la casa castellana,  totalmente dependiente.

Y ha habido que presionar, in situ, a los ediles y alcaldes socialistas de los pueblos que han pretendido votar SI a la moción hacia dicha libertad, al autogobierno. O por carta, da igual. Todo eso lo conoce de primera mano, y juega sus bazas políticas socialistas, y se deshace del leonesismo, que puede ser sencillamente sentimiento leonés, orgullo de serlo, para cerrar la historia exhibida en una pancarta junto a más de 90.000 leoneses en mayo del 84.

La Mesa por León, de la que es considerado activo muñidor, no es más que otra tapadera con la que poner sordina a la mala política autonómica. Su acusación a José Antonio, nuestro alcalde legionense, tratando de corregirle, y si es posible ridiculizarlo, con eso de “La mesa por León no es un “invento”, es una oportunidad” a la que él supongo le contestará en su momento,  yo hoy le digo que la “oportunidad” que cita es sencillamente ¡oportunismo!, que viene a marcar su posicionamiento político, colaboracionista, de espaldas al pueblo leonés.     

Lo lamentable es que al pueblo leonés  lo tratan de halagar en busca del voto, luego  por obediencia partidista lo olvidan, para finalmente venderlo al más taimado estilo Judas.

 

 

17 de noviembre de 2020

Una Mesa y una alcantarilla

Sobre la  Mesa por León,  que ya suena a remoquete, compuse un escrito de opinión que me publicó el Diario de León y hoy  repito en mis páginas personales.


“Estas que fueron pompa…” expresión rimada que me temo  va a ser bastante útil rescatarla del soneto de Calderón al hablar de la Mesa por León, ¡la penúltima! porque ha habido otras…  y aludir a ese León, bueno a los leoneses; en ilusoria espera de bienestar social siempre, que,  en lo autonómico, el poder castellano lejos de arreglarlo se empeña en hacernos ver la  “levedad de ser leonés”. Con este  título entrecomillado, Diario de León publicó  en 2004 mi opinión, y a él remito al lector interesado: 

https://www.diariodeleon.es/articulo/tribunas/la-levedad-de-ser- leones/20040305000000705337.html  

Con relación a la Mesa actual, hasta ahora suma de múltiples miembros y palabras que pretenden nos suenen a buenas intenciones, hemos podido leer que  la Profesora Humildad Rodríguez, ha sido nombrada directora de la que han llamado  Agencia de la Mesa por León.  Me suena a pompa como ya dije, y añado, no se entienda orgullo de la aquí citada,  tómese como vana burbuja de jabón, un continente inestable, envoltorio de un contenido “en estudio”, que mucho me temo  acabará su efímera presencia ante el menor de los obstáculos.  

No voy pues a hablar directamente de la persona, la catedrática de biología en La ULE, otrora concejala del Ayuntamiento legionense con el PSOE, como independiente,  sino sobre el puesto: Directora de la Agencia. ¿Debemos entender que para lo burocrático hay personas encargadas, pasantes o agentes gestores a sus órdenes directas?  Recibir proyectos y “facilitarlos”  es su cometido, nos dice en una entrevista publicada en este medio.  ¿Supone esto  que han de llevar su visé, o que ha de seleccionar los mejores que supuestamente recibirá desde los “tres” foros de debate?  A saber: Uno tocante a lo social, otro municipal o de los Ayuntamientos y el empresarial.

Algunos “Foros” y la Moderadora, en un tanto monta… anuncian “consensuar la metodología de trabajo”.  La parte empresarial, a bote pronto, parece querer asumir la elaboración de un plan estratégico,  esperemos que cumplan con amplio criterio, sin ellos falta sostén para la mesa, lo que, si hablamos de estabilidad, en sí no es un mérito,  deben ser algo más que una pata, más bien una columna, a cada uno lo suyo; siempre que no estén bajo el sometimiento de la Junta en un amén insoportable.

Y  por qué digo esto,  sencillamente porque entre ellos estará el “infiltrado” juntero, esto es, un representante de la Junta, la que tratará de presentarse como promotora y dadivosa en caudales, que nunca son  un regalo, también son nuestros, ni siempre llegan en tiempo y forma, y su delegado actuara como espía y “guardafrenos”,  un no menor obstáculo para  que aquélla, la burbuja, explosione y se desvanezca.  Por supuesto no faltarán tampoco los colaboracionistas.

