“Somos socialistas pero antes leonesistas”, era lo anunciado en León durante el hito del 84, por socialistas leoneses, en la Gran Manifestación. ¿Sigue vigente? El SI parece estar vivo en J.M. Diez. Pero en J.M. Cendón el NO parece ser su respuesta. Por edad, el primero pudo hasta sostener la pancarta y a Cendón las mantillas lo arropaban aún. Cuestión de generación. Mas, hoy podría sentirse heredero de aquel compromiso socialista, él dirá desde su puesto de Secretario General Socialista en la provincia de León; no olvidemos este dato.
Me inclino a pensar que el
alcalde socialista y legionense José Antonio Díez, cuando el
consistorio que corrige aprobó el color
púrpura leonés en banda pectoral, bullía ya en su fuero interno la puesta en
escena de un plan reivindicativo de autonomía leonesa. Así lo quiero creer aun
cuando no sea de vital importancia la hilazón entre ambas cosas.
Después de la aprobación de la moción hacia la libertad, el alcalde legionense José Antonio Diez, se mueve hacia la recuperación reivindicativa del autogobierno leonés, que no sólo es de justicia histórica y derecho constitucional, sino que supondría una mejora presupuestaria económica notable. En su partido lo tratan de frenar por todos los medios de alto y medio vuelo. Pero les ha sorprendido con su firmeza, buen criterio y templanza.
Su postura que parecía efímera,
oportunista han dicho quienes actúan como colaboracionistas con el ente
autonómico, se está mostrado tan firme como limpia. Emerge pues, una figura política, socialista y de compromiso con lo
leonés (ojalá pudiera añadir leonesista, mas no es imprescindible)
defendiendo nuestra tierra y
personalidad leonesas con ideas claras, también sobre nuestros derechos a
autonomía propia. Parece estar entre quienes no han desechado la promesa de
Baldomero Lozano, la de no decidir por el pueblo, darle voz y acompañarlo en
las decisiones tomadas.
El “somos socialistas pero…”
hoy parece corroborarlo con el titular dado a un medio escrito: “Me importa mi partido pero más los
leoneses”. ¡Bravo!
La cuartelada autonómica,
no sé si el señor Cendón, jefe provincial de los socialistas de León, la maneja
y exhibe físicamente, aquí o en la campa de Villalar, pero con el modo de actuar preferente hacia el ente es otro modo de mostrarla. Pero, señor Cendón, no nos
representa, nunca aceptamos el ente,
estamos ahí por razones impuestas. Una comunidad que, además, nos han resultado perniciosa, algo dicho ya en alta voz y demostrado con
números.
El resultado autonómico sin
paliativos es ¡pésimo! Se falló en lo sentimental y se nos marginó en lo
económico social. ¿A qué si no viene
esta Mesa por León, para hablar de hacer, en abstracto, y no hacer nada? Un desvaído interés, más propicio a tapar el
movimiento increscendo autonómico leonés, regional leonés, que a resolver una
situación ciertamente difícil, de vaciado y descapitalización, a la que el ente
nos ha empujado. Mesa,
por otra parte, a la que se le vincula como promotor o cuando menos de muñidor.
Un futuro para los leoneses con obsolescencia
programada, una década más de amargura, tiempo, dicen, de duración
del panorama, donde por consunción
intentarán amarrarnos un poco más al ente autonómico. La devaluada mesa, todo
un tapabocas efímero, demasiada gente sin cartera y sin compromiso, les servirá
como señuelo ocasional, con cartuchos de fogueo para cada momento. ¡No le vemos con planes para León sino son
los de amarre reforzado!
¿Dónde están ahora los
socialistas? No dudo en responderme: Vacios
del sentimiento del 84, instalados en el
ente autonómico, actuando como colaboracionistas puesto que no están en
condiciones de dirigirlo por culpa de las urnas. Tal comportamiento es lo que
conlleva, ¡fallan los votos leoneses! ¿Pero qué les pasa a los castellanos,
tampoco les votan?
Un apunte necesario,
entiendo que cualquiera de las banderas de las tres provincias de la región,
deben mantener un mismo nivel participativo, si bien la purpurada con el escudo correspondiente es la que
recuerda el reino y representa al país leonés para el que acabamos de retomar
el sendero defensivo.
La orden partidista, señor
Cendón, de amordazar a los ediles de los
pueblos de León que están intentando poner en valor mociones pidiendo la
autonomía para los leoneses, es la mejor prueba. Sí, porque amordazar es presionar, y si toma tinte de amenaza,
pervierte la democracia.
No les gusta que triunfe lo
leonés, parecen preferir el anodino y
enfermizo dicho de “mapa cerrado”, algo así como “matrimonio para toda la
vida”, a la antigua usanza, y León la pata quebrada y en la casa
castellana, totalmente dependiente. Pueblo
al que políticamente estiman por el voto, lo desoyen por obediencia partidista y lo venden al más taimado estilo Judas.
Hace 25 años en La Crónica de León
Por si alguien tiene interés en conocer lo que dije respecto al rey Alfonso, las Cortes de 1188, pidiendo para él una estatua y hablando del "olvido" histórico. Perdón por la calidad de la foto, no la he logrado mejor.
Hace 25 años en La Crónica de León
Por si alguien tiene interés en conocer lo que dije respecto al rey Alfonso, las Cortes de 1188, pidiendo para él una estatua y hablando del "olvido" histórico. Perdón por la calidad de la foto, no la he logrado mejor.
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