Quienes me leen, aunque sea ocasionalmente, saben que los asuntos económico e industrial etc., o son mi fuerte; mi pasión, motor y letra, va por lo social e identitario de modo especial en connotación con la Junta. Para la ocasión  me pregunto: el “foro social”, en el que, entre otros, parece estar situada la ULE por derecho propio, también los sindicatos, nosotros, los de a pie, los culturalmente leoneses, ¿Qué voz tenemos? Ahí queda formulada la pregunta para la directora de la Agencia.

Al gran público, lo digo por amplitud numérica no por preponderancia, le hace falta saber, ya desde los primeros compases,  quiénes componen el  definitivo “comité de expertos”. La información no vale sólo la del “tablón de anuncios”; conocer la relación de personas y sus campos de actuación nos puede aportar tranquilidad.  

La pandemia, grave inconveniente, no está en el origen de nuestra depauperada situación económica, se ha añadido. Sí lo están instituciones supraprovinciales, como la autonómica que lejos de ayudar, distribuir bien, centraliza y anula, al tiempo que se apropia de nuestros potenciales recursos. Y en el gobierno de la nación no tenemos voz defensora, ni contamos, ni se nos valora.   

Sobre los Ayuntamientos, otro importante foro,  y también de su decisión autonómica, escribiré  en otro momento; para entonces me habré de enterado si las asociaciones de barrios capitalinos manejan información y tienen presencia.  

Saleal, la empresa de la que sabe bastante, supongo, Humildad Rodríguez,  desde su etapa de concejala de Medio Ambiente, y la controlaba, nos acaba de sorprender a los leoneses capitalinos con “medio león” humillado, tragado o surgiendo de una alcantarilla,  ¡vaya metáfora!:  el  tapón para que no se nos vaya por ella la Mesa.

Para la Agencia, y los componentes de la Mesa, el León que tras ésta se cita, ¿es el provincial?  ¿Lo ven como provincia sometida al ente autonómico, o formando parte de una región triprovincial que se ha de reivindicar? Porque alguien extraño a nuestros bienes,  se está descaradamente  aprovechando de nuestros recursos, dada la indolencia de nuestros políticos,  que, como perversión, lleva incorporada nuestra culpa por delegar en ellos. 

Sin dejar en olvido lo antedicho,  “Primum vivere…”  Espero que el fin de la pandemia y el esperado reflote económico, no nos coja aún desguarnecidos, por ello: Mesa  por León ¡adelante!... pero no hasta el punto de que tengamos que comernos en ella la propia  estampa. 

19 de octubre de 2020

Un león cualquiera NO.

 Nuestro amigo Barreñada ha sabido captar en perspectiva real,  el rey sobre pedestal y el símbolo de un pueblo  (aquí en León son indisociables animal y simbología) nuestro león en el sumidero...






Publicado en ileon.com

El León y el sumidero

Impotencia, tirando de altivez, puede.  Orgullo…  y lo que hay que tener, seguro.  Lo malo es que esto último, la parte reproductora del “León” se quedará de por vida en el sumidero de la ciudad, allá por donde las aguas se llevan los residuos. Y esto duele y huele.  Antes de continuar debo dejar dicho que no conozco al artista o artistas, ejecutores de la obra: “el león y el sumidero”, me permito titularla sin menosprecio alguno, ni entro a valorar su capacitación creadora artesanal o artística, pero sí  lo hago interpretando lo que me sugiere, en cuanto al manejo de lo simbólico, del mensaje que a su obra hayan pretendido incorporar, que aquí no sólo no lo veo en positivo, molesta su abatida imagen,  y a mí me duele.



Hablo, pues,  y escribo, sobre su obra, que tal como la veo e interpreto, siendo leonés, no  la “entiendo como aceptable”. ¿Por qué un animal leo?  ¿A quién representa?    Nuestro símbolo no puede surgir de las cloacas, ni aun tirando, el animal,  de orgullo gastando unas supuestas últimas fuerzas. Y nosotros de comprensión interpretativa. Sugiere que alguien lo había humillado previamente, que alguien  trató de evacuarlo de mala manera. Voluntario nunca hubiera ido cloaca a bajo, no se alimenta de basura, ¡caza!  

En  nada ayuda a nuestro ánimo interpretativo, por más enfadada que parezca su melenuda testa, o en lo gestual de sus mandíbulas poderosas, y mucho menos alivian su patas delanteras, sus garras bien unguladas y temibles antaño, que, para la ocasión, bastante hacen con intentar mantenerlo en dignidad enhiesta.  Parece estar acodado, para sostenerse en el suelo, mostrador, de la vida leonesa.

Su orgullo, no lo veo representado en el supuesto rugido que pueda salir de sus fauces.   Sinceramente esto me acongoja como leonés. Nuestro “león”, blasón y símbolo, en su “pasar”  lo es de un  territorio, un pueblo,  o rampante de una ciudad, en este caso en la que aparece, sí, sí, una vez retirada una tapa de alcantarilla, para mostrárnoslo en un intento de “salida perenne”... sin posibilidad de hacerlo, y esto puede resultar hiriente.

Sacarlo de las cloacas por imprescindibles que éstas sean, y lo son, no va con la condición del león, León y lo leonés, no es buena solución, es un animal  que así puede dejar de “matarnos de amor”, confundir nuestra entrañable verdad leonesa,  y sí tender a nuestra desmoralización. Su impotencia no puede ser nuestro “mañana” digno.  ¿Estoy magnificando la obra? Puede. Mas esto no es consuelo. 

Lo confieso, no he visto tal obra más que en fotos, pero las hay en abundancia, mi razón es estar lejos de nuestra tierra, pero en la imagen que en este medio he podido contemplar, en el supuesto rugir de sus fauces, éstas, más que amenazantes, las veo como arrugas dolorosas en el animal, fiereza impotente, sufrimiento, aunque en el intento de erguirse haya un punto de orgullo

Otra cosa es que, Saleal, gestor de nuestras aguas en León capital, agradecido por los contratos firmados, quisiera devolvernos en forma de regalo, algo que no fuera efímero, se pudiera mostrar de continuo, tal como una imagen, una estatua, un ser de fábula. En cuyo caso, si se hubiera abierto un turno de proposiciones, personalmente hubiera optado, por la misma idea, salir de una alcantarilla la devolución generosa, pero en forma, por ejemplo, de un topo gigante, un  fantástico ser subterráneo,  descendiente directo de aquél, que, nocturnamente, se afanaba en destruir la obra que los canteros hacían cada día para elevar a los cielos la Catedral, nuestra Pulchra Leonina.  Sé que es más fácil criticar, aunque sea en positivo,  que crear. A la vista de las cosas, de los acontecimientos, resulta hasta fácil elucubrar. Ante la obra en estudio, no he podido menos que mostrar mi discrepante parecer. 

6 de octubre de 2020

Luis García Zurdo

 

La bonhomía una excelente cualidad en un artista de callado hacer, el tiempo ha elevado a encomiable el mérito su obra. Pero que no se ha ido sin elogios, en vida, que es cuando proceden, ni reconocimientos artísticos y humanos...alguno recibió, pero costó.


En septiembre de 2001 dije en un escrito a él dedicado en La Crónica de León:

 

ZURDO,  LEONÉS Y ARTISTA

Con Luis García Zurdo, se pone claramente de manifiesto la dificultad que entraña “ser profeta en la propia tierra”.

Desde mi posición de sencillo lector, eso sí consumidor preferencial de aquello que se relaciona con nuestra cotidianeidad leonesa, no me inquieta decir que, a pesar de ello, en el tema vidrieras de nuestra Catedral, hasta ahora lo único que tengo claro es que la Junta Autonómica con su protagonismo centralizador, se destaca como la máxima responsable.  Por supuesto no del deterioro de aquéllas, claro está, sino porque el programa de actuación protocolaria en la conservación de tan delicados vitrales leoneses, o no funciona, es más político que técnico, o ¿no existe?



El Taller de Reparaciones, y ¡Estudio!, está cerrado. Si Zurdo, máxima autoridad leonesa en la materia, ha venido informando, y mantiene lo dicho sobre el gravísimo estado de muchos vitrales, ha de saberse quién ha tomado la decisión de olvidarlo dando el cerrojazo económico en tan laudable como imprescindible obra e idea restauradora. Si la continuidad del ejemplar taller, a pie de obra, en la propia Catedral, depende de los presupuestos del ente, en éstos ha de contemplarse la dotación anual pertinente para ello.  O,  ¿eluden políticamente la continuidad mensual y apuestan por habilitarlo sólo en “pudiembre”?, esto es, en el mes que se “pueda”.

 Patrimonio, así en abstracto es como lo nominan, al parecer es la institución u organismo autonómico que debe saber y velar comunitariamente por lo patrimonial artístico y monumental de los leoneses y de los castellanos.  Ignoro quiénes son los componentes, políticos y técnicos, su número y sus funciones; mediáticamente hasta ahora nadie les ha citado por sus nombres y cargos. Mas, por qué no ir a lo racional: demandemos competencias y presupuesto, en León no sólo estaríamos dispuesto a afrontar el reto, sino que nos haría recobrar la autoestima, hoy por los suelos.

García Zurdo, director in pectore del taller de restauración, sin remuneración alguna; intitulándose, con su conocida sobriedad y sencillez, asesor, ha manifestado que nunca ha cobrado dinero por esa función. Y está corroborado. Eso no le exime de responsabilidad, y él lo sabe y cumple, de ahí su “cabreo” cuando no se le escucha. Es evidente, señores políticos patrimoniales, que si decidió en su día asumir tal responsabilidad y fue aceptada, todo cuanto él proponga dentro de la línea artística y técnica, aunque sea bajo mínimos, dentro de un programa estudiado y asumido ha de ser respetado por ustedes:  Patrimonio.

García Zurdo, ni clérigo ni político, pintor y artista vidriero, paisano leonés, metido por vocación profesional a redentor de lo nuestro, denunció que el cierre del Taller de Restauración y Conservación era una ignominia, pues goza de cualificación internacional; además, “parar” a sus expertos profesionales supone un peligro real para nuestras vidrieras, que necesitan restauración continua y sin pérdida de ritmo, señalando  a la Junta como culpable, por lo de los dineros y el olvido.

D. Luís Aznar, delegado en León de la Junta, cabeza visible y presidente de la Comisión Territorial de Patrimonio, no tardó en contestar al señor García Zurdo.  Para mí, ciudadano de a pie, fue más bien una réplica que  una aclaración informativa como la que merecemos los leoneses,  y en ella, lo dicen los medios, acusaba al Maestro Vidrierista de ser el culpable, “ya que hasta ahora las prioridades de intervención las ha marcado Luis García Zurdo”, dijo. No es así, Zurdo lo ha dicho y abandona herido.  Y, me pregunto ¿acaso no será que temen en el poder que León se consolide y pase a ser el referente autonómico en la materia? 

En el tema intercurrente: vidrieras prestadas para una exposición. Con polémica entre Cabildo y Patrimonio, ha pillado en medio, o cuando menos salpicado al artista Zurdo. El contrapunto lo ha puesto el director del Museo de la Catedral, D. Máximo Gómez  Rascón,  al manifestar  que esto “ no es más que el principio...”.  El que sabe, sabe...  el no informado es el pueblo.

   

24 de agosto de 2020

Autonomía Región Leonesa

        



   



                  

                



 Mi frase a modo de entradilla

 Siempre lo he entendido así: La Autonomía de la Región Leonesa tiene un precio que va  aumentando  a   medida de que nuestro amarre autonómico con retazos de Castilla...  dura y ...           








                     David Díez Llamas. Dixit:


El precio de la libertad y la autonomía de la Región de León

.







 Libertad sin ira…

Estando de pleno en el mismo sentimiento leonés que rezuma David, nuestro sociólogo de cabecera,  leonesista de gran afianzamiento racional y anímico, me voy a permitir mostrar sobre lo que nos ha dicho “hoy” bajo el epígrafe del  “precio de la de libertad”, algunas consideraciones, reflexiones más bien, haciéndolo desde la mejor idea de libertad  y amistad.  Y no por, sino a propósito de.

Tras manifestar mi creencia  de que ser  leonés,   es algo único, ni mejor ni peor, sí propio e intransferible, y fruto de ello un sentimiento llamado leonesismo,  añado que,  a duras penas es  reconocible con fulgor hoy ese “ser leonés”, en un pueblo en “horas bajas”, que pugna por seguir siendo identificado como tal,  y que, más o menos consciente de ello, sigue un viaje depauperante al que no acierta a poner freno. 

Tenemos libertad para seguir identificándonos como leoneses, SÍ; compromiso popular compartido para ello, en el sentido más lato, pues NO. Fallamos nosotros, el pueblo, y sobre todo ¡los políticos!, que hacen caso omiso del respeto que nos deben, y nos escamotean libertad, en la medida que, sin consulta alguna,  se arrogan nuestra propia capacidad de decidir, que debe ser sagrada e intransferible.

Un pueblo o si prefiere una ciudadanía que se ve obligada de continuo, si no quiere desparecer,  a explicar que  es  “ser leonés”, evidente ha estado, y está,  permitiendo que alguien, dada la propia dejación o simple desmayo de nuestra personalidad, por usurpación de poder, le marque una ruta recortando libertades, y aunque no renunciemos a ellas, especialmente en el plano personal, si no se vindican al unísono, es que falta diálogo y falla la conexión  popular.    

Si nos ceñimos a los  leoneses del territorio provincial por sentir ese gentilicio como vivo  perenne e intocable, por aquello de que soy leonés puesto que soy de León, y no admite engaño ni duda, estamos manteniendo el tipo, haciendo patente que lo leonés  tiene presencia anímica, cultural y vivificable.

Cuestión a parte son las otras dos terceras partes, sin cuantificar, Zamora y Salamanca, que si se sintieron región leonesa,  con deseo de compartir territorio e  identidad, mi percepción de hoy es que  tan sólo un leve movimiento popular mantiene el fuego sagrado del “no me quiero olvidar”.

La triprovincialidad es algo a compartir, desear y conseguir entre  tres como el propio prefijo indica. Es lo que nos queda: La región leonesa,  como  heredera y representante  de lo que fue un Reino.  ¿Hemos  dejado de compartir cultura cuando la historia se empezó escribir en Moderno?, no faltan quienes así lo aseguran. Si desaparece la región, el Reino es papel, es letra,  es historia. En cuya orla podemos aparecer, pero como  algo que fue. ¿Queremos eso?  ¿Estamos dispuestos a tolerarlo? Opino que no. La pregunta final es  ¿qué hacemos para evitarlo?

No hay unidad de pensamiento triprovincial, pero no debemos rasgarnos las vestiduras por ello, todo se recupera, todo se reinicia, cuando las voluntades se aúnan.  Mas, no es esperable el mismo empuje  en cada una de las partes dispuestas a componer un todo. Sin ahogar diferencias, prima el ahuyentar recelos. Alguien ya ha puesto la primera piedra, o mejor la mantiene activa en el ámbito sociocultural, la “reivindicación ciudadana” tiene la palabra.

 “Décadas después de que la Región Leonesa se haya integrado en la Comunidad de Castilla y León el debate permanece. Los leoneses siguen resistiéndose a pesar de todo a perder su libertad e identidad”. Lo afirma David y lo ratificamos en especial los leonesistas, pero no exclusivamente; pues, desde el propio “ser leonés”,    “poder y libertad” para ello existe,  la cuestión es si estamos en condiciones de aplicar, mayoritariamente, ambas cosas.

Desde la historia que otros nos han escrito, siglos atrás, a la que hemos venido añadiendo pasajes de tolerancia, permisividad y silencio de moderno cuño, se siembra confusión, incluso entre los de casa.

“Nuestros políticos”, pues desafortunadamente  lo son en tanto depositamos en ellos la representatividad, nos cierran por mandato partidista caminos de expresión, y osan manejar nuestra “libertad” de ser leoneses. Comunitariamente casi lo logran. La regionalidad leonesa ni la contemplan. No son más coercitivos, en principio porque no pueden, pero usan el truco de decir una cosa y hacer otra, llevando en la misma mano  los conceptos libertad y permisión de expolio.  

  

 

 

 

 


18 de marzo de 2020

Para la historia de un compromiso



“Somos socialistas pero antes leonesistas”, era lo anunciado en  León durante el hito del 84, por  socialistas leoneses, en la Gran Manifestación. ¿Sigue vigente?  El SI parece estar vivo en J.M. Diez. Pero en J.M. Cendón el NO parece ser su respuesta. Por edad, el primero pudo hasta sostener la pancarta y a Cendón las mantillas lo arropaban aún. Cuestión de generación. Mas, hoy podría sentirse heredero de aquel compromiso socialista, él dirá desde su puesto de Secretario General Socialista en la provincia de León; no olvidemos este dato.





Me inclino a pensar que el alcalde socialista  y legionense José Antonio Díez, cuando el consistorio que corrige aprobó  el color púrpura leonés en banda pectoral, bullía ya en su fuero interno la puesta en escena de un plan reivindicativo de autonomía leonesa. Así lo quiero creer aun cuando no sea de vital importancia la hilazón entre ambas cosas.


















Después de la aprobación de la moción hacia la libertad, el alcalde legionense José Antonio Diez, se mueve hacia la recuperación reivindicativa del autogobierno leonés, que no sólo es de justicia histórica y derecho constitucional, sino que supondría una mejora presupuestaria económica notable. En su partido lo tratan de frenar por todos los medios de alto y medio vuelo. Pero les ha sorprendido con su firmeza, buen criterio y templanza.

Su postura que parecía efímera, oportunista han dicho quienes actúan como colaboracionistas con el ente autonómico, se está mostrado tan firme como limpia. Emerge pues, una figura política, socialista y de compromiso con lo leonés (ojalá pudiera añadir leonesista, mas no es imprescindible) defendiendo  nuestra tierra y personalidad leonesas con ideas claras, también sobre nuestros derechos a autonomía propia. Parece estar entre quienes no han desechado la promesa de Baldomero Lozano, la de no decidir por el pueblo, darle voz y acompañarlo en las decisiones tomadas.

El “somos socialistas pero…” hoy parece corroborarlo con el titular dado a un medio escrito: “Me importa mi partido pero más los leoneses”.  ¡Bravo!

La cuartelada autonómica, no sé si el señor Cendón, jefe provincial de los socialistas de León, la maneja y  exhibe físicamente,  aquí o en la campa de Villalar, pero  con el modo de  actuar preferente hacia el ente es otro  modo de mostrarla. Pero, señor Cendón, no nos representa,  nunca aceptamos el ente, estamos ahí por razones impuestas. Una comunidad que, además,  nos han resultado perniciosa,  algo dicho ya en alta voz y demostrado con números.

El resultado autonómico sin paliativos es ¡pésimo! Se falló en lo sentimental y se nos marginó en lo económico social. ¿A qué si no viene esta Mesa por León, para hablar de hacer, en abstracto, y no hacer nada?  Un desvaído interés, más propicio a tapar el movimiento increscendo autonómico leonés, regional leonés, que a resolver una situación ciertamente difícil, de vaciado y descapitalización, a la que el ente nos  ha empujado.  Mesa, por otra parte, a la que se le vincula como promotor o cuando menos de muñidor.

Un  futuro para los leoneses con obsolescencia programada, una década más de amargura, tiempo, dicen, de duración del panorama, donde por consunción intentarán amarrarnos un poco más al ente autonómico. La devaluada mesa, todo un tapabocas efímero, demasiada gente sin cartera y sin compromiso, les servirá como señuelo ocasional, con cartuchos de fogueo para cada momento. ¡No le vemos con planes para León sino son los  de amarre reforzado!

¿Dónde están ahora los socialistas?  No dudo en responderme: Vacios del sentimiento del 84,  instalados en el ente autonómico, actuando como colaboracionistas puesto que no están en condiciones de dirigirlo por culpa de las urnas. Tal comportamiento es lo que conlleva, ¡fallan los votos leoneses! ¿Pero qué les pasa a los castellanos, tampoco les votan?

Un apunte necesario, entiendo que cualquiera de las banderas de las tres provincias de la región, deben mantener un mismo nivel participativo, si bien la purpurada  con el escudo correspondiente es la que recuerda el reino y representa al país leonés para el que acabamos de retomar el sendero defensivo.






La orden partidista, señor Cendón,  de amordazar a los ediles de los pueblos de León que están intentando poner en valor mociones pidiendo la autonomía para los leoneses, es la mejor prueba. Sí, porque amordazar es presionar, y si toma tinte de amenaza, pervierte la democracia. 

No les gusta que triunfe lo leonés,  parecen preferir el anodino y enfermizo dicho de “mapa cerrado”, algo así como “matrimonio para toda la vida”, a la antigua usanza, y León la pata quebrada y en la casa castellana,  totalmente dependiente. Pueblo al que políticamente estiman por el voto, lo desoyen  por obediencia partidista  y  lo venden al más taimado estilo Judas.

                                                
                                          Hace 25 años en La Crónica de León

Por si alguien tiene interés en conocer lo que dije respecto al rey Alfonso, las Cortes de 1188, pidiendo para él una estatua y hablando del "olvido" histórico. Perdón por la calidad de la foto, no la he logrado mejor